Las cementeras quieren quitar las ayudas al carbón del recibo de la luz
El presidente de la patronal cementera Oficemen, Juan Béjar, ha dicho hoy en rueda de prensa que los costes energéticos del sector se han incrementado de manera «muy importante» en los últimos años y representan ya el 17% de los costes reales de la producción de cemento.
Béjar ha subrayado que componentes adicionales que gravan la factura eléctrica, como las citadas ayudas a la minería del carbón, multiplican su valor por dos.
«Esto no es sostenible. Hay que avanzar hacia un modelo en el que se pague por la generación, transporte y distribución de la energía y por nada más«, ha dicho Béjar.
Asimismo, ha recordado que las empresas cementeras han invertido 500 millones de euros para adaptarse al mecanismo de interrumpibilidad, que permite cortar el suministro eléctrico a determinadas empresas a cambio de bonificaciones, así como a los horarios «valle», en los que el consumo es más barato.
El también presidente de cementos Portland Valderrivas ha reclamado que la reforma del sistema eléctrico sea «en su totalidad», para que la industria no tenga que soportar costes que la hacen menos competitiva y para que el precio de la energía sea predecible, es decir, que se pueda contratar a largo plazo.
La siderúrgica alerta de cierres y deslocalización por el gasto energético
El presidente de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), Enrique Urquijo, ha alertado de un cierre de plantas o de la deslocalización de las empresas siderúrgicas como consecuencia de los costes energéticos que soporta el sector, uno de los grandes consumidores de electricidad del país.
En una rueda de prensa posterior a la Junta General de la patronal, Urquijo ha señalado que el gasto energético que soportan los grandes consumidores merma la capacidad competitiva de las empresas siderúrgicas, que debido a la actual coyuntura económica, se están viendo obligadas a exportar el 80% de la producción.
Unesid ha indicado que si el Ministerio de Industria no se toma en serio este problema las multinacionales se irán «en cualquier momento» y las que se queden se verán obligadas a cerrar debido a su pérdida de competitividad, lo que incrementará la cifra de parados.
En este sentido, Urquijo ha subrayado que no se puede hacer responsable a la industria siderúrgica, ni a los grandes consumidores energéticos, del déficit de tarifa eléctrico, y ha reclamado, por tanto, unos costes energéticos competitivos y similares a los del resto de países.
En este contexto, Unesid ha advertido de que es probable que los expedientes de regulación de empleo que hay en curso se renueven ya que la situación que atraviesa el sector es «muy delicada», con unas previsiones negativas del consumo para este año y con una sobrecapacidad «enorme» en España.
En los cuatro primeros meses del año, la producción de acero ha caído un 14,5%, en tanto que las entregas lo han hecho un 12,7%, marcadas, fundamentalmente, por el descenso de las del mercado nacional, que se han recortado un 22,9%.
Por su parte, las importaciones han descendido un 10,1% por la debilidad de la demanda.
En estos momento, los principales mercados exportadores son la Unión Europea, aunque menos que otros años, el Norte de África y el Sureste asiático, ha afirmado.
Por otro lado, Urquijo ha pedido que las exigencias legislativas ambientales europeas no mermen la competitividad de las empresas ni favorezcan la competencia desleal, al tiempo que ha reclamado un plan industrial europeo.
Con respecto a las reformas estructurales, Unesid espera que la reforma laboral y financiera mejore la competitividad de la industria.


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