Los republicanos bloquean en el Senado el proyecto para quitar los subsidios a las petroleras
Los demócratas tienen mayoría en el Senado pero, como estaba previsto, no consiguieron los 60 votos necesarios para que la medida se debata en la Cámara alta del Congreso de EEUU, y el resultado fue de 51 a favor y 47 en contra.
El proyecto de ley está promovido por el senador demócrata Robert Menéndez, de Nueva Jersey, y busca eliminar los beneficios fiscales a las petroleras.
Según Menéndez, la terminación de esos beneficios impositivos devengarían para el Gobierno federal unos 24.000 millones de dólares en 10 años y ampliarían los incentivos para el desarrollo de energías alternativas.
El proyecto de ley de Menéndez «es todo lo contrario de lo que necesitamos», dijo antes de la votación el senador republicano David Vitter, para quien con la eliminación de las deducciones fiscales a las petroleras aumentará todavía más el precio de la gasolina y disminuirá el suministro.
La votación se realizó una hora después de que Obama compareciera en la rosaleda de la Casa Blanca para urgir al Congreso a que aprobara ese proyecto de ley, con el argumento de que las petroleras obtienen ganancias «récord» por el encarecimiento del crudo y «pueden mantenerse por sí mismas».
Además esas compañías perciben «miles de millones al año en subsidios de los contribuyentes, una subvención que han disfrutado año tras año en el último siglo», subrayó Obama en un discurso en la rosaleda de la Casa Blanca.
«Piensen en eso. Es como golpear dos veces al pueblo estadounidense», dijo Obama en referencia al encarecimiento de la gasolina en el país.
El discurso de Obama ocurrió horas antes de que el Senado realizara una votación de procedimiento sobre un proyecto de ley que busca eliminar esos subsidios fiscales que benefician a las compañías petroleras. Los republicanos, que son minoría en el Senado, se oponen a la terminación de los subsidios.
El presidente enfatizó que el año pasado las tres mayores empresas petroleras del país se llevaron más de 80.000 millones de dólares en ganancias y que cada vez que la gasolina sube un centavo esas compañías se embolsan 200 millones de dólares en sus beneficios trimestrales. Actualmente el precio medio del galón (3,78 litros) de gasolina en EE.UU. ronda los cuatro dólares.
Ese encarecimiento de la gasolina afecta sobre todo a la clase media y, en plena campaña para las elecciones presidenciales del 6 de noviembre, los republicanos reprochan a Obama que no consiga frenarlo.
Por ello, el presidente se ha centrado en las últimas semanas en defender en actos de campaña y en varias giras por el país su política energética, que apuesta por el desarrollo de las energías limpias y el aumento de la producción nacional de petróleo para reducir la dependencia del exterior.
«Con récord de beneficios y aumento en la producción, no estoy preocupado por las grandes compañías petroleras. Con los altos precios del petróleo tienen incentivos más que suficientes para producir más», insistió Obama.
En lugar de seguir dando «regalos» a una industria «que nunca ha sido más rentable», hay que invertir en energías limpias, «que nunca han sido tan prometedoras», destacó.
En un comunicado sobre el discurso de hoy de Obama, el Comité Nacional Republicano (RNC) cargó contra el presidente, «que dirá y hará cualquier cosa para ser reelegido» y lo acusó de no tener una política energética que beneficie a los estadounidenses.



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