Los carburantes registraron ligeras subidas tras dos meses de descensos
En concreto, el precio medio en España de la gasolina se incrementó en la última semana un 0,36%, hasta 1,121 euros, frente a los 1,117 euros de hace siete días. A pesar de esta subida, se sitúa un 2,61% por debajo del nivel de inicio de año y un 19,29% por debajo de la misma semana del año pasado. Por su parte, el diésel registró un incremento más leve, del 0,19%, hasta fijar su precio en 1,059 euros, frente a los 1,057 anteriores, lo que le permite situarse aún un 3,9% por debajo del precio de enero y un 20,91% por debajo del nivel de la misma semana de 2014.
Desde los máximos del año pasado, alcanzados en junio con precios de 1,456 euros para la gasolina y 1,346 para el gasóleo, los carburantes iniciaron una secuencia de bajadas de precios al abrigo del desplome del petróleo en los mercados internacionales. Las bajadas se moderaron en agosto y septiembre, pero luego se intensificaron a partir de octubre, momento en el que los precios descendieron semana a semana, salvo un repunte puntual en la tercera semana de noviembre, hasta alcanzar niveles comparables a los de 2010.
De igual modo, los precios de la gasolina y el gasóleo son un 26,35% y un 26,71%, respectivamente, más bajos que en los máximos anotados en septiembre de 2012. Con los precios de la última semana, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 61,65 euros, lo que supone 21 céntimos más respecto a los 61,44 euros de la semana anterior, mientras que un depósito de gasóleo supone 58,24 euros, 10 céntimos más que la referencia anterior que reflejaba un coste de 58,14 euros.
El continuado descenso del precio del petróleo, que cotizaba a más de 110 dólares a principios del verano de 2014, obedece a varios factores, entre ellos el descenso de oferta y la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener los actuales niveles de producción. Las petroleras siempre argumentan que el precio del carburante no puede bajar tanto como el del crudo porque la mayor parte de sus costes son fijos, como el impuesto de hidrocarburos, la distribución o la comercialización.
La subida de la última semana se produce en un momento en el que el barril de Brent, de referencia en Europa, se mantiene en torno a los 48 dólares y el Texas sweet light marca un precio de 44 dólares, tres dólares menos que una semana antes. Los abaratamientos del petróleo inciden en la cotizaciones internacionales de los carburantes, cuyo peso sobre el litro de carburante ronda el 40%. La rebaja queda parcialmente compensada en su traslación al surtidor por la devaluación del euro, que se cambia actualmente por 1,13 dólares, frente a los 1,16 de hace una semana.
Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,294 euros y en 1,303 en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,179 euros de media en la Unión Europea y 1,144 en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.


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