Las dudas de Azerbaiyán y la intromisión rusa ensombrecen el futuro de Nabucco
«Nabucco es un proyecto que está muy verde. Suena en las conferencias y en las cumbres, recibe cierto apoyo por parte de Estados y compañías, pero no hay pasos prácticos», aseguró Natik Alíev, ministro de Industria y Energía azerbaiyano.
En el marco de la XVI conferencia internacional sobre petróleo que se inauguró en Bakú, Alíev añadió que «ni siquiera hay fuentes de gas y tampoco se han firmado acuerdos de suministro con nadie».
Según los expertos, Azerbaiyán ha perdido la paciencia ante la falta de avances en el proyecto europeo, que es también apoyado por Estados Unidos, y no está dispuesto a perder la oportunidad de vender su gas al mejor postor, en este caso, Rusia e Irán.
A ello contribuye la lentitud de la burocracia comunitaria para ponerse de acuerdo sobre la imperiosa necesidad de poner en marcha el «Corredor del Sur», destinado a reducir la dependencia del gas ruso.
Azerbaiyán y Turkmenistán son vistos por la UE como los principales suministradores del futuro gasoducto Nabucco, de 3.300 kilómetros y un coste de 4.600 millones de dólares, que uniría el Caspio con Europa a través de Georgia y Turquía, eludiendo el territorio ruso.
«En principio se planeó que por las redes de Nabucco pasaría el gas de Irán y el Golfo Pérsico, y después apareció la región del Caspio», continuó el ministro, según la televisión azerbaiyana.
Al mismo tiempo, Gazprom lanzó en Baku una nueva ofensiva para convencer a la Compañía Nacional de Petróleo de Azerbaiyán para que le venda el gas natural, carburante que Moscú destinaría a sus clientes europeos.
Alíev explicó que Gazprom propone comprar gas azerbaiyano en el marco de la primera fase del proyecto de explotación del yacimiento de Shah-Deniz, uno de los mayores del mundo.
El ministro azerbaiyano comentó que Baku tiene un buen número de ofertas sobre la mesa, entre ellas, una de Irán, que ha expresado su deseo de adquirir todo el gas en la segunda fase de la explotación de Shah-Deniz.
«Debemos valorar todas las ofertas y elegir la más rentable para nosotros desde el punto de vista comercial. Azerbaiyán en diversas ocasiones ha abogado por la diversificación de los suministros de gas», señaló.
La ofensiva de Gazprom en Azerbaiyán es vista como un intento de atar todos los cabos en la región del Caspio para evitar que llegue a buen puerto Nabucco.
Baku, que hasta hace poco importaba gas natural de Rusia, planea para 2015 extraer 45.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
Si vendiera a Moscú una parte de ese gas, apenas le quedaría gas para bombear por la red de Nabucco, y únicamente tomaría parte en ese proyecto apenas como país de tránsito.
De esta forma, se cumplirían los presagios del primer ministro ruso, Vladímir Putin, quien aseguró que Nabucco es un proyecto inviable sin la participación iraní.
No obstante, el representante especial estadounidense de Energía para Euroasia, Richard Morningstar, aseguró esta semana que es prematuro incluir a Irán en proyectos gasísticos internacionales como Nabucco.
Irán ocupa el segundo lugar tras Rusia en cuanto a reservas mundiales de gas, aunque debido a la ausencia de inversiones en infraestructuras importa actualmente carburante de la vecina Turkmenistán.
Según los planes iniciales, Nabucco debería bombear 21.000 millones de metros cúbicos de gas anuales a partir de 2013 y pasaría por Bulgaria, Rumanía, Hungría, Austria y Alemania.
El ministro azerbaiyano estimó en 300.000 millones de metros cúbicos de gas el potencial exportador de la región limítrofe con el Caspio. «Qué volumen irá a Europa nadie lo sabe», apuntó.
Moscú insiste en que Nabucco es un proyecto político e insta a Bruselas a sumarse a sus proyectos alternativos de gasoductos South Stream -a través del mar Negro- y Nord Stream -por el fondo del mar Báltico -como alternativa al tránsito por Ucrania con el fin de «minimizar los riesgos».



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