«Las primas a la energía eólica no constituyen una ayuda, sino una forma compensatoria de crear un mercado en el que todos tengan las mismas oportunidades»

PREGUNTA.- El 2007 ha sido a menudo definido como un año de gran inseguridad jurídica. Sin embargo, ha terminado con un récord de instalación de energía eólica y de fotovoltaica. ¿Cómo se referiría al último ejercicio?

RESPUESTA.- Ha sido un año de consolidación, en el que ha sido necesario estar pendientes de cómo podrían afectar los cambios regulatorios al futuro desarrollo de la energía eólica. La redacción del decreto (661/2007) permite la continuidad del desarrollo de la actividad eólica aunque con unos parámetros ligeramente diferentes. Por otro lado, se abren nuevas perspectivas gracias a los objetivos planteados, y hemos vislumbrado la capacidad de alcanzar 40.000 MW en España, lo que crea unas expectativas muy importantes de cara al futuro de este sector.

PREGUNTA.- ¿Qué es lo que ha ocurrido para que haya resultado, por una parte, un año de intranquilidad para el sector, y por otro, se hayan registrado récords en la instalación de potencia?

RESPUESTA.- Han coincidido una serie de factores, no hay una única causa para explicar estos hechos. Entre estas circunstancias figura la maduración del mercado, de una cartera de proyectos que venía de años anteriores, o el intento por parte de algunos promotores de acogerse a la legislación anterior.

PREGUNTA.- ¿Puede decirse que algún gobierno ha favorecido más a la energía eólica, o a las renovables en general, que otro?

RESPUESTA.- Si algo caracteriza a España en este momento es el gran consenso social y político en el ámbito de las energías renovables, difícil de encontrar en otros países de nuestro entorno.

Las energías renovables recibieron inicialmente el apoyo del Partido Socialista, nacieron con él, florecieron durante los Gobiernos del Partido Popular y ahora han continuado con el Partido Socialista. Ahora existe una gran confianza sobre el hecho de que, gane quien gane, nuestro sector va a seguir en marcha. Ya no se trata exclusivamente de energías renovables, sino de un sector económico e industrial. Es difícil calcular con exactitud el número de empleos directos, pero son miles de puestos de trabajo creados y cuenta con una capacidad de generación de riqueza muy importante. En 2007 las exportaciones superaron los 1.500 millones de euros. Creemos que cualquier nuevo Gobierno tiene que valorar, por un lado, la importancia de los acuerdos ambientales internacionales, y por otra parte, la importancia económica que tiene el sector. Y eso debe hacerlo antes de tomar cualquier decisión.

PREGUNTA.- Lo que sí parece que viene entendiéndose, cada vez más, es que la energía se ha convertido en un vector económico. Y las energías renovables van a tener mucho que ver con el desarrollo industrial y económico de España y del mundo.

RESPUESTA.- El cambio tecnológico que suponen las renovables va a producirse inevitablemente. En España ya perdimos la oportunidad de desarrollo con el ferrocarril; mientras que en otros países fue un fenómeno que produjo una industrialización adicional, en España no se dio una revolución tecnológica adecuada y nos limitamos a importar la tecnología.

Si trasladamos este hecho al presente, podemos comprender fácilmente que, o desarrollamos nosotros la energía renovable, y hacemos que afecte al entorno como en su día ocurrió con el ferrocarril, o seremos colonizados, pero sin impacto industrial. Se ha hecho bien, y hoy en día poseemos un sector industrial tecnológicamente muy potente, muy competitivo –Gamesa es el segundo fabricante mundial-.

El sector no es, como a menudo se piensa, un vampiro de la economía, que drena los recursos dedicados a las renovables; es un sector que está aportando mucho a la economía española. Hay pocos sectores de alto nivel tecnológico con un amplio futuro en el que España tenga este posicionamiento de líder. Los políticos deberían de mimar el sector eólico, para no perder la posición que tenemos.

PREGUNTA.- Siguiendo por esa línea, ¿cree que se está cuidando suficientemente al sector? Es decir, con el apoyo actual, ¿cree que España tiene las mismas posibilidades de seguir siendo líder del mercado mundial en energía eólica?

RESPUESTA.- Bueno, hablar de “suficientemente” es difícil, pues siempre hay posibilidad de ver la botella medio llena o medio vacía. Pero a todo inversor le interesa la estabilidad. No nos gusta que se esté cambiando constantemente el marco legislativo, pues cada vez que se produce un cambio, se establece como algo duradero, y la realidad es que sólo es válido hasta que se produzca el próximo período electoral o el próximo cambio de ministro. El sector necesita estabilidad para poder trabajar.

Será interesante ver lo que ocurre después de que alcancemos los 20.150 MW. A nosotros nos gustaría que el marco regulatorio que surja en ese momento se asemeje lo máximo posible al sistema actual.

PREGUNTA.- La energía eólica es una de las más maduras del sector de las energías renovables. ¿Cuándo dejarán de necesitar ayudas, teniendo en cuenta que el mercado eólico ya es un mercado desarrollado?

RESPUESTA.- Desde mi punto de vista, no se trata de ayudas, sino de formas compensatorias de crear un mercado en el que todo el mundo tenga las mismas oportunidades. En el mundo de la energía nos encontramos con un supuesto mercado que no es tal, puesto que no existe una oferta y una demanda que generan un precio de intercambio. El precio de cualquier fuente de energía está motivado por una serie de cuestiones políticas y de condicionantes; y todos los costes no están repercutidos en las energías.

La prima trata de compensar la no internalización en las fuentes de energías convencionales de todos sus costes. De lo contrario, se obliga a las renovables a ser competitivas, pero con una mano atada a la espalda, por lo que no se compite en igualdad de condiciones.

El desafío de la energía eólica es que llegue un momento en que pueda ser independiente de las decisiones de los políticos. Se intenta reducir los costes de la energía eólica, pero al mismo tiempo las materias primas para su construcción se encarecen como consecuencia del crecimiento de la demanda de los países emergentes.

Los costes de promoción también son más altos; los emplazamientos en los mercados más maduros tienen una curva marginal decreciente; es un sector muy intensivo en I+D, en cuyo mercado se demandan cada vez más aerogeneradores con características diferentes. Se nos pide una cada vez mayor calidad de integración de la energía, impacto ambiental, ruido… y todo eso acarrea unos costes.

Otro condicionante es que estamos introduciendo nuevos aerogeneradores en el mercado sin haber amortizado aún los anteriores, lo que genera una estructura de costes que no es la que podría hacer bajar los precios. Los aerogeneradores hoy son mucho más fiables, más robustos, dan una mejor calidad, se integran mejor en la red, tiene un menor impacto ambiental y menores niveles de ruido.

PREGUNTA.- Comenta que la inversión en I+D+i es constante. Ya existen aerogeneradores de unos 6-7 MW. Al igual que los generadores de hace diez años no llegaban al megavatio, o incluso a la mitad, y hoy se fabrican de 2,5 e incluso 3 MW, ¿dónde podría estar la tecnología eólica en un plazo de entre 5 y 10 años?

RESPUESTA.- El desafío está, más que en crecimiento por unidad de potencia, en otro tipo de aspectos. Creemos que para seguir creciendo, el sector tiene que responder a desafíos como el de quebrar la relación “mayor potencia-mayor precio”. Es decir, no porque un aerogenerador sea más potente tiene que ser más caro, sino al contrario.

Además hay que resolver problemas logísticos. En muchos países, se da lo que yo denomino “la ecuación perversa de la energía eólica”: donde hay más viento, las poblaciones humanas no se han instalado. Esto suele derivar en que son zonas más protegidas medioambientalmente y con peores infraestructuras. A menudo es difícil llegar a esos emplazamientos con los aerogeneradores actuales, y lo será más si seguimos creciendo. Hay que buscar concepciones de aerogenerador que resuelvan estos problemas logísticos, reduzcan el ruido, estudien el impacto en las aves… La eólica marina también tiene que resolver sus problemas tecnológicos para que pueda convertirse en una alternativa real.

PREGUNTA.- ¿Puede ser España, por sus circunstancias geográficas, un país con gran potencial de desarrollar la tecnología eólica marina?

RESPUESTA.- Honestamente, no lo creo así. En España, la plataforma continental es muy reducida, y eso constituye un problema. Por otra parte, la reciente normativa que pretende evitar perjuicios al transporte también ha vetado algunas de las zonas más interesantes para este propósito. El potencial de España no es tan alto como parece y no se puede evitar la conexión a la red. Con lo cual, los mismos cuellos de botella de las infraestructuras de tecnología también están para la eólica marina.

El offshore tendrá un desarrollo importante a medio plazo en la plataforma continental del Mar del Norte. Se dan una serie de condiciones que benefician allí el desarrollo eólico. La competición con el offshore en esas zonas es positiva porque son zonas muy antropomorfizadas, no hay emplazamientos, salvo en Escocia. Pero no hay terreno para grandes parques en Alemania, Holanda, Dinamarca, o Suecia. Si los desarrollos tecnológicos alcanzan el grado de madurez necesaria, habrá un gran desarrollo en esa zona.

Pero mientras no se consiga reducir los costes de esta tecnología de forma importante, su desarrollo a escala global se verá muy limitado. Esto no quiere decir que no creamos en la tecnología marina; la apoyamos, y con fuerza. Pero estamos delimitando sus posibilidades en el momento actual.

PREGUNTA.- Respecto a la falta de gestionabilidad que caracteriza a la energía eólica, ¿tienen previstos los fabricantes y promotores de parques eólicos la instalación de sistemas de generación alternativa para suplir la falta de energía?

RESPUESTA.- Sí, esa es una de las líneas en las que se ha trabajado mucho, la falta de gestionabilidad. En ese sentido se puede decir que ha mejorado considerablemente la calidad de la energía que se integra en la red, y en este momento hay varios proyectos piloto de integración con centrales de bombeo, con hidrógeno, con otras fuentes de energías renovables combinadas. Es una línea que se ha barajado mucho. Una solución con la que nos gustaría contar en el futuro es poder definir parques eólicos que produjeran energía como una central energética convencional, de forma constante y previsible. Hay varios proyectos en esta línea.

PREGUNTA.- ¿Cómo han recibido el paquete de medidas de lucha contra el Cambio Climático propuestas por la Comisión Europea?

RESPUESTA.- Como todo lo que es nuevo, significa una gran oportunidad y al mismo tiempo, una amenaza. Es una oportunidad importante para consolidar y definir mejor lo que pasará en España después de los 20.150 MW, pues las empresas españolas ya no se limitan al territorio nacional, de modo que lo que ocurra en otros mercados europeos afectará a las empresas españolas. Existen grandes posibilidades en aquellos mercados que todavía no tienen unos marcos regulatorios adecuados para el desarrollo de la tecnología eólica.

Es necesario ser muy cuidadosos en la forma de proceder. La redacción de los primeros borradores ha sido preocupante, ya que generaban una especie de mercado único de certificados verdes en la UE y consideramos que todo aquello que desestabiliza el mercado no es bueno. Los certificados verdes son muy complejos y no se puede opinar sobre ellos si no se conocen todos los términos sobre los que se va a estructurar un mercado. Considerábamos que era un error dejar a los países la implementación a nivel nacional de los esquemas que ellos desearan, y que en todo caso el comercio de certificados verdes sólo puede ser obtenido por los países una vez que han alcanzado sus objetivos nacionales. La redacción final de esta directiva recoge todo esto, y es satisfactoria.

El plan de Europa para fomentar las renovables presenta un hueco adicional importante, y es que no establece un sistema de penalizaciones, por lo que los países no saben qué ocurrirá si no cumplen. Y no sólo eso: una línea de la directiva establece que, por causas de fuerza mayor, un país podría no cumplir con la norma. Pero no se define qué es causa de fuerza mayor.

Son dos aspectos que es necesario limar antes de que la directiva salga adelante.

PREGUNTA.- Como importante agente del sector eólico, y por su experiencia en Gamesa, su perfil profesional difiere en cierta medida del de su predecesor al frente de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Carlos Martínez-Amago, un hombre procedente del sector bancario. Esta diferencia de perfiles, ¿influirá en el rumbo que sigue la Asociación?

RESPUESTA.- En absoluto. La Asociación trabaja muy unida. Tenemos una comisión permanente y trabajamos en equipo. Hoy en día, el sector eólico no es un sector monodireccional en el que sólo hay promotores o tecnólogos. Hay un componente industrial importante, un componente financiero igualmente importante, un componente de promotores. Formamos un gran equipo y tratamos de recoger todas las sensibilidades; creo que así lo hacía Juan Carlos, y yo no soy un presidente de una parte de un sector de la Asociación, sino de toda ella. Mi misión fundamental será recoger todas las sensibilidades, y hacer de la Asociación una casa común donde se busca explotar sinergias y defender los intereses del conjunto del sector.

He ocupado este cargo con un espíritu de gran responsabilidad, porque el eólico es un caso de éxito. Se ha consolidado muy rápidamente, con un ejemplo de calidad y profesionalidad por parte de sus empleados, y de cómo ha sido gestionada hasta ahora. Mi desafío es seguir consolidando la AEE, dar mucha atención a los aspectos técnicos de la asociación, al servicio que se da a los asociados de la capacidad técnica que tiene la AEE, con transparencia y constante diálogo con todas las empresas del sector. Un lugar común, donde todos vengamos a poner cosas en común, que unan y no que dividan, a seguir haciendo grande este sector entre todos.

PREGUNTA.- ¿Cómo ve la posible toma de control de Iberdrola por parte de EDF y, en su caso, ACS?

RESPUESTA.- Desde la Asociación no entramos a juzgar movimientos accionariales de las empresas. Creemos que el desarrollo de Iberdrola en la energía eólica ha sido modélico, y es muy bueno para España que haya una empresa líder a nivel mundial en el campo de promoción de las inversiones; nos gustaría que eso siguiera así. La composición accionarial de las empresas no es motivo de discusión en nuestra comisión permanente ni en ningún órgano de la Asociación.

PREGUNTA.- Hablando en términos de crecimiento económico y exportación, ¿en qué dirección se mueve la energía eólica española?

RESPUESTA.- La eólica española se está volcando en este momento en el mapa europeo, incluso en el mapa internacional, y está abandonando todas aquellas zonas en las que no es rentable. En estos momentos son fundamentalmente Europa, EEUU, el foco de atención de la industria eólica española. En menor medida, pero también de forma importante China, y por último, Latinoamérica. Son las zonas geográficas hacia donde se está orientando. La prioridad, Europa y EEUU.

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