Los ministros de Transporte de la Unión Europea advierten que no hay una fórmula mágica para aliviar en breve al sector
Los ministros de Transporte de la Unión Europea decidieron variar la agenda de su reunión en Luxemburgo para analizar las protestas de los transportistas por el alto precio del combustible y advirtieron de que no existen «fórmulas mágicas» para aliviar a corto plazo la situación del sector.
El punto se introdujo de última hora durante el almuerzo del Consejo de Ministros que se celebra en Luxemburgo a propuesta del presidente de turno de la reunión, el esloveno Radovan Zerjav, quien lamentó en rueda de prensa la muerte del miembro de un piquete esta semana en Granada (sur de España).
En declaraciones telefónicas, el secretario general de Transportes, Fernando Palao, que representa a España en el Consejo, destacó la conveniencia de este debate ante la situación «caliente» que se vive en muchos países europeos. Según explicó, el diálogo tuvo un carácter «general» y en él se concluyó que resulta «complicada» una respuesta a corto plazo para satisfacer a los transportistas.
A medio y largo plazo, los ministros estudiaron formas de acompañar el «proceso de reestructuración que el sector en muchos casos necesita» y que requerirá de ayudas, indicó Palao. En su opinión, el objetivo final debe ser apoyar la creación de un sector «más fuerte y con más capacidad de resistencia frente a estas oscilaciones del mercado».
Por su parte, el ministro esloveno advirtió antes del almuerzo de que es necesario «prestar atención a lo que nos dicen los transportistas», pues los precios del carburante han aumentado «mucho» y «hay que encontrar una solución».
Durante la comida de trabajo, Palao expuso a sus colegas europeos la situación de las movilizaciones en España que, a su juicio, han «terminado convirtiéndose en un conflicto de orden público». «Empieza siendo una demanda de transporte, pero en el momento en el que se interrumpen las carreteras o se bloquean los centros estratégicos y se generan problemas de desabastecimiento, pues esto es un problema de orden público, como es el que se ha planteado en la situación española», opinó.
El secretario general consideró una «buena decisión» la de debatir sobre las preocupaciones de los gobiernos en esta materia y recordó que este tipo de conflictos «se contagian de unos países a otros». «Parece que si en un país un sector consigue algo eso incentiva a movilizarse al sector del país de al lado para conseguir algo semejante», afirmó.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE estudiarán en su cumbre de la próxima semana el problema de alza de los precios de los carburantes, que para algunas instituciones no está justificado, aunque no está prevista una referencia concreta al caso del transporte.




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