Los precios de los carburantes se encarecen más de un 3% y encadenan tres semanas al alza

En concreto, el precio medio en España de la gasolina sin plomo 95 se incrementó en la última semana un 3,79%, hasta 1,179 euros, frente a los 1,136 euros de hace siete días. Su precio es por primera vez superior al de comenzar el año, en un 2,45% más, aunque se sitúa un 15,06% por debajo del registrado en la misma semana del año anterior y cuesta un 22,54% menos que en los máximos históricos anotados de septiembre de 2012.

Por su parte, el diésel registró un incremento algo menor, del 3,36%, hasta fijar su precio en 1,108 euros, frente a los 1,072 anteriores, con lo que vuelve a superar el umbral de los 1,1 euros que no registraba desde principios de año. Este combustible cuesta ahora un 0,54% más que al comenzar el mes de enero, pero un 17,07% menos que en la misma semana del 2014 y un 23,32% menos que en los máximos de septiembre de 2012.

Estos incrementos en el precio de los carburantes se producen coincidiendo con el leve repunte de precio del Brent, que subió en los últimos días hasta situarse en 58 dólares. La actual tendencia al alza es la primera desde que a mediados del 2014 los combustibles tocaran máximos anuales, de 1,456 euros para la gasolina y 1,346 para el gasóleo, e iniciaran una secuencia de bajadas al abrigo del desplome en los precios del petróleo, que se intensificó a partir de octubre. Eso sí, los precios aún permanecen en sus niveles más bajos desde 2010.

Con estos precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 64,84 euros, lo que supone 2,36 euros más respecto a los 62,48 euros de la semana anterior, mientras que un depósito de un vehículo de gasóleo conlleva un gasto de 60,94 euros, esto es 1,98 euros más que la referencia anterior que reflejaba un coste de 58,96 euros. En el último informe de supervisión del mercado minorista de la CNMC se apreciaba que los márgenes brutos de los operadores aumentaron un 4% en diciembre, cuando los carburantes registraron la mayor bajada desde 2008.

El precio de los carburantes depende, aunque de forma indirecta, de la cotización del crudo en los mercados internacionales, una relación que no es paralela, según las petroleras, porque hay que incorporar la elaboración del producto y un gran número de costes fijos, como la distribución y la comercialización. El precio del barril pasó de más de 100 dólares en verano a menos de 50 dólares al terminar el 2014, un desplome que obedece al exceso de oferta ante la entrada de más crudo, fundamentalmente de hidrocarburos no convencionales, y la negativa de los operadores tradicionales a cortar la producción.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,331 euros y en 1,349 en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,218 euros de media en la Unión Europea y 1,189 en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

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