Luis Atienza reclama una política energética que «mire muy lejos» porque las inversiones del sector «tardan muchos años en madurar»
Atienza, realizó estas manifestaciones en Bilbao, donde participó en la «La tribuna del CES» organizada por el Consejo Económico y Social Vasco. La conferencia, titulada «Las energías renovables en un modelo energético sostenible«, se celebró con motivo de la presentación del estudio «El desarrollo de las energías renovables en Euskadi«, elaborado por el CES. Se trata de un estudio de iniciativa propia, que fue presentado por el presidente del órgano consultivo, Juan María Otaegui.
En su conferencia, Atienza incidió sobre la importancia de las energías renovables en el desarrollo económico y en la necesidad de una política energética que «mire muy lejos, ya que las inversiones en este sector tardan muchos años en madurar y en recuperarse».
En opinión de Atienza, las decisiones en política energética deben conciliar, «de forma equilibrada», la consecución de tres objetivos, la seguridad del suministro, la sostenibilidad ambiental y la competitividad». En este sentido, señaló que cuestiones como la crisis económica, los incidentes nucleares, la inestabilidad en Oriente Medio o la incertidumbre en el suministro de gas «condicionan la prioridad que se otorga en cada momento a cada uno de los objetivos».
Para el exministro y exconsejero de Economía, la electricidad se constituirá en el vector energético clave del siglo XXI, por su flexibilidad en cuanto a las energías primarias y a las tecnologías para su obtención y por ser la energía de la nueva sociedad de la información y del conocimiento.
Además, según explicó, se trata de una energía limpia en el punto de consumo y es «indispensable» para el desarrollo de otros logros energéticos, como la cogeneración, la bomba de calor, o el LED.
En su ponencia, Luis Atienza indicó que la integración de las renovables en el sistema eléctrico a gran escala -sobre todo, en el caso de las energías con «mayores complicaciones» de gestión, como la eólica y las solares-, requiere superar restricciones técnicas, derivadas de la necesidad de asegurar el equilibrio entre la oferta y la demanda, y de la baja capacidad de almacenamiento de la electricidad.
Por ello abogó por el desarrollo e implantación de redes inteligentes, que permitan gestionar una generación «más distribuida y una mayor capacidad de respuesta a las condiciones de la demanda».
Según el ponente, el ritmo de implantación de las diferentes tecnologías renovables debe tener en cuenta el grado de madurez tecnológica y el diferencial de coste que representa con respecto a las energías que sustituye.
Por el último, Atienza recordó la importancia que tiene la cooperación empresarial en el sector energético vasco, de modo que pueda situarse como «un motor relevante en el desarrollo tecnológico e industrial».



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