Las nuevas torres de refrigeración de la nuclear de Almaraz (Cáceres) estarán en marcha antes de verano

Estos son los plazos que maneja la CAN para poner en marcha una de las grandes infraestructuras que está acometiendo la planta nuclear de la provincia cacereña y que supondrá una inversión de unos 25 millones de euros.

Esta obra, que supone la construcción de unas veinte torres de quince metros de altura, se está ejecutando para rebajar la temperatura del agua del embalse de Arrocampo, construido con fines industriales para refrigerar los circuitos de la CAN.

Con estas torres se pretende mejorar el vertido térmico al río Tajo sobre todo en los años de mucha sequía, de manera que el agua que el embalse de Arrocampo vierte al Tajo llevará una temperatura inferior en aproximadamente dos o tres grados a la que actualmente arroja, una cifra que en verano podría llegar a cuatro grados menos.

Por otra parte, Bernaldo de Quirós informó también de otras mejoras que se van a llevar a cabo en la central cacereña debido a las nuevas exigencias en medidas de seguridad de la Unión Europea y que tendrán que acometerse antes de 2015, una vez se conozcan los resultados definitivos de los test de estrés que se están llevando a cabo.

Por ejemplo, el director se refirió a modificaciones en los venteos filtrados y además la central adquirirá equipos diésel transportables para casos de fallo de energía eléctrica.

En este año 2012 se está reforzando ya la parte administrativa para poner en marcha los nuevos procedimientos de respuesta en caso de accidentes que provoquen «daños extensos», según explicó Quirós.

Según dijo Quirós, en estos momentos el organismo regulador de los test de estrés está evaluando los informes enviados a la Unión Europea por cada país y «en marzo o abril habrá una visita de los grupos de expertos a cada país para redactar el informe definitivo de la situación».

No obstante, añadió que las centrales españolas «cumplen» con el diseño y los márgenes identificados en esas nuevas directrices europeas aunque «se han propuesto determinadas mejoras adicionales para hacer frente a accidentes extremos que no estaban previstos en el diseño original de las plantas».

El director de la CAN realizó estas declaraciones a preguntas de los periodistas tras la presentación del libro «Almaraz, un entorno para admirar» que pretende resaltar la riqueza ornitológica del embalse de Arrocampo como recurso turístico.

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