Las eólicas piden coherencia entre la normativa estatal y los concursos autonómicos

Tras la presentación del «Estudio macroeconómico del impacto del sector eólico en España» en 2009, encargado por la AEE, su presidente, José Donoso, insistió en la necesidad de acabar con la incertidumbre regulatoria que pesa sobre el sector y afirmó que ésta no acabará hasta que se fije el marco que regulará la energía eólica a partir de 2013.

Donoso apuntó que han pedido al Ministerio de Industria que las negociaciones sobre ese marco regulatorio comiencen cuanto antes y subrayó que la mayoría de los parques contemplados en los concursos abiertos o asignados se comenzarán a construir a partir de 2013.

«Si las reglas del juego que salgan no son suficientemente claras para los inversores y no dan una retribución razonable, puede que se quede todo en buenas intenciones», advirtió Donoso, que pidió un acuerdo «general» para que «lo que se diga a nivel del Estado central sea coherente con lo que se diga a nivel autonómico».

Insistió en que el sector puede entrar en un «efecto tijera» si por un lado, los ingresos son cada vez más cortos y por otro, los ayuntamientos y las comunidades exigen al sector una mayor contribución (vía tasas) y les imponen determinadas condiciones en los concursos, como establecer una fábrica en la región.

Explicó que aunque aún no se conocen las reglas del juego para más allá de 2013, las empresas se están presentado a los concursos para «no perder la vez», pero advirtió que si luego la retribución no compensa se retirarán y no harán los parques previstos porque «nadie te puede obligar a que pierdas dinero».

Por otra parte, confió en que el Consejo de Estado dé luz verde cuanto antes a los decretos en los que han quedado plasmados los acuerdos que el sector alcanzó con el Gobierno antes del verano en cuanto al recorte de primas hasta 2012 (cuando vence la regulación) y en los que se ha incluido de forma «sorpresiva» cambios en la remuneración de la «energía reactiva» que genera el sector.

Apuntó que estos cambios supondrán un recorte de unos 60 millones de euros, a lo que añadió que, en principio, se mantiene la rebaja de horas con derecho a prima, así como de un 35% en la tarifa para las plantas acogidas a la retribución del Real Decreto 661/2007.

«Esperamos que no haya más cambios» respecto a lo acordado, apuntó Donoso, que recordó que el eólico es un sector regulado y que si se rompe la seguridad jurídica será difícil «convencer a los inversores que siegan apostando por él».

Preguntado sobre el conocido como «céntimo verde» (mecanismo con el que se gravaría a los carburantes para compensar el coste de las renovables), Donoso lo valoró de forma positiva. «Puede ser una salida a la situación actual», consideró, ya que permitiría al sector eléctrico «compartir los costes de las renovables».

Con todo, dejó claro que «la iniciativa no parte del sector eólico», que tampoco ha cuantificado a cuánto debería ascender ese impuesto. Además, explicó que cada energía renovable tiene sus propias características, de tal modo que no se pueden meter todas en el mismo saco y cada una requiere su propia normativa.

Por otra parte, Donoso calculó que este año se habrán instalado unos 1.500 megavatios eólicos en España y que se cumplirá con el objetivo de finalizar el ejercicio con 20.150 megavatios.

Según el estudio, elaborado por Deloitte, en 2009 el sector eólico aportó al PIB unos 3.200 millones de euros, el 15,7% menos que hace un año, y perdió 5.000 empleos debido a la incertidumbre regulatoria y la crisis económica y financiera.

Según sus datos, las primas a la eólica supusieron en 2010 1.577 millones de euros. Además, el sector dio empleo a 35.719 personas, supuso un ahorro de 1.541 millones de euros en importación de energías fósiles y otros 270 millones de derechos de emisión de CO2. Tuvo una contribución directa en el PIB de 1.953 millones de euros y supuso exportaciones por valor de 2.104 millones.

«El sector eólico se enfrenta a una situación de incertidumbre»

Por su parte, el director general del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), Alfonso Beltrán, admitió que el sector eólico se enfrenta a una situación de «incertidumbre», a la espera de que el Gobierno apruebe el marco por el que se regirá hasta 2020.

Beltrán señaló que «la incertidumbre regulatoria es un elemento sobre la mesa. No es un secreto y sería absurso negarlo. Otra cosa son las razones» de dicha incertidumbre.

Destacó, asimismo, la importancia de los elementos regulatorios y la importancia de despejar dudas cuanto antes. «Las soluciones a un problema regulatorio nunca son fáciles, porque hay elementos diferentes a conciliar para que haya algo mejor, que elimine los problemas planteados», dijo.

En este sentido, incidió en los «esfuerzos» que se hacen para acabar con esta situación y expresó su deseo de que la nueva normativa no se retrase «demasiado».

Asimismo, Beltrán explicó que el nuevo Plan de Energías Renovables hasta 2020 se está ya elaborando y que, en pocos días, se empezará a debatir con el sector al respecto. En su opinión, uno de los elementos que más van a costar será lo relativo a la energía eólica marina, cuyo peso en la actual planificación es aún limitado.

Además, se tratará la integración de la red eólica en el sistema eléctrico, las interconexciones, las tecnologías emergentes, el vehículo eléctrico y la eólica de gran tamaño, siempre con el objetivo de «salir de este parón».

Preguntado sobre los rumores de marcha del secretario de Estado de Energía Pedro Marín, el director general del IDAE dejó claro que, además de «marineros», «siempre hay un patrón» al frente de la política energética. «Otra cosa es que cambien; eso es ley de vida, pero sigo teniendo patrón. Sobre su futuro, probablemente ni él mismo lo conozca», dijo.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *