Las empresas presentes en Venezuela restan importancia al efecto de la devaluación

La empresa española más afectada por esta decisión es Telefónica, que cuenta con dividendos pendientes de su conversión desde 2006 cuya cantidad en bolívares superaba los 2.000 millones de dólares antes de la devaluación.

Por ello, los títulos de Telefónica lideraron las caídas del Ibex-35, con un descenso que llegó a ser del 2,87 por ciento, ante las previsiones de una reducción de ingresos en concepto de dividendo próxima a los 1.000 millones de euros a través de su filial CANTV.

No obstante, la compañía que preside César Alierta confirmó ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) todas sus previsiones de rentabilidad a corto y medio plazo y sus objetivos de dividendos hasta 2012, pese a admitir que la devaluación afectará a sus ingresos.

Repsol, otra de las empresas con intereses en la zona, aseguró que la devaluación tendrá un impacto «inapreciable» en sus cuentas, ya que la inmensa mayoría de sus ingresos en Venezuela se contabilizan en dólares.

En concreto, la petrolera hispano argentina explicó que la venta de productos petrolíferos -su principal negocio- se realiza en dólares y que sólo ingresa en moneda local unas pocas partidas de escasa magnitud.

La eléctrica Iberdrola también descartó que la devaluación afecte a sus ingresos, ya que su negocio en el país se basa en la construcción de infraestructuras energéticas con contratos «llave en mano» -a precios cerrados-, que cuentan con garantías y que cobra en dólares.

En cuanto al BBVA, los expertos consideran que el impacto de la devaluación del bolívar puede quedar «bastante solapado» en las cuentas de la entidad, ya que el Banco Provincial, su filial en Venezuela, sólo supone el 4 por ciento del beneficio atribuido del grupo.

Sin embargo, señalan que este banco, al igual que otras compañías, tenía dividendos del ejercicio anterior pendientes de repatriar y que ahora mermarían con un cambio menos favorable.

Por su parte, el otro gran banco español, el Santander, se libra de la decisión de Chávez ya que el mes pasado recibió el último pago por parte del Gobierno de Venezuela por la nacionalización de su filial en ese país a cambio de 1.050 millones de dólares (unos 750 millones de euros).

Pese a todo, los títulos de todas estas compañías, con la excepción de Telefónica, registraron esta mañana alzas en el mercado bursátil.

El pasado viernes, Chavez anunció la devaluación de la moneda nacional, hasta ahora en 2,15 bolívares por dólar, de forma que desde ahora regirá con dos tipos oficiales de cambio: uno de 2,6 y otro de 4,3 bolívares, siempre en el marco del control estatal de divisas en vigor desde 2003.

La cotización de 2,6 bolívares se aplicará a las importaciones prioritarias, entre ellas las del sector de los alimentos, la salud, el de maquinarias y equipos, ciencia y tecnología y todas las importaciones del sector público, así como remesas familiares o recursos de consulados y embajadas acreditadas en Venezuela.

«Para todo el resto», dijo el Chávez, se utilizará una paridad de 4,3 bolívares por dólar, que llamó «dólar petrolero» y que afectará a productos como los energéticos, industriales, petroquímicos, automóviles, comercio o telecomunicaciones.

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