Las fuentes que suministran gas a la Unión Europea
La Unión Europea, importador neto de energía, sólo genera alrededor del 40% de su consumo de gas, mientras que el resto se importa fundamentalmente de Rusia (25,5%) a través de tres grandes gasoductos, Noruega (16,7%), Argelia (10,9%) y Nigeria (2,7%), según datos comunitarios del año 2006.
La «guerra del gas» entre Moscú y Kiev, que ha cortado el suministro de gas ruso a Europa vía Ucrania, ha reavivado la alarma sobre la dependencia energética de la UE de Rusia.
Por zonas, la producción de gas del Mar del Norte llega a Europa mediante una red de gasoductos con ramificaciones en Noruega (principal extractor y segundo exportador de gas a la UE), Reino Unido, Holanda y Dinamarca. Por ejemplo, Reino Unido y Holanda cubren el 90% de sus propias necesidades.
El resto del gas llega de forma licuada en buques metaneros, salvo en el caso de Rusia, principal exportador de la región.
En 2007, los países europeos compraron a Rusia, que posee un tercio de las reservas globales de gas, un total de 168.500 millones de metros cúbicos (168,5 bcm) de gas ruso, un 4,3% más que en 2006.
Este gas entra en Europa principalmente por tres grandes sistemas de gasoductos, el mayor de los cuales pasa por Ucrania, el segundo por Bielorrusia y un tercero por Turquía.
– Ucrania
El 80% pasa por la red que cruza Ucrania, que es a su vez el mayor comprador de gas ruso, y que consta de cuatro sistemas de tuberías que por tres ramificaciones alimentan el sur y el centro de Europa. Por Ucrania pasan diariamente 300 millones de metros cúbicos camino de Europa.
– Bielorrusia.
El principal gasoducto de este sistema es el Yamal-Europa, con una capacidad de 74 millones de metros cúbicos diarios, que atraviesa Bielorrusia y Polonia hacia Alemania.
– Lituania
Otra ramificación va desde Bielorrusia a Lituania y continúa hacia los países bálticos. Finlandia recibe el gas directamente del territorio ruso, por una conducción que no pasa por terceros países.
– Turquía
El gasoducto Blue Stream, con capacidad para 33 millones de metros cúbicos, lleva gas hacia Turquía a través del Mar Negro.
Rusia no oculta su deseo de convertir a Turquía en país de tránsito y continuar el Blue Stream hacia Rumania y Bulgaria, esquivando así la rama sur del sistema ucraniano.
Ankara, sin embargo, prefiere desarrollar su propia política energética y convertirse ella misma en suministradora de gas a Europa, sumando al Blue Stream ruso un nuevo gasoducto cuya construcción discute con Azerbaiyán y Turkmenistán.
– El South Stream y el North Stream
Gazprom tiene en proyecto dos nuevos gasoductos, que le permitirían dejar de depender del tránsito por países como Ucrania, Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, con los que Moscú mantiene relaciones tirantes.
Por un lado, el proyecto «South Stream» aspira a unir Rusia con Bulgaria, donde se bifurcará: su ramal del norte pasará por Serbia, Rumanía, Hungría y Austria, y el del sur lo hará a través de Grecia, con posibilidad de conexión con Italia.
El proyecto «North Stream«, o Gasoducto de Europa del Norte (NEGP), permitirá a Rusia suministrar gas directamente a Europa, por debajo del Mar Báltico hacia Alemania. Este proyecto tendría un elevadísimo coste económico y gran dificultad técnica al sincronizar el tendido de los dos tramos del gasoducto: el terrestre y el submarino.
El terrestre, de 917 kilómetros de largo, enlazaría las ciudades rusas de Griazovets y Viborg (costa báltica), mientras el submarino, que tiene un ramal hasta Suecia, cruzará el Báltico hasta llegar al puerto alemán de Greifswald, tras recorrer 1.198 kilómetros. A los problemas técnicos, se suman la oposición y los recelos de los países ribereños tanto del Mar Negro como del Báltico.
– Turkmenistán
No todo el gas que Rusia exporta a Europa es de producción propia. Hasta este año a Rusia le es más rentable comprar gas natural a ex repúblicas soviéticas, sobre todo Turkmenistán, que extraerlo de sus yacimientos siberianos.
Gazprom, que posee el monopolio de la exportación del gas ruso, tiene un acuerdo con Turkmenistán para la exportación de 50.000 millones de metros cúbicos de gas anuales que expira en 2009.
A partir de este año, sin embargo, el precio del gas asiático ha subido fuertemente y ya no reportará los mismos beneficios a Rusia, que no obstante contará con una comisión del 25-30 por ciento.




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