Los cogeneradores advierten de que la industria ya no puede admitir más recortes en su retribución
Mientras el Ministerio de Industria continúa trabajando en la definición del nuevo régimen retributivo para las renovables y la cogeneración, basado en una rentabilidad razonable para toda la vida útil de la planta, la intervención del presidente de Acogen, José Manuel Collados, en la asamblea anual de su asociación resulta especialmente significativa. «Vamos a ver de aquí a fin de año qué régimen económico nos ponen», manifestó Collados que calificó su relación con el Ministerio de “magnífica” y señaló que, en sus diferentes reuniones con el equipo ministerial ante la reforma, su línea de defensa de la cogeneración ha sido la misma: “a la industria cogeneradora ya no se la puede ni tocar”. Por otro lado, desde la asociación tienen serias dudas de que el nuevo régimen retributivo esté listo para el próximo 1 de enero, fecha que se ha marcado el Gobierno, por lo que denuncian su actual “incertidumbre”.
Previamente, la asamblea anual de Acogen fue inaugurada por el director general de Política Energética y Minas, Jaime Suárez, que, después de una breve exposición y defensa de la reforma energética, alegó sus obligaciones ministeriales para abandonar la sala, por lo que no pudo asistir al discurso de José Manuel Collados pero sí mostrar su apoyo al sector con su presencia en plena tramitación parlamentaria de la Ley del Sector Eléctrico. Precisamente, durante el día anterior, los partidos nacionalistas, CiU y PNV, realizaron en la Comisión competente del Congreso intervenciones en defensa de la cogeneración y de la industria en un debate en el que el PP se quedó finalmente solo en la votación aunque abrió la puerta a introducir cambios en el texto durante su tramitación en el Senado.
Jaime Suárez defendió la reforma impulsada por el Gobierno ya que considera que crea un marco regulatorio “transparente y estable” que da “certidumbre”, al sector en general y a la cogeneración en particular, y que aportará “confianza” a los inversores al “poner fin” a los desequilibrios del sistema eléctrico. El director general de Política Energética y Minas aseguró que «las inversiones seguirán protegidas e impulsadas en el nuevo marco regulatorio». Suárez desgranó las características del nuevo régimen retributivo para las renovables y la cogeneración, “que consagra la rentabilidad razonable, una rentabilidad adecuada y previsible», al tiempo que reprochó que, con el sistema actual, los ahorros que consigue la industria a través de la cogeneración son «sufragados por los consumidores eléctricos».
Situación límite para la industria
En España existen mil cogeneraciones asociadas a industrias que suponen un 20% del PIB industrial. Según las cifras dadas por Acogen, el impacto a través de impuestos y recortes ha sido de 700 millones para la cogeneración, un 50% del EBIDTA de las industrias cogeneradoras. Por ello, José Manuel Collados se pregunta qué más se les puede quitar “sin crear un colapso en el país” ya que asegura haber advertido al Ministerio “que se van a cargar la industria”. El presidente de Acogen reveló que se han reunido varias veces con el equipo ministerial y que “a pesar de hacerles ver que tienen un problema industrial sobre la mesa, se empeñan en que a la cogeneración algo le hay que hacer” en referencia a que sufrirán consecuencias de la reforma.
Las industrias cogeneradores realizaron importantes inversiones para conseguir mejorar su competitividad reduciendo su factura eléctrica gracias a la producción de energía aprovechando su actividad industrial y un combustible, generalmente gas natural. Acogen señala que la cogeneración está “al límite” y que 220 plantas ya han suspendido su actividad. José Manuel Collados considera que tocar más a la cogeneración “pone en juego a la industria” y recordó al Ejecutivo que «sin industria no hay crecimiento ni empleo» al tiempo que defendió su relevancia para la demanda energética y gasista, en un momento de caída en España.
Finalmente, José Manuel Collados afirmó que “no se puede ignorar a la industria en la política energética, porque de los costes energéticos depende gran parte de la competitividad de un millar de industrias españolas que fabrican sus productos con cogeneración, industrias manufactureras que exportan, generan riqueza y sostienen empleo, a las que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar la reforma eléctrica”. “La industria es la economía real, deben tenerlo presente”, sentenció.
Por su parte, el director general de Acogen, Javier Rodríguez, recordó que el parque de cogeneración no ha aumentado en los últimos once años y pidió al Gobierno que aclare los plazos e importes de la nueva reforma, ya que «la incertidumbre inducida es impropia e inmerecida». En su opinión, la reducción de los costes energéticos debería ser «el objetivo prioritario, inexcusable y urgente» de la política energética española para lograr una industria competitiva. Rodríguez recordó que a la cogeneración se le impuso una moratoria a la renovación de instalaciones en enero de 2012, se la cargó con nuevos impuestos energéticos y de CO2 en enero y en julio se le eliminaron los complementos que reconocían su eficiencia y aportación de la reactiva a las redes. A su juicio, “estas penalizaciones han sumido a la cogeneración en una situación de asfixia y paralización progresiva, arrastrando graves consecuencias en la industria”.
Cifras nacionales de la cogeneración
En España, con una potencia instalada de 6.033 MW, la cogeneración supone el 12% de la producción nacional de electricidad en industrias que a su vez emplean el 6% de la electricidad y el 25% de todo el gas natural consumido en el país. Las industrias que cogeneran mantienen más de 200.000 empleos directos en sectores dedicados a la alimentación y bebidas, química, papel, cerámica, refino, automóvil, textil, que exportan más de un 50% de su producción.
Según datos proporcionados por Acogen, se prevé una producción a cierre de 2013 de 32,4 TWh, un 5,5% inferior a la de 2012. Desde julio pasado, el ritmo de desplome supera el 12%, con un 20% de las plantas paradas (700 MW). En dos años, 200 MW han causado baja en el registro de producción de la extinta CNE. En el mismo periodo, la potencia eólica subió en 1.752 MW, la termosolar creció 1.001 MW y la fotovoltaica se incrementó en 460 MW.




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