Los transportistas por carretera denuncian que el coste de los carburantes les está causando «graves problemas financieros»

Además, aseguraron que «las petroleras se están beneficiando de la caída de los precios del petróleo» y experimentando «un aumento sustancial de sus márgenes brutos», según se aprecia en el último informe de supervisión mensual de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).

La caída del precio del petróleo internacional, afirmaron los transportistas, no llega a los usuarios finales, ya que las empresas de distribución están aprovechando la coyuntura para aumentar sus márgenes de ingresos.

Además, ASTIC y CETM aludieron al «entramado de cargas impositivas estatales, especiales y autonómicas que hacen que el panorama en los surtidores sea sensiblemente distinto» al que recogen las cotizaciones internacionales.

«Para las empresas de transporte por carretera», afirmaron, «la partida de combustible representa un 40% de sus costes de funcionamiento, por lo que esta situación hace que muchas compañías se vean inmersas en graves problemas financieros ajenos a su gestión o incluso abocadas al cierre».

El informe de la CNE al que hicieron referencia las asociaciones indicó que, a pesar de la caída de la demanda de combustibles, los márgenes brutos de distribución de los operadores se incrementaron nuevamente en los primeros meses del año, hasta registrar subidas acumuladas del 31% y del 13% en gasolina y gasóleo, respectivamente.

ASTIC y CETM expresaron su malestar ante este «desequilibrio» entre los márgenes de unas empresas y las dificultades de otras, ya que «castiga, en favor de los distribuidores, al sector del transporte por carretera, que ha perdido en los últimos dos años unas 30.000 empresas».

El transporte por carretera, aseguraron, es un sector «clave para la economía española en general y para las exportaciones en particular, que actualmente sustentan la balanza comercial en España».

Pese a ello, «se sigue maltratado en comparación con otros sectores como el ferroviario, la pesca o la agricultura», a los que se les ofrecen regímenes de fiscalidad sobre combustibles «mucho más favorables», señalaron.

Las emisiones se reducen desde 2007 y se sitúan en niveles de 1999

Las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte por carretera fueron descendiendo de forma progresiva desde 2007 y se situaron en 2012 en niveles similares a los de los años 1999 y 2000, según se aprecia en un estudio sobre este ámbito realizado por la CNE.

Según el regulador, este descenso empezó a producirse por primera vez en 2007 y responde a la caída en el consumo de gasolina y gasóleo, a la incorporación del uso de biocarburantes y a la mayor eficiencia de los vehículos nuevos con menores emisiones.

La CNE también constató que las emisiones de gases precursores del ozono troposférico se redujeron drásticamente desde los años noventa gracias a la instalación de catalizadores en los vehículos y de sensores que miden la riqueza de la combustión.

Estos aparatos permitieron reducir notablemente las emisiones de CO (monóxido de carbono) y de NOx (óxidos de nitrógeno), al tiempo que la prohibición de la venta de gasolina con plomo en España desde 2001 favoreció la reducción de los COVNM (compuestos orgánicos volátiles no metánicos).

El regulador también indicó que los gases contaminantes acidificantes se redujeron igualmente, sobre todo el SO2 (dióxido de azufre), gracias a la mejora de la calidad de los carburantes y las limitaciones de contenidos en azufre en gasolinas y gasóleos desde 2009.

En 2012, prácticamente se erradicaron de las emisiones ligadas al transporte, después de que la evolución de las emisiones de SO2 cayeron a un ritmo «vertiginoso» anual del 25% a partir de mediados de los años noventa.

La eliminación de este agente se logró gracias a la mejora de la calidad de los carburantes, que limita su contenido en azufre, y que desaparece de gasolinas y gasóleos desde 2009.

La CNE también indicó en su informe que el transporte por carretera supone el 32% de la energía final total consumida en España y que, a pesar de la creciente penetración de biocarburantes en los últimos años, los productos petrolíferos continúan pesando más del 80% sobre la energía consumida en esta actividad.

El transporte por carretera es el responsable del 22,4% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en España, señaló el regulador en su informe.

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