La vuelta al mundo del avión Solar Impulse II empieza su cuenta atrás camino de la salida de Abu Dhabi

Se trata del segundo prototipo del avión solar, construido tras el éxito alcanzado con el primero, que realizó numerosos vuelos, incluido uno de 26 horas ininterrumpidas en 2010. Posteriormente, en diciembre de 2013, esta primera versión realizó un vuelo ininterrumpido de 72 horas. Fue esa travesía la que permitió que los promotores de este proyecto demostraran que dominaban la tecnología que hacía posible que el avión almacenara de día suficiente energía solar en sus inmensas alas, recubiertas de células fotovoltaicas, para continuar volando de noche.

La operación de colocar las piezas del Solar Impulse a bordo del avión que lo transporta fue descrita como «extremadamente delicada» por los líderes del proyecto, Bertrand Piccard y André Borschberg, fundador y cofundador del mismo, respectivamente, además de pilotos de la nave. 30 personas participaron en las complejas maniobras para introducir las 25 piezas desmontadas del avión solar, de las cuales las más complicadas de introducir fueron el fuselaje y, en particular, el ala de 72 metros de longitud.

Las dimensiones del ala le permiten albergar 17.248 células fotovoltaicas que dan al avión una autonomía de hasta cinco noches y cinco días. Para que entrara en el Boeing, el ala tuvo que ser desmontada en tres partes de 24 metros cada una. Este trabajo fue realizado en el hangar donde trabaja el equipo de Solar Impulse, ubicado en la localidad suiza de Payerne. El más pequeño error era temido porque hubiese supuesto retrasos considerables.

El nuevo Solar Impulse, con el que se han realizado ya varias pruebas de vuelo desde el pasado junio, es más grande, pesado y potente que su antecesor, pero también más delicado. El material del que está hecho es fibra de carbono y su peso es de 2.300 kilos, equivalente al de un automóvil grande. En Abu Dhabi, el avión solar será ensamblado nuevamente y desde allí partirá en su vuelta al mundo a principios de marzo, según lo planeado.

Esta travesía alrededor del planeta se realizará en cinco etapas que culminarán en julio en el mismo lugar de partida, tras haber pasado por la India, China, Estados Unidos, el sur de Europa y el norte de África. Piccard y Borschberg se alternarán en cada parada en la cabina, que con un volumen de 3,8 metros cuadrados tiene espacio para almacenar el oxígeno, la comida, el agua, el paracaídas y el resto del equipamiento necesario para el piloto. Las paradas del avión serán anunciadas en detalle en las próximas semanas.

Piccard ve ahora más cerca la realización del sueño que comenzó como un pequeño proyecto hace doce años, después de que en 1999 consiguiera dar la vuelta al mundo en un globo aerostático, después de varias tentativas fracasadas. Desde que empezó, el proyecto Solar Impulse costó aproximadamente 120 millones de euros y actualmente en él participan 130 colaboradores remunerados. El primer prototipo del Solar Impulse pasará a formar parte desde el próximo marzo de los objetos expuestos en la Ciudad de las Ciencias de París.

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