Las prospecciones frente a la costa marroquí concluyen sin éxito
Galp, operador del proyecto, con un 50% del capital, y Tangiers, socio con un 25%, reconocen que no encontraron hidrocarburos ni en su objetivo secundario, más superficial, ni en los estratos del Jurásico Medio. Como consecuencia de ello, el pozo será «sellado y abandonado siguiendo las prácticas habituales en la industria», añaden. La perforación del pozo Tao-1, situado en el bloque del Atlántico conocido como Tarfaya Offshore, al este de las cuadrículas asignadas por España a Repsol, comenzaron el 26 de junio y alcanzaron una profundidad total de 3.518 metros.
Este es el tercer intento fallido de búsqueda de petróleo que tiene lugar en los últimos meses en las aguas que separan Canarias de Marruecos, tras los protagonizados por Cairn Energy. El primero de ellos se hizo en diciembre al noreste de Lanzarote, en la cuadrícula denominada Foum Draa, al sur de Agadir. El segundo, se perforó en marzo más al sur, en la zona de Cabo Juby, en una cuadrícula vecina a las asignadas a Repsol en aguas españolas.
Actualmente Repsol trabaja para establecer su base de operaciones en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, a la espera de recibir los permisos definitivos del Ministerio de Industria. La compañía considera que tiene casi un 20% de probabilidades de encontrar un yacimiento de hidrocarburos importante en esas aguas, concretamente en el emplazamiento conocido como Sandía. Aunque planteaba hacer dos perforaciones, con independencia del resultado de la primera, ahora asegura que todo dependerá de lo que ocurra en Sandía .


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