La Unión Europea y Rusia acuerdan pactar «un precio interino» para el gas ruso que paga Ucrania
«Tenemos que acordar un precio de gas interino para los próximos meses mientras esperamos que el Tribunal de Arbitraje en Estocolmo decida sobre un precio final. Ucrania debe pagar a cuenta por el gas que será suministrado en los próximos meses», explicó Oettinger en rueda de prensa desde Moscú.
Además de un precio interno, la Unión Europea y Rusia pactaron desarrollar «un plan para el repago de las facturas no abonadas» y que, al igual que el precio interino se deberá concretar «en las próximas semanas».
En este sentido, el político europeo manifestó su esperanza de que los dos países limen al fin sus diferencias en el ámbito energético y de que Kiev empiece en los próximos meses a pagar su deuda por el gas ruso.
Igualmente, ambas partes acordaron que el cumplimiento de «todas las obligaciones de suministro y tránsito» de gas debe garantizarse como parte de una solución final a la disputa y promover la utilización del gasoducto OPAL.
«Nuestro principal objetivo es asegurar el suministro de gas a la Unión Europea y sus ciudadanos, pero también a los ciudadanos de Rusia, Ucrania, los Balcanes occidentales, incluido los países a la adhesión y Moldavia», explicó el comisario, que precisó que el objetivo de su reunión era «preparar» la próxima reunión trilateral de negociaciones sobre gas, prevista a principios de septiembre.
«Los socios rusos deben reafirmar que el tránsito del gas estará garantizado. Ucrania (también) debe garantizar el tránsito», insistió Oettinger, antes de asegurar que «el sector gasístico no debe ser usado como instrumento de sanciones y la escalada (del conflicto)», en alusión a las amenaza de Kiev de vetar el tránsito del gas ruso a Europa a través de los gasoductos ucranianos.
Asimismo, el comisario también manifestó «preocupación» por «las noticias de que soldados rusos están operando dentro de Ucrania», porque ello «no refleja el espíritu de Minsk», cita donde este martes el presidente ruso, Vladimir Putin, el dirigente ucraniano, Petro Porosenko y el comisario pactaron mantener una nueva ronda trilateral sobre gas. «Respetar la soberanía de las fronteras nacionales es vital para preservar la paz», advirtió el comisario.
Oettinger insistió en que la cada vez más grave crisis político-militar que enfrenta desde hace meses a Moscú y Kiev no debe afectar a la seguridad energética de la Unión Europea y Ucrania, a la que Rusia le cortó el suministro de gas a mediados de junio por impago de la deuda acumulada por el país por el gas suministrado en noviembre y diciembre de 2013, y entre abril y junio de este año, que asciende a 4.458 millones de dólares (3.280 millones de euros), por lo que exigió el pago del importe adelantado a Kiev del combustible recibido.
La crisis por el gas, que amenaza la seguridad de suministro para Europa, se desató tras la decisión del Gobierno ruso de elevar hasta los cerca de 500 dólares por mil metros cúbicos el precio de gas para Ucrania tras la crisis en este país, después de reducir al anterior régimen de Viktor Yanukovich el precio del gas hasta los 268 dólares.
Rusia ofreció a Kiev un precio de 385 dólares por cada mil metros cúbicos, incluyendo un descuento de 100 dólares en concepto de aranceles, algo que el Gobierno ucraniano rechazó por considerar el precio muy alto y el descuento, una decisión discrecional del Gobierno ruso que podría retirar en cualquier momento. Sin embargo, Ucrania se niega a pagar este precio al considerar que es excesivo.
Por su parte, el comisario europeo de Energía presentó una propuesta de compromiso a ambas partes, que contemplaba que Ucrania pagara a Gazprom 1.000 millones de dólares y el resto en seis tramos hasta finales de año y planteaba un doble precio para el gas ruso enviado a Kiev: 385 dólares por 1.000 metros cúbicos en invierno y 300 dólares en verano. Moscú rechazó esta propuesta porque exigía el pago inmediato de 1.900 millones de dólares y un precio único de 385 dólares.
Moscú insiste en que no puede en ningún caso revisar el contrato firmado entre los dos países en 2009 y vigente hasta 2019, ni tampoco modificar la fórmula para establecer el precio prevista en ese documento, tal y como le exige el Gobierno ucraniano. A lo que sí está dispuesta Rusia, según Novak, es a descontar los aranceles e incluso firmar un acuerdo intergubernamental con Ucrania para garantizarle que la rebaja tendrá un carácter permanente y no podrá ser cancelada.
Pero incluso para poder aspirar a ese descuento y al restablecimiento del suministro, Ucrania deberá pagar a Gazprom alrededor de 2.000 millones de dólares, recalcaron tanto Novak como el presidente de la gasística estatal rusa, Alexéi Miller.
«Es el primer paso para empezar a hablar de la reestructuración de la deuda restante y (aceptar) los prepagos por suministros corrientes», indicó el ministro ruso de Energía. Porque incluso si paga los 2.000 millones de dólares, la ucraniana Naftogaz no podrá comprar gas ruso sin pagar antes por adelantado por el volumen de combustible que quiera recibir. «Si Ucrania planea comprar gas ruso, deberá ingresar el dinero por lo que vaya a consumir el mes entrante», explicó Miller.
A su vez, Novak recordó que el Gobierno de Kiev recibirá muy pronto el segundo tramo del préstamo concedido por el FMI y manifestó que Rusia espera que ese dinero se destine a los pagos pendientes con Gazprom.
Hace unos días, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, reconoció que su país no podrá pasar el invierno sin comprar al menos 5.000 millones de metros cúbicos de gas ruso.
El ministro de Energía ruso elevó esa cifra a entre 9.000 y 10.000 millones de metros cúbicos y explicó que ese volumen también será esencial para garantizar el tránsito a Europa.
Bruselas, mientras tanto, considera que para garantizar la seguridad de suministro en la Unión Europea durante el invierno, este nivel debe subir durante el verano hasta 18.000 ó 20.000 millones de metros cúbicos.



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