Las centrales nucleares españolas tendrán que poder funcionar hasta 72 horas sin suministro eléctrico

Se trata de una de las mejoras que deberán emprender las instalaciones atómicas españolas después de la realización de las pruebas de resistencia emprendidas en los parques nucleares, tras el accidente de Fukushima de marzo de 2011, donde fallaron los sistemas de emergencia ante la falta de suministro eléctrico.

La presidenta indicó que las empresas deberán «reforzar los equipos portátiles para asegurar el mantenimiento de las funciones de seguridad de todas las centrales, con generadores eléctricos, bombas y baterías». Ahora se tiene capacidad para mantener la autonomía eléctrica entre 4 y 8 horas, y se busca extenderla hasta 24 horas, sin apoyo externo, y hasta 72 horas con la aportación de equipos ligeros externos.

Además, «las pruebas de resistencia han reafirmado el cumplimiento de las bases de diseño y de licencia de cada instalación», señaló la experta durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados, antes de asegurar que «no se ha identificado ningún aspecto que suponga debilidad significativa de seguridad de las centrales que pudiera requerir la adopción de actuaciones urgentes».

Eso sí, avisó de que también ponen de manifiesto la existencia de márgenes de seguridad más allá de las bases de diseño, a la vez que consideró que «existen mejoras para incrementar los márgenes de seguridad y reforzar la respuesta en emergencias».

En este sentido, detalló que existen tres plazos para implantar las mejoras, que se jerarquizaron en cuanto a magnitud y relevancia por fases, siendo las de corto plazo antes de que acabe 2012, las de medio durante 2012 y 2014, y a largo plazo antes de fin de 2016.

Igualmente, se deben reforzar los equipos portátiles de alimentación eléctrica, para asegurar el mantenimiento de la seguridad; de igual forma que se van a instalar venteos filtrados de la contención, así como quemadores pasivos de hidrógeno en todas las centrales, para evitar parte de la contaminación vertida al exterior.

Es más, indicó que la gestión de accidentes severos será un requisito de licencia, además de que se creará un centro de apoyo en emergencia, con capacidad de intervención en todas las centrales en un máximo de 24 horas, a la vez que en cada central se construirá un centro alternativo de diseño sísmico y protegido contra las radiaciones, para gestionar las emergencias.

«Este accidente ha reactivado la preocupación y vigilancia de la seguridad de las centrales y ha puesto de manifiesto que la seguridad debe implicar a toda la comunidad internacional. En España hemos trabajado en colaboración con Europa», remarcó, a la vez que subrayó que «los accidentes nucleares no tienen fronteras» y que más de 500 personas han estado volcadas en este proceso de revisión de las centrales españolas.

«No hay más supuesto que el de cese de actividad de Garoña»

Respecto a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la presidenta del CSN señaló que «no contempla ningún supuesto más» que el cese de explotación de la central, cuyo procedimiento está en marcha.

En este sentido, remarcó que «nosotros trabajamos sólo con la ley y que ésta determina que la central concluirá su actividad el próximo 6 de julio de 2013», pese a los continuos rumores de que no se cerrará. «La incertidumbre no es buena» y así llevamos «mucho tiempo», subrayó.

La presidenta del órgano regulador reprochó que «de todo» lo que se les pidió a los gestores de Garoña que «tenían que hacer para seguir hasta 2019 no han hecho nada», y sólo establecieron las condiciones necesarias para funcionar hasta 2013. «Punto; hasta ahí, nada más», insistió. «No trabajamos con supuestos imaginarios, porque sólo trabajamos con la ley».

«A Garoña antes de 2009 les avisamos de que tenían que cambiar la instalación eléctrica, que es muy vieja, de 40 años, aunque ya se habían hecho mejoras, y cambiar muchos tramos de cableado eléctrico, así como un recombinador de gases. Se lo pedimos antes de Fukushima», detalló.

Tras recordar que el pasado 6 de septiembre concluyó el plazo fijado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para que el titular presentara la solicitud de renovación de la autorización de la planta y dado que la empresa propietaria (Endesa e Iberdrola) no solicitó dicho permiso dentro del tiempo establecido, el CSN requirió al titular la presentación de los documentos asociados a la declaración de cese definitivo de la central, entregados el pasado 6 de noviembre y que ahora el Consejo está estudiando.

A partir de ahora, el CSN deberá remitir, antes del 6 de julio, las condiciones para el cese de actividad. Tras ello, y ya con la central parada, la empresa debe realizar un informe en el que se detalle la situación de la instalación, del emplazamiento y de su zona de influencia.

En todo momento, agregó la presidenta, se garantiza la seguridad de la central, y su «supervisión» sigue a cargo del CSN, pero la responsabilidad la tiene todavía Nuclenor.

Martínez Ten indicó que antes del desmantelamiento hay que quitar el combustible. Para ello, según la normativa, la empresa debe solicitar autorización, pasando en ese momento la central a estar bajo la titularidad de la empresa pública de residuos Enresa. Después, una vez retirado, se continuará con el desmantelamiento. Por último, el CSN realizará un informe que permitirá al Ministerio de Industria emitir la declaración de cierre.

Preguntada por el Almacén Temporal Centralizado (ATC), que se instalará en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca), dijo que «hay que construirlo muy bien, como el de El Cabril», almacén cordobés que gestiona los residuos de baja y muy baja actividad. Asimismo, indicó que «debido a las restricciones presupuestarias» no pueden hacer todo lo que quieren para la gestión y supervisión de la construcción del ATC.

Las nucleares españolas notificaron 39 incidentes en 2012

Martínez Ten cifró en 39 los sucesos que las centrales nucleares españolas notificaron al CSN durante este año y aclaró que todos los incidentes fueron calificados de nivel 0, salvo uno que ocurrió en la central de Ascó II, que fue notificado como de nivel 1. Asimismo, fuentes del CSN indicaron que en los últimos días se registraron en los parques de Ascó I y II otros dos incidentes, ambos calificados de nivel 0.

La presidenta del CSN indicó que durante 2010 se registraron 66 incidentes, todos del nivel más bajo, salvo uno en la central de Cofrentes, que fue considerado de nivel 1. Respecto a 2011, se registraron 69 incidentes, todos ellos calificados de nivel 0 salvo cinco, que se produjeron en Ascó I y II y en Valdellós.

Pese a estos incidentes, Martínez Ten subrayó que el comportamiento del parque nuclear español en 2010 y 2011 fue «correcto», al tiempo que remarcó que todas las instalaciones nucleares tienen obligación de trasladar al CSN cualquier suceso que se produzca, porque el CSN «analiza absolutamente todos» esos incidentes para evitar que vuelvan a producirse.

Martínez Ten recordó que en 2011 todas las centrales hicieron su recarga de combustible y, hasta la fecha, el CSN renovó con todas las instalaciones sus licencias de funcionamiento, salvo con la central de Trillo, a la que le corresponde en 2014.

La edad media de la plantilla del CSN es de 50 años

La presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) también advirtió de que la edad media del personal del organismo regulador es de 50 años y se concentra fundamentalmente en el tramo entre 46 y 60 años, y destacó la necesidad de «mantener un equilibrio entre entradas y salidas de personal».

Así, Martínez Ten dijo que «sin duda alguna, el personal del CSN representa su máximo activo, tanto por su solvencia técnica como por su gran experiencia».

En esta línea, reclamó que se cumpla, al menos, con la tasa de reposición, porque le «preocupa» que se jubilaron nueve técnicos y no fueron sustitudos. «No damos abasto con las inspecciones», añadió.

Debido a que la edad media de la plantilla es de 50 años, la presidenta afirmó que «no cabe duda que una entidad como el CSN, en la que es tan importante el conocimiento científico y tecnológico, conservarlo y mantenerlo actualizado es vital», y «a ese fin debe tender la política de formación».

Ante esta situación, dijo, se planteó la «necesidad» de que el conocimiento «se regenere y se transmita desde los miembros más experimentados a las nuevas incorporaciones, algo que implica mantener un equilibrio entre entradas y salidas de personal, especialmente en los próximos años, dada la pirámide de edad».

Martínez Ten indicó que se tarda cinco años en formar a un recién licenciado. A ello sumó que «la congelación de plantillas puede ser fatal para el mantenimiento del ‘know how’ del organismo».

A pesar de que la presidenta pidió comparecer en el Congreso de los Diputados poco después de que tuviera lugar la catástrofe nuclear de Fukushima, en marzo de 2011, tuvo que esperar a su última semana en el cargo (expira el 1 de diciembre), y un año y ocho meses después de Fukushima, para explicar las actividades del CSN en los dos últimos años. El año pasado, debido al cambio de legislatura, no se produjo dicha comparecencia.

Las centrales nucleares españolas tendrán que poder funcionar hasta 72 horas sin suministro eléctrico

Se trata de una de las mejoras que deberán emprender las instalaciones atómicas españolas después de la realización de las pruebas de resistencia emprendidas en los parques nucleares, tras el accidente de Fukushima de marzo de 2011, donde fallaron los sistemas de emergencia ante la falta de suministro eléctrico.

La presidenta indicó que las empresas deberán «reforzar los equipos portátiles para asegurar el mantenimiento de las funciones de seguridad de todas las centrales, con generadores eléctricos, bombas y baterías». Ahora se tiene capacidad para mantener la autonomía eléctrica entre 4 y 8 horas, y se busca extenderla hasta 24 horas, sin apoyo externo, y hasta 72 horas con la aportación de equipos ligeros externos.

Además, «las pruebas de resistencia han reafirmado el cumplimiento de las bases de diseño y de licencia de cada instalación», señaló la experta durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados, antes de asegurar que «no se ha identificado ningún aspecto que suponga debilidad significativa de seguridad de las centrales que pudiera requerir la adopción de actuaciones urgentes».

Eso sí, avisó de que también ponen de manifiesto la existencia de márgenes de seguridad más allá de las bases de diseño, a la vez que consideró que «existen mejoras para incrementar los márgenes de seguridad y reforzar la respuesta en emergencias».

En este sentido, detalló que existen tres plazos para implantar las mejoras, que se jerarquizaron en cuanto a magnitud y relevancia por fases, siendo las de corto plazo antes de que acabe 2012, las de medio durante 2012 y 2014, y a largo plazo antes de fin de 2016.

Igualmente, se deben reforzar los equipos portátiles de alimentación eléctrica, para asegurar el mantenimiento de la seguridad; de igual forma que se van a instalar venteos filtrados de la contención, así como quemadores pasivos de hidrógeno en todas las centrales, para evitar parte de la contaminación vertida al exterior.

Es más, indicó que la gestión de accidentes severos será un requisito de licencia, además de que se creará un centro de apoyo en emergencia, con capacidad de intervención en todas las centrales en un máximo de 24 horas, a la vez que en cada central se construirá un centro alternativo de diseño sísmico y protegido contra las radiaciones, para gestionar las emergencias.

«Este accidente ha reactivado la preocupación y vigilancia de la seguridad de las centrales y ha puesto de manifiesto que la seguridad debe implicar a toda la comunidad internacional. En España hemos trabajado en colaboración con Europa», remarcó, a la vez que subrayó que «los accidentes nucleares no tienen fronteras» y que más de 500 personas han estado volcadas en este proceso de revisión de las centrales españolas.

«No hay más supuesto que el de cese de actividad de Garoña»

Respecto a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la presidenta del CSN señaló que «no contempla ningún supuesto más» que el cese de explotación de la central, cuyo procedimiento está en marcha.

En este sentido, remarcó que «nosotros trabajamos sólo con la ley y que ésta determina que la central concluirá su actividad el próximo 6 de julio de 2013», pese a los continuos rumores de que no se cerrará. «La incertidumbre no es buena» y así llevamos «mucho tiempo», subrayó.

La presidenta del órgano regulador reprochó que «de todo» lo que se les pidió a los gestores de Garoña que «tenían que hacer para seguir hasta 2019 no han hecho nada», y sólo establecieron las condiciones necesarias para funcionar hasta 2013. «Punto; hasta ahí, nada más», insistió. «No trabajamos con supuestos imaginarios, porque sólo trabajamos con la ley».

«A Garoña antes de 2009 les avisamos de que tenían que cambiar la instalación eléctrica, que es muy vieja, de 40 años, aunque ya se habían hecho mejoras, y cambiar muchos tramos de cableado eléctrico, así como un recombinador de gases. Se lo pedimos antes de Fukushima», detalló.

Tras recordar que el pasado 6 de septiembre concluyó el plazo fijado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para que el titular presentara la solicitud de renovación de la autorización de la planta y dado que la empresa propietaria (Endesa e Iberdrola) no solicitó dicho permiso dentro del tiempo establecido, el CSN requirió al titular la presentación de los documentos asociados a la declaración de cese definitivo de la central, entregados el pasado 6 de noviembre y que ahora el Consejo está estudiando.

A partir de ahora, el CSN deberá remitir, antes del 6 de julio, las condiciones para el cese de actividad. Tras ello, y ya con la central parada, la empresa debe realizar un informe en el que se detalle la situación de la instalación, del emplazamiento y de su zona de influencia.

En todo momento, agregó la presidenta, se garantiza la seguridad de la central, y su «supervisión» sigue a cargo del CSN, pero la responsabilidad la tiene todavía Nuclenor.

Martínez Ten indicó que antes del desmantelamiento hay que quitar el combustible. Para ello, según la normativa, la empresa debe solicitar autorización, pasando en ese momento la central a estar bajo la titularidad de la empresa pública de residuos Enresa. Después, una vez retirado, se continuará con el desmantelamiento. Por último, el CSN realizará un informe que permitirá al Ministerio de Industria emitir la declaración de cierre.

Preguntada por el Almacén Temporal Centralizado (ATC), que se instalará en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca), dijo que «hay que construirlo muy bien, como el de El Cabril», almacén cordobés que gestiona los residuos de baja y muy baja actividad. Asimismo, indicó que «debido a las restricciones presupuestarias» no pueden hacer todo lo que quieren para la gestión y supervisión de la construcción del ATC.

Las nucleares españolas notificaron 39 incidentes en 2012

Martínez Ten cifró en 39 los sucesos que las centrales nucleares españolas notificaron al CSN durante este año y aclaró que todos los incidentes fueron calificados de nivel 0, salvo uno que ocurrió en la central de Ascó II, que fue notificado como de nivel 1. Asimismo, fuentes del CSN indicaron que en los últimos días se registraron en los parques de Ascó I y II otros dos incidentes, ambos calificados de nivel 0.

La presidenta del CSN indicó que durante 2010 se registraron 66 incidentes, todos del nivel más bajo, salvo uno en la central de Cofrentes, que fue considerado de nivel 1. Respecto a 2011, se registraron 69 incidentes, todos ellos calificados de nivel 0 salvo cinco, que se produjeron en Ascó I y II y en Valdellós.

Pese a estos incidentes, Martínez Ten subrayó que el comportamiento del parque nuclear español en 2010 y 2011 fue «correcto», al tiempo que remarcó que todas las instalaciones nucleares tienen obligación de trasladar al CSN cualquier suceso que se produzca, porque el CSN «analiza absolutamente todos» esos incidentes para evitar que vuelvan a producirse.

Martínez Ten recordó que en 2011 todas las centrales hicieron su recarga de combustible y, hasta la fecha, el CSN renovó con todas las instalaciones sus licencias de funcionamiento, salvo con la central de Trillo, a la que le corresponde en 2014.

La edad media de la plantilla del CSN es de 50 años

La presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) también advirtió de que la edad media del personal del organismo regulador es de 50 años y se concentra fundamentalmente en el tramo entre 46 y 60 años, y destacó la necesidad de «mantener un equilibrio entre entradas y salidas de personal».

Así, Martínez Ten dijo que «sin duda alguna, el personal del CSN representa su máximo activo, tanto por su solvencia técnica como por su gran experiencia».

En esta línea, reclamó que se cumpla, al menos, con la tasa de reposición, porque le «preocupa» que se jubilaron nueve técnicos y no fueron sustitudos. «No damos abasto con las inspecciones», añadió.

Debido a que la edad media de la plantilla es de 50 años, la presidenta afirmó que «no cabe duda que una entidad como el CSN, en la que es tan importante el conocimiento científico y tecnológico, conservarlo y mantenerlo actualizado es vital», y «a ese fin debe tender la política de formación».

Ante esta situación, dijo, se planteó la «necesidad» de que el conocimiento «se regenere y se transmita desde los miembros más experimentados a las nuevas incorporaciones, algo que implica mantener un equilibrio entre entradas y salidas de personal, especialmente en los próximos años, dada la pirámide de edad».

Martínez Ten indicó que se tarda cinco años en formar a un recién licenciado. A ello sumó que «la congelación de plantillas puede ser fatal para el mantenimiento del ‘know how’ del organismo».

A pesar de que la presidenta pidió comparecer en el Congreso de los Diputados poco después de que tuviera lugar la catástrofe nuclear de Fukushima, en marzo de 2011, tuvo que esperar a su última semana en el cargo (expira el 1 de diciembre), y un año y ocho meses después de Fukushima, para explicar las actividades del CSN en los dos últimos años. El año pasado, debido al cambio de legislatura, no se produjo dicha comparecencia.

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