Los 27 se reunirán el 20 de abril para avanzar en los criterios para las pruebas de estrés a las nucleares
La portavoz comunitaria de Energía, Marléne Holzner, informó de la fecha de la reunión –la segunda de este tipo– en la que participarán «representantes de las autoridades nacionales competentes en seguridad nuclear, las empresas y los Ministerios«, si bien matizó que las invitaciones no han sido aún enviadas, por lo que no ha confirmado la lista de asistentes.
El Grupo Regulador de la Seguridad Nuclear en Europa trabaja en la definición de los criterios y la metodología para los exámenes de la seguridad de las plantas y Bruselas calcula que la primera propuesta concreta llegará a mediados de mayo.
Este grupo de trabajo está formado por expertos de las 27 autoridades nacionales, lo que, a juicio del Ejecutivo comunitario, garantiza la «independencia» del organismos, porque «no son los Gobiernos quienes están dentro».
La Comisión no tiene poder para exigir a los Estados miembros que clausuren una planta que no supere el examen porque es competencia de los gobiernos nacionales, pero recuerda que el resultado de los test deberá hacerse público y confía en que sirva de «fuerte presión política» en los casos que desvelen fallos en una central.
En la última reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en Bruselas, tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como la canciller alemana, Angela Merkel, respaldaron la idea de cerrar las plantas inseguras, en caso de que no fuera suficiente con la introducción de «medidas correctoras».
El presidente galo, Nicolas Sarkozy, por su parte, fue categórico al asegurar que los resultados de las pruebas «se publicarán». «Si son concluyentes, asumiremos inmediatamente las consecuencias. Y sólo hay una consecuencia, el cierre inmediato», dijo.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, defendió en una intervención ante el pleno de la Eurocámara que no todos los reactores que suspendan los test de estrés deberán cerrarse, tal y como sostienen España, Alemania o Francia.
«Si una instalación suspende el test, la posibilidad de acciones correctivas queda abierta. En el caso de que una mejora sea técnica o económicamente no factible los reactores tendrán que cerrarse», dijo Barroso a los parlamentarios.
«Pero es posible que haya situaciones en las que una mejora en materia de seguridad tenga sentido desde el punto de vista económico y sea factible técnicamente«, sostuvo.


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