Los afectados por el apagón de Barcelona empiezan a reclamar tras recuperar una precaria normalidad
Miles de afectados por el gran apagón de Barcelona iniciaron ayer el proceso de reclamación a las compañías eléctricas, una vez se ha podido recuperar una «precaria» normalidad y únicamente varias decenas abonados siguen, cuatro días después, sin luz.
Paralelamente, Red Eléctrica de España (REE) y Fecsa-Endesa elevaron al máximo sus discrepancias públicas, justo la víspera de que hoy el presidente de la REE, Luis Atienza, y el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, se reúnan en Barcelona con el presidente de la Generalitat, José Montilla.
La ciudad de Barcelona recuperó anoche una «precaria» normalidad, sustentada en equipos generadores de energía, casi 60 horas después del inicio del gran apagón que inicialmente llegó a dejar sin luz a unos 350.000 abonados, de los que únicamente una «cola residual» de varias decenas de clientes, concentrados sobre todo en el barrio de Gracia y cerca de la subestación de Maragall, sigue aún sin luz.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona ha rebajado a la fase de «alerta» el Plan Específico de Emergencia Municipal, que estaba activado hasta ahora en su fase superior, la de «emergencia».
Además, Fecsa-Endesa ya dispone de 150 grupos electrógenos instalados y funcionando en Barcelona, mientras que hay otros 16 en proceso de conexión, y también está a la espera de que terminen cuanto antes los trabajos de enlace de las subestaciones del paseo Maragall y la avenida Vilanova, a través de la calle Lepanto.
Una vez recuperada en parte la normalidad, 6.344 personas se pusieron en contacto ayer con la Agencia Catalana del Consumo (ACC) para quejarse por la falta del servicio eléctrico, ante lo que este organismo de la Generalitat les ha remitido directamente a Fecsa-Endesa para que presenten la reclamación.
Cuando los abonados hayan presentado su queja ante Endesa, la compañía dispone de cinco días para responder, y es entonces cuando, si la contestación no es favorable al abonado, interviene la ACC para tratar de buscar un acuerdo entre ambas partes.
Además, otros 300 damnificados por el apagón han solicitado ya asesoramiento al servicio de orientación jurídica gratuita que han creado el Ayuntamiento de Barcelona y el Colegio de Abogados de Barcelona para atender a los afectados, mientras que 83 lo han hecho en la oficina municipal de información.
Más allá de los formularios de reclamaciones, varios vecinos también han hecho oír en la calle sus protestas, con nuevas concentraciones pacíficas para denunciar el abandono de las infraestructuras eléctricas en la capital catalana, como la protagonizada esta tarde por unas setenta personas en la plaza de Sant Jaume.
A estas iniciativas individuales de los afectados se añaden los cuatro expedientes informativos del Ministerio de Industria, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y el Síndic de Greuges para recabar el máximo de información sobre las causas de lo ocurrido y determinar eventuales responsabilidades.
La compañía Mapfre, que asegura a Endesa y Red Eléctrica, ha indicado que el pago de indemnizaciones por los días de apagón no afectarán a sus resultados, debido a la cobertura con reaseguradoras y coaseguradoras.
Mientras tanto, Fecsa-Endesa y Red Eléctrica se han enzarzado de nuevo en una discusión, ya que la compañía dirigida por Manuel Pizarro ha advertido de que el pasado domingo, un día antes del apagón, avisó a Red Eléctrica de que había detectado oscilaciones en la red de la subestación de Maragall que podían dañar el sistema.
Rápidamente, Red Eléctrica ha respondido que «ni la red más robusta del mundo» hubiera soportado un incidente como el ocurrido, del que ha responsabilizado en exclusiva a Fecsa-Endesa.


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