Las redes energéticas recibirán inversiones de 19.400 millones hasta 2016

El Consejo de Ministros aprobó la Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas 2008-2016 en la que se identifican unas inversiones de 19.441 millones de euros en el desarrollo de las redes e infraestructuras energéticas necesarias en los próximos años para garantizar el suministro.

En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Gobierno, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, destacó que las infraestructuras previstas en el documento garantizarán la calidad, seguridad y competitividad del suministro energético y mejorarán las interconexiones internacionales. «Los ciudadanos deben saber que el suministro está garantizado y también el abastecimiento para las infraestructuras punteras, como las desaladoras y el AVE», dijo.

Las infraestructuras del sector eléctrico supondrán inversiones de 9.220 millones, 3.533 millones en líneas de alta tensión y 5.687 millones en subestaciones.

En el gas la inversión global ascenderá a 10.221 millones, 4.585 millones para gasoductos, 3.421 millones para plantas de regasificación, 642 millones para estaciones de compresión y 1.575 millones para almacenamientos subterráneos.

El esfuerzo inversor lo realizarán los agentes del sector, fundamentalmente Enagás y Red Eléctrica de España (REE), empresas que actúan como gestores técnicos, por lo que no tendrán impacto presupuestario, indicó De la Vega.

En electricidad los proyectos previstos suponen la puesta en marcha de 12.270 kilómetros de nuevas líneas de 400 kv y 220 kV, y la repotenciación de 8.308 kilómetros de redes de la misma tensión.

El 68 por ciento de la inversión corresponderá al mallado de la red, interconexiones internacionales y apoyo a la distribución; el 25 por ciento a la evacuación de la producción y el 7 por ciento a la alimentación del AVE.

La Planificación contempla dos nuevas interconexiones con Portugal (una por el norte y otra por el sur) y una con Francia por la provincia de Girona. En esta última, el documento mantiene los planes iniciales de construir una línea aérea en vez de soterrada, a la espera de que en las próximas semanas se tome una decisión definitiva. Si finalmente se opta por soterrar la interconexión, la inversión será mayor que la anunciada, ya que enterrar una línea de alta tensión puede ser hasta 16 veces más caro que hacerla al aire libre.

En el sector gasista, las infraestructuras previstas incrementarán un 71 por ciento la capacidad de regasificación, un 142 por ciento los almacenamientos de GNL, un 80 por ciento la red de gasoductos y un 238 por ciento el volumen de los almacenamientos subterráneos. Para determinar las necesidades futuras, el documento incluye proyecciones sobre el comportamiento de la demanda en los próximos años y los recursos necesarios para satisfacerla.

El consumo de energía primaria en España crecerá a una tasa media anual del 1,4 por ciento hasta 2016, ejercicio en el que alcanzará 165 millones de toneladas equivalentes del periodo (tep), mientras que la demanda de energía final será del 1,6 por ciento, debido al mayor consumo de electricidad.

La intensidad energética (relación entre consumo energético y PIB) descenderá el 1,6 por ciento anual de media, lo que supone un cambio de tendencia respecto al crecimiento continuado registrado entre 1990 y 2004. La estructura de abastecimiento sigue la línea de la anterior planificación (2005-2011), con un aumento importante del peso de las energías renovables y del gas natural y un descenso del carbón y petróleo.

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