Las nucleares que no pasen los test de estrés tendrán que cerrar, según Sebastián
Sebastián defendió que los exámenes de resistencia de las plantas nucleares de la Unión Europea estén completados «antes del último trimestre de este año» y que sus resultados sean públicos «para que la opinión pública esté tranquila».
«Deben ser unas pruebas de esfuerzo muy rigorosas, que incluyan no sólo el riesgo de catástrofes naturales, incluyendo el riesgo de inundación, sino también el riesgo de accidentes, accidentes aéreos o de ataques terroristas«, afirmó.
«Si las centrales nucleares no superan esas pruebas habrá que prescindir de su actividad», aseguró el ministro de Industria. «La seguridad es la primera variable que los Gobiernos y los organismos reguladores van a tener en cuenta», ha insistido.
A pesar de esta argumentación, Sebastián recalcó que las plantas españolas «son seguras» pero «no está de más» realizar pruebas adicionales. No obstante, Sebastián consideró «muy prematuro hablar de que va a haber deficiencias». En el caso de las centrales españolas, no hay riesgo de tsunami y ya ha habido informes sobre riesgos sísmicos. «No está de más que haya un test complementario, pero ese riesgo sísmico ya está incorporado en la autorización de las centrales», argumentó.
También se analizará el riesgo de inundación, aunque según recordó el ministro de Industria ya fue una de las condiciones consideradas por el Consejo de Seguridad Nuclear. El Consejo, insistió, ya revisa cada 10 años de forma «exhaustiva» la seguridad de las centrales.
Eso sí, las pruebas de resistencia tendrán «muy en cuenta» el funcionamiento de los «sistemas auxiliares de refrigeración» porque «es donde ha fallado aparentemente la central de Fukushima».
Sebastián admitió que el accidente en Japón congelará o retrasará nuevas inversiones en energía nuclear en Europa. También dificultará la decisión sobre el emplazamiento del almacén temporal de residuos nucleares (ATC), aunque de momento ninguna población ha retirado su candidatura.
«Entendemos que el tema del almacén despierte recelos en los ciudadanos», indicó. «Habrá que explicar que el ATC es un elemento seguro, que no conlleva ningún riesgo, pero lógicamente reconozco que todo lo que tenga que ver con decisiones en materia nuclear ha sufrido las consecuencias de lo que ha ocurrido en Japón y habrá que hacer un ejercicio extraordinario para convencer a los ciudadanos de la bondad de este almacén».
Asimismo, los ministros de Energía de la Unión Europea criticaron el alarmismo de las declaraciones del comisario del ramo, Gunther Oettinger, que la semana pasada calificó de «apocalipsis» la situación en Fukushima. «El comisario Oettinger no ha tenido una semana muy afortunada, así se lo hemos dicho varios Estados miembros, algunos con más dureza que otros«, dijo Sebastián.
«Una cosa es el debate nuclear, que siempre debe ser bienvenido, otra cosa es exigir condiciones de seguridad y lo tercero es crear alarma injustificada, que no ayuda ha nadie», insistió el ministro de Industria.
Durante el Consejo de Energía, Sebastián presentó a sus homólogos una propuesta española para mejorar la seguridad energética de Europa, que según dijo es «una de las zonas del mundo más dependientes» y «más vulnerables» en materia energética.
De hecho, Sebastián pidió a la Unión Europea que reconsidere su decisión de suprimir las ayudas públicas al carbón después de 2018, adoptada el pasado diciembre, teniendo en cuenta el impacto sobre los precios de la energía del terremoto de Japón y las revueltas en los países árabes. Su solicitud recibió el respaldo expreso de Polonia, Lituania y Rumania.
«Conviene replantearse si lo que hemos decidido sobre el carbón, que es nuestra única fuente fósil autóctona en Europa, es razonable o le debemos dar una repensada», dijo el ministro de Industria tras la reunión extraordinaria del Consejo de Energía de la Unión Europea convocada para examinar el impacto de la crisis de Japón y Libia.
«El carbón puede servir de respaldo en el caso de que haya dificultades o de precio o de suministro en las materias energéticas que importe Europa o en el caso de que Europa deje o no aumente su generación nuclear», resaltó.
Además de revisar el fin de las ayudas al carbón, el ministro de Industria defendió potenciar las energías renovables con más ayudas europeas, incentivos fiscales coordinados y objetivos vinculantes más allá de 2020 para dar seguridad a las inversiones.
Sebastián pidió además fijar objetivos vinculantes en materia de interconexiones energéticas y prestar apoyo financiero a las empresas de servicios energéticos para aumentar el ahorro. Finalmente, el ministro de Industria reclamó de nuevo impulsar el coche eléctrico para reducir la dependencia del petróleo.
La industria nuclear reitera que las centrales son seguras
Por su parte, el Foro de la Industria Nuclear española reiteró que las centrales españolas cumplen el «máximo nivel de seguridad» y que operan con unas bases de diseño «sólidas» establecidas por los estándares de seguridad nacionales y contrastadas internacionalmente, después del anuncio del ministro de Industria, que subrayó que las plantas que no pasen los ‘test’ de estrés dejarán de operar.
Además, el Foro Nuclear aseguró su voluntad de participar «de forma activa en cuantas lecciones» puedan aprenderse del accidente de la central nuclear de Fukushima, trabajando para continuar garantizando la seguridad de las instalaciones y para cumplir los nuevos criterios que de las nuevas evaluaciones puedan derivarse.
«Hoy por hoy» Garoña cerrará en 2013, pero la decisión dependerá de pruebas de estrés
Asimismo, el ministro de Industria aseguró que «hoy por hoy» el Gobierno mantiene la fecha de cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) en 2013, pero matizó que la decisión final dependerá de lo que ocurra con el resultado de las pruebas de resistencia que realizará el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
«Garoña tuvo un examen en 2009 por parte del Consejo de Seguridad Nuclear, que es el que tiene que determinar las condiciones de seguridad. Vamos a ver el resultado del nuevo test y, en función de lo que ocurra, el Gobierno tomará la decisión que, hoy por hoy, es la de mantener la fecha de cese de actividad en 2013«, declaró.
Por su parte, el portavoz de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), Elías Fernández, señaló que el Consejo de Seguridad Nuclear analizó en 2009 «todos los informes» de la planta, que incluían pruebas de seguridad y que entonces «dio el visto bueno técnicamente». En todo caso, aseguró que desconoce si ahora va a haber una nueva petición con nuevos requerimientos a todas las centrales.
También, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, insistió en demandar al Gobierno «el mismo trato» para la central de Santa María de Garoña que para el resto de nucleares de España y si con las nuevas pruebas previstas tras la catástrofe de Japón se confirma su seguridad, exigió que «vuelva atrás» en su decisión de cierre para 2013.
Herrera reiteró que tras el accidente nuclear en Japón, es «legítimo y lógico» que se arbitren medidas suplementarias de control a estas infraestructuras, pero una vez que se establezcan, se adopten las decisiones oportunas en consecuencia a sus resultados también para Garoña.
En cambio, la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda de Castilla-La Mancha, María Luisa Araújo, afirmó que el canon eólico permitirá incrementar la presión fiscal para que las centrales nucleares paguen más impuestos, que tener almacenados residuos radiactivos en la región sea más caro y que las emisiones contaminantes a la atmósfera cuesten más y las empresas tenga que compensar a los ciudadanos.



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