La Unión Europea destaca las posibilidades de negocio y empleo de la nueva normativa energética
Los Veintisiete llegaron a un acuerdo para imponer medidas obligatorias de ahorro de energía a los países, reformas que serán cofinanciadas por Bruselas, informó el comisario europeo de Energía, Günter Oettinger.
«Es una oferta constructiva para las autoridades regionales y nacionales en la Unión Europea y para la inversión pública y privada», destacó el comisario.
«La directiva ofrece muchas posibilidades para las pequeñas y medianas empresas«, coincidió el ministro danés de Clima, Martin Lidegaard, que también compareció ante los medios tras la sesión de mañana del consejo de Energía de los Veintisiete.
El negociador de la directiva de eficiencia energética del Parlamento Europeo, el luxemburgués ecologista Claude Turmes, negó que la directiva llegue «en mal momento» por las dificultades presupuestarias que atraviesan los países de la zona euro.
«El coste de invertir en eficiencia energética es menos del que cada año se gasta en conseguir gas y petróleo de países como Rusia», argumentó Turmes.
«Dejémonos de grandes infraestructuras y dediquemos a renovar y modernizar los edificios que existen para gastar menos energía«, añadió el eurodiputado.
El acuerdo obligará a los países a renovar cada año un 3% de los edificios del gobierno central para hacerlos más eficientes, lo que deja fuera al resto de construcciones públicas como las que dependen de las administraciones regionales y locales y supondrá un ahorro mucho menor en países como España.
Además, las compañías energéticas tendrán que reducir en un 1,5% anual el volumen de sus ventas de gas y electricidad con respecto al año anterior como medida de ahorro, aunque los Veintisiete lograron suavizar la aplicación de esta medida.
Greenpeace pide explicaciones al Gobierno
Por su parte, Greenpeace analizó los documentos en los que la Comisión Europea puso de manifiesto las contradicciones de la política económica y energética española en relación con las recomendaciones de la Unión Europea.
Según informó la organización ecologista, las quejas de la Comisión Europea coincidieron con algunas de las demandas de la organización ecologista al Gobierno del PP. Tanto Greenpeace como la Comisión Europea consideraron que estas contradicciones plantean dudas sobre el cumplimiento, por parte de España, de los objetivos europeos en materia de renovables, además de implicar graves perjuicios para el medio ambiente y la economía española.
Por eso, la organización ecologista reiteró su petición al Gobierno de Mariano Rajoy para que se alinee con las recomendaciones energéticas de la Comisión Europea.
«Tras seis meses de gobierno marcados por los recortes indiscriminados ‘por imperativo de los mercados europeos’, Rajoy tendría que explicarnos por qué no se toman con la misma seriedad las recomendaciones de la Unión Europea en materia ambiental y energética«, declaró Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace.
Vila añadió que, «como ha expuesto la Comisión Europea, hacer caso omiso a las indicaciones europeas no sólo va en detrimento del medio ambiente, sino de la economía española«.



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