Los países en desarrollo piden a los desarrollados que el Protocolo de Kioto siga vigente después de 2013
En una reunión en Bangkok, la primera importante que se celebra desde la conferencia que hubo en Cancún (México) el pasado diciembre, que concluyó con una serie de acuerdos. Allí se decidió crear un fondo para el clima de 100.000 millones de dólares y un sistema para transferir tecnología ecológica a los países más pobres.
Pero en Cancún se aplazó una decisión importante, la del futuro del Protocolo de Kioto, que obliga a casi 40 países industrializados a fijar objetivos de reducción de emisiones para el periodo 2008-2012, su primera fase. En Bangkok, el objetivo fue ampliar los acuerdos de la reunión anterior.
La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (UNFCCC), Christiana Figueres, subrayó ante los delegados de los distintos países que «es esencial encontrar la manera de avanzar» en la cuestión del protocolo, «que es especialmente urgente ya que cada vez es más posible que haya un vacío después de 2012».
El pequeño Estado insular de Tuvalu, que se encuentra en el océano Pacífico y corre el riesgo de desaparecer en el futuro como consecuencia de la subida del nivel del mar, resultado del calentamiento del planeta, pidió a los participantes en el encuentro que se centren en el tema del futuro del tratado firmado en 1997.
«Nos preocupa el hecho de que estemos andando en círculo, sin avanzar. Nos preocupa que no existan garantías de que habrá un Protocolo de Kioto a finales de este año», manifestó el delegado tuvaluano Ian Fry.
Japón, Canadá y Rusia no quisieron que el pacto siga vigente después de 2013 porque prefirieron que los países que más gases de efecto invernadero emitan queden obligados por un acuerdo legalmente vinculante nuevo y más amplio. Entre ellos se incluiría Estados Unidos, que no ratificó Kioto y afirmó que nunca lo hará.
Los países en desarrollo defienden que ese tratado es el único instrumento legalmente vinculante del que se dispone y que las naciones ricas deben fijarse objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos para que la temperatura mundial no aumente más de 2 grados centígrados de aquí a 2050, como se acordó en la conferencia de Cancún.
Respecto a los países en desarrollo, el Protocolo de Kioto solo dice que deben tomar medidas voluntarias para reducir sus emisiones. Estos países se oponen firmemente a fijarse objetivos en este aspecto y dicen que se debe permitir que sus economías crezcan para que millones de personas salgan de la pobreza.
En el encuentro de Cancún se acordó que la decisión sobre el futuro de Kioto se tomaría en la conferencia que se celebrará a finales de este año en Durban (Sudáfrica).
En nombre de un grupo de países en el que se incluyen Japón, Rusia y Canadá, Australia dijo que se han «comprometido a formar parte de un acuerdo mundial equilibrado, eficaz para el medio ambiente e integral».
Pero Dessima Williams, representante de Granada, en el mar Caribe, declaró en nombre de una alianza de 43 pequeños Estados insulares que ya es hora de que las naciones ricas demuestren que quieren reducir aún más sus emisiones. La ONU cree que los compromisos asumidos no son suficientes para conseguir que la temperatura no aumente más de 2 grados hasta 2050.

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