La Unión Europea redujo un 18% sus emisiones de CO2 desde 1990 tras caer un 1% en 2012, según la EEA
El estudio se refiere a España, de la que considera que mantiene la brecha entre la realidad y los objetivos de reducción en los sectores difusos y revela que ha tenido que comprar, al igual que otros países, grandes cantidades de derechos de emisión a otros países para poder cumplir Kioto cuando se suman los sectores difusos porque sus necesidades en este ámbito aumentaron en un 15 por ciento respecto a 2005. En todo caso, por primera vez no dice que España no será capaz de cumplir con sus compromisos.
Así, el informe se refiere también a la tendencia hacia el objetivo de consumo de energías renovables y confirma que estas energías contribuyeron en un 13 por ciento al consumo final de energía en 2011, aunque éste debería incrementarse hasta el 20 por ciento en 2020.
Además, se espera que el consumo primario de energía en la Unión Europea se reduzca respecto al objetivo político marcado para 2020, aunque la EEA estima que se necesitan mayores políticas en este sentido a nivel de los Estados miembro.
El documento destaca que mientras a nivel general los estados muestran progresos positivos generalizados hacia los objetivos de clima y energía, sin embargo, ningún país miembro por separado está en el buen camino en sus tres objetivos. Igualmente, ningún estado miembro tiene un mal comportamiento en todas las áreas.
A este respecto, el director ejecutivo de la EEA, Hans Bruyninckx, ha dicho que el último análisis confirma que las energías renovables y la eficiencia energética están teniendo un efecto significativo en el descenso de las emisiones. «Tenemos que seguir construyendo este éxito para asegurar que las reducciones de emisiones sean las que requiere la ciencia. Los Estados miembros deben asegurar que no están dando opción en la actualidad a ser obstáculos a futuro bajo en carbono», ha subrayado.
Asimismo, el documento señala que las emisiones cayeron al menos un 1 por ciento en 2012 respecto a las estimaciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de 2012 publicadas recientemente. El informe ofrece por primera vez una fotografía completa de las reducciones de emisiones bajo el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto (2008-2012).
Concretamente, se estima que los 15 Estados miembro que tienen un compromiso común bajo el protocolo de Kioto (EU-15) han rebajado un 12,2 por ciento entre 2008 y 2012, una cifra que va más allá del compromiso de reducir un 8 por ciento.
Asimismo, prácticamente todos los países europeos con un objetivo individual de reducción de GEI bajo el Protocolo de Kioto (del que forman parte 26 miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) están en el camino de alcanzar sus objetivos.
La EEA señala también que los sectores sujetos al mercado europeo de derechos de emisión (EU ETS) soportan la mayor parte del logro de los objetivos de Kioto. Sin embargo, España, junto con Austria, Lichtenstein y Luxemburgo necesitan adquirir en el mercado grandes cantidades de créditos de emisión para cumplir Kioto, cuando se suman también a los objetivos los sectores difusos.
El documento concluye también que la media de las emisiones del grupo EU-15 entre 2008 y 2012 (el primero periodo Kioto) es un 9 por ciento menor a los niveles de 2005. Mientras las emisiones de los sectores no difusos han obtenido una rebaja del 4 por ciento por debajo de los niveles de 2005.
En cuanto a España, la EEA estima también que, junto con Austria, Dinamarca, Italia, Luxemburgo y Liechtenstein, las necesidades de emisiones de los sectores difusos fueron un 15 por ciento superiores a los de 2005, por lo que según este informe, se amplía la brecha entre los objetivos y el cumplimiento.
Por otro lado, para cumplir los objetivos de Kioto, nueve estados miembro y Liechtenstein pusieron inicialmente mayor énfasis en las reducciones de emisión en los sectores no difusos, en los que las reducciones de emisiones domésticas son en general más difíciles de lograr en comparación con los sectores sujetos al mercado de derechos.
En este sentido, señala que, al final de este primer periodo de compromiso (2008 -2012), se mantiene la brecha entre las emisiones y los objetivos de cumplimiento en Austria, Bélgica, Dinamarca, Liechtenstein, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, España y Suiza (teniendo ya en cuenta los efectos de las actividades de sumideros de carbono). Sin embargo, la EEA destaca que todos estos estados miembro intentaron cerrar esta diferencia mediante el uso de mecanismos flexibles de reducción del Protocolo de Kioto.
La diferencia es mayor en Austria, Liechtenstein, Luxemburgo y España, quienes según el documento tendrán que intentar adquirir en el mercado «cantidades significativas» de unidades de Kioto a nivel nacional. Estas cantidades supondrían entre un 13 y un 20 por ciento sus emisiones respecto a la media de la EU-15, que se sitúa en el 1,9 por ciento de media.
Finalmente, apunta que España, junto a Austria, Bélgica, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo las últimas proyecciones indican que incluso con medidas adicionales a nivel nacional no sería suficiente para llegar en 2020 las emisiones por debajo de los respectivos objetivos de reducción para 2020 bajo los sistemas no difusos. Por ello, el documento apunta que estos Estados miembro deben primero incrementar sus esfuerzos en el diseño y adopción e implantación de políticas y medidas de reducción de gases y considera que será necesario considerar el uso de los mecanismos flexibles.
España cumplirá Kioto sin comprar más derechos de emisión de CO2 en 2014
La directora de la oficina española de cambio climático, Susana Magro, ha asegurado que está en condiciones de decir que España va a cumplir los objetivos del primer periodo del Protocolo de Kioto (2008-2012), muy probablemente sin tener que comprar más derechos de emisiones de gases de efecto invernadero en el mercado exterior.
Magro ha valorado el informe «Tendencias y proyecciones en Europa 2013», publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA), respecto al que ha destacado que «es positivo porque por primera vez la EEA no dice que España no va a cumplir sino que tiene una brecha por reducir para alcanzar el objetivo».
En este sentido, ha asegurado que esta diferencia o brecha está «prácticamente superada» aunque los datos definitivos del primer periodo de Kioto (Kioto 1) no se recogen en dicho informe.
Además, ha explicado que el informe analiza, por una parte la situación general de los países de la Unión Europea en cuanto al cumplimiento de Kioto 1 y, por otra, realiza un estudio de las tendencias hasta 2020.
Respecto a Kioto 1, ha indicado que el informe situará a España entre un 13 y un 14 por ciento por encima del objetivo, un porcentaje que se compensará mediante la compra de derechos de emisión, ya que en enero de 2012, España «no cumplía».
Concretamente, ha precisado que en esa fecha, de los derechos de emisión para 159 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, faltaban por comprar 105 millones y esto llevó a calcular que, se necesitarían unos 700 millones para poder llegar al objetivo de Kioto 1. En este sentido, ha añadido que a partir de ese momento España comenzó a negociar de otra manera y que, tras conversar con cinco países, por precio se compró esta suma de derechos a Polonia.
Magro ha indicado que hasta 2015 no hay que informar a la Organización de Naciones Unidas el compromiso de Kioto, pero «España ya está en condiciones de cumplir los objetivos del Protocolo de Kioto y se han tenido que comprar menos del equivalente a 105 millones de toneladas».
Sin embargo, para asegurarse de este cumplimiento y en previsión de los posibles ajustes del inventario, que se realiza con un año de desfase, el presupuesto general del Estado para 2014 contempla una partida de 24 millones de euros para compra de derechos de emisión, que la directora espera «no tener que usar».
En definitiva, ha insistido en que no habrá que comprar más derechos de emisión ya que se han comprado «más, por si acaso» a Polonia, lo que permite cerrar la brecha de cumplimiento a la que alude el informe de la EEA.
Por otro lado, de cara a los compromisos de 2020 admite que la EEA dice que España puede tener problemas, pero ha advertido de que aún no se están teniendo en cuenta los cambios que se están realizando. «Hemos dado un giro total y con planes como los proyectos Clima, Pima Aire, Pima Sol y otros esperamos llegar a 2020 en situación de cumplimiento sin tener que volver a comprar», ha agregado.
Magro ha anunciado también que el Gobierno está preparando, a petición del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, una hoja de ruta para 2020 con el punto de partida en 2013 y que incluye una evolución de las emisiones, en función de las previsiones económicas, sociales, energéticas, industriales, de transporte, entre otras.
Finalmente, ha apuntado que espera que este trabajo esté listo en enero o febrero y que el documento recogerá las medidas a poner en marcha, así como su coste para dirigirse a un camino de eficiencia sin comprar, pero con inversiones dentro del país.



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