La UE logra un compromiso para crear un «Corredor del Sur» de gas y petróleo
La UE y ocho países del Cáucaso, Asia Central y Oriente Medio han celebrado una cumbre en Praga donde han alcanzado el compromiso político para desarrollar el «Corredor del Sur», por el que se busca transportar principalmente gas, aunque también petróleo, y reducir la dependencia europea de la energía rusa.
Los asistentes firmaron una declaración que certifica el compromiso de la Unión Europea y de Azerbaiyán, Georgia, Egipto y Turquía para construir la red de gasoductos y oleoductos necesaria para dar forma al proyecto.
El texto indica que los Veintisiete darán «apoyo político, y donde sea necesario, asistencia financiera y técnica» para la construcción del «Corredor del Sur».
La UE y dichos países acuerdan también un mecanismo para acordar «un volumen de gas suficiente» que permita convertir en viables los proyectados gasoductos.
El primer ministro checo y anfitrión de la reunión, Mirek Topolanek, dijo al abrir la cita que el corredor «es la nueva ruta de la seda en dos direcciones, por la que habrá un intercambio de personas, bienes, información y energía».
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también empleó la comparación con la ruta comercial medieval, y dijo que la puesta en marcha de la idea beneficiaría por igual a los países productores, a los de tránsito y a los consumidores.
El corredor consiste en la construcción de varios gasoductos y oleoductos que interconectarían los países productores (Uzbekistán, Kazajistán, Turkmenistán y Azerbaiyán) con los de tránsito (Armenia, Georgia y Turquía, que también lograrían acceso a fuentes de energía) y con la UE.
De esta forma, los clientes comunitarios tendrían «acceso a largo plazo a uno de los mercados de energía más importantes» del mundo, dijo.
Además, las reservas comprobadas de gas en esos países son muy importantes y superan con mucho a las de Rusia, el primer productor y exportador mundial, y también el principal proveedor de la Unión Europea.
Sin embargo, la crisis del gas entre Rusia y Ucrania de diciembre y enero pasados volvió a mostrar a los europeos la necesidad de diversificar sus fuentes de suministro y tránsito.
Para poner en marcha todo el proyecto era necesario cerrar un acuerdo de tránsito con Turquía, el país clave, ya que todos los recursos energéticos con destino a los clientes comunitarios deben transitar por su territorio.
El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, confió en que podrá concluir ese acuerdo con Turquía «en junio» y señaló que espera de esta cumbre un compromiso político claro para lanzar las negociaciones específicas.
«Ha llegado el momento de que la UE empiece a hacer cosas concretas» en este proyecto, dijo Topolanek, para quien «tenemos que pasar de las declaraciones a la puesta en marcha».
Según los cálculos de los expertos de la Comisión Europea, el «Corredor del Sur» podría transportar en 2020 aproximadamente el 10 por ciento de la demanda prevista de gas de la UE.




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