Los datos oficiales confirman que las emisiones de CO2 en España se redujeron un 1,7% en 2006, un tercio menos que lo comunicado inicialmente
Las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron en España un 1,7 por ciento en 2006 respecto al año anterior, según los datos oficiales que el Gobierno español ha comunicado preliminarmente a la Comisión Europea.
Medio Ambiente ha emitido una nota en la que corrige algunos datos difundidos por este departamento el pasado viernes, día 14, sobre las emisiones de efecto invernadero. Según esta cartera ministerial, se trata de la primera reducción de las emisiones de CO2, dato que debe ser inscrito en el favorable desarrollo del desarrollo del año meteorológico 2006.
Estos datos muestran una reducción menor que las cifras facilitadas en abril del año pasado en el Informe elaborado por el World Watch Institute de España y Comisiones Obreras. Casualmente, estos datos fueron así esgrimidos por el Presidente del Gobierno durante uno de los dos debates electorales entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, en apoyo de su gestión medioambiental.
La aprobación formal del Inventario de Gases de Efecto Invernadero de España la realizará la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos en su próxima reunión.
Este Inventario no solamente presenta los datos de los gases de efecto invernadero, sino que también contiene otros gases contaminantes que afectan a la calidad del aire. Así, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) se redujeron en 2006 respecto a 2005 un 7 por ciento; de dióxido de azufre (SOx), un 3 por ciento; y de los compuestos orgánicos volátiles (COV), un 2,5 por ciento.
Por su parte, el amoníaco (NH3), a pesar de la tendencia a la reducción en los últimos años, ha aumentado en 2006 un 4 por ciento respecto de 2005 como consecuencia de los procesos del sector primario, esencialmente la agricultura, según explica Medio Ambiente en su comunicado.
El año pasado se aprobó la Estrategia Española de Calidad del Aire y la nueva Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, que, entre otras medidas, fija que si se superan los niveles de contaminación, las comunidades autónomas y ayuntamientos deberán elaborar planes de reducción que serán determinantes en los instrumentos de planeamiento urbanístico y de ordenación del territorio.
En estos momentos, las últimas cifras oficiales indican, por tanto, que el
nivel de emisiones hace dos años era un 49,35% superior al de 1990, es
decir, una diferencia de 34 puntos. El Ejecutivo preveía que las emisiones de 2008 superarían un 37% los niveles de 1990 (todavía no se conocen los niveles de emisiones de 2007), por lo que su estrategia consiste en cubrir la diferencia respecto con Kioto mediante la aplicación de los llamados Mecanismos de Flexibilidad (que cubrirían un 20%) y con el efecto positivo de los sumideros de CO2, básicamente bosques (el 2% restante). El coste de estas acciones rondará entre 2.000 y 3.000 millones de euros.
A partir de 2012, la UE prepara una estrategia que obligará a los sectores industriales a reducir al menos un 20% las emisiones respecto a 1990. En el sector difuso (vivienda, agricultura, transporte), no incluido en las obligaciones de Kioto, a España le correspondería una reducción de emisiones del 10% en 2020 respecto a los niveles de 2005.
Una cifra que el Gobierno considera que debería rebajarse, mientras que los ecologistas la critican por leve, dado que permitiría al país aumentar sus emisiones más del 30% en 2020, respecto a los niveles de 1990.



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