La UE espera más seguridad energética en plena crisis ante los recelos de Rusia

La UE espera que la cumbre que celebrará con Rusia el 21 y 22 de mayo en la ciudad siberiana de Jabárovsk sirva para aumentar la seguridad energética en el marco de la actual crisis económica, y para despejar los recelos ante la progresiva influencia europea en las ex-repúblicas soviéticas más orientales.

Así consta en las conclusiones que previsiblemente aprobarán mañana los ministros de los Veintisiete en un Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores.

Ante la anunciada pretensión de Moscú de debatir sobre una nueva arquitectura europea de seguridad en la que se limite el poder de la OTAN, fuentes diplomáticas checas, país que preside por turno la delegación de la UE, aseguran que no quieren entrar en una «discusión sustancial» al respecto.

La UE confía en entrar en las últimas fases para la definitiva puesta en marcha del llamado «mecanismo de alerta temprana», con el fin de ayudar a prevenir los cortes en el suministro de hidrocarburos rusos que periódicamente sufre el continente.

Los Veintisiete quieren blindar legalmente los compromisos energéticos de Rusia a través del nuevo marco estratégico de relaciones que comenzaron a negociar el pasado año tras dos años de bloqueo.

Además, van a escuchar la propuesta alternativa del presidente ruso, Dmitri Medvedev, a la Carta de la Energía, aunque defenderán la vigencia de sus principios para regular las relaciones energéticas este-oeste.

Pero Rusia considera este reglamento desequilibrado y perjudicial para los intereses de los países productores, y busca un nuevo acuerdo que permita el libre acceso del consorcio gasístico Gazprom a los activos de las compañías energéticas europeas.

Los Veintisiete reciben el 16 por ciento del petróleo y el 20 por ciento del gas que consumen de Rusia, que a su vez destina a la Europa comunitaria el 53 por ciento de sus exportaciones de petróleo y el 62 por ciento de las de gas.

Por otra parte, la Unión Europea aprovechará para intentar calmar la irritación rusa por la firma de la Asociación Oriental con Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán.

La UE reiterará su oferta para implicarles en algunos proyectos y actividades concretas de la iniciativa, que pretende fomentar reformas políticas, sociales y económicas en estos países a través de inversiones por valor de 600 millones de euros hasta 2013.

Moscú cree que se trata de un nuevo paso de Occidente para crear esferas de influencia en sus territorios más próximos, al igual que observa con recelo la ampliación de la OTAN hacia el Este.

En este mismo contexto puede incluirse la nueva arquitectura de seguridad europea que defiende Rusia para evitar el acercamiento progresivo hacia sus fronteras de la Alianza Atlántica.

La UE está «abierta a considerar las nuevas ideas en un proceso transparente y abierto, teniendo en cuenta que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sigue siendo el principal foro de discusión».

Además, los Veintisiete urgirán a Rusia a «respetar sus compromisos, incluido en lo que se refiere a Georgia» -donde los rusos apoyaron la secesión de Abjasia y Osetia del Sur- para «impulsar una solución pacífica a los conflictos territoriales y de soberanía» en los países con los que comparten vecindario.

En otro de los tradicionales puntos de fricción, las libertades y los derechos humanos, la UE recalcará que «la debilidad de los derechos individuales y de propiedad, las presiones constantes en el poder judicial y la falta de solidez de la sociedad civil frenan el desarrollo de Rusia».

La Cumbre se iniciará con una cena informal de líderes el 21 de mayo, y continuará el 22 con una sesión de trabajo, seguida de una conferencia de prensa y un almuerzo de trabajo.

La UE será representada por el presidente checo, Václav Klaus, junto al Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Asimismo, acudirán por lado europeo la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner y de Comercio, Catherine Ashton.

La UE espera más seguridad energética en plena crisis ante los recelos de Rusia

La UE espera que la cumbre que celebrará con Rusia el 21 y 22 de mayo en la ciudad siberiana de Jabárovsk sirva para aumentar la seguridad energética en el marco de la actual crisis económica, y para despejar los recelos ante la progresiva influencia europea en las ex-repúblicas soviéticas más orientales.

Así consta en las conclusiones que previsiblemente aprobarán mañana los ministros de los Veintisiete en un Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores.

Ante la anunciada pretensión de Moscú de debatir sobre una nueva arquitectura europea de seguridad en la que se limite el poder de la OTAN, fuentes diplomáticas checas, país que preside por turno la delegación de la UE, aseguran que no quieren entrar en una «discusión sustancial» al respecto.

La UE confía en entrar en las últimas fases para la definitiva puesta en marcha del llamado «mecanismo de alerta temprana», con el fin de ayudar a prevenir los cortes en el suministro de hidrocarburos rusos que periódicamente sufre el continente.

Los Veintisiete quieren blindar legalmente los compromisos energéticos de Rusia a través del nuevo marco estratégico de relaciones que comenzaron a negociar el pasado año tras dos años de bloqueo.

Además, van a escuchar la propuesta alternativa del presidente ruso, Dmitri Medvedev, a la Carta de la Energía, aunque defenderán la vigencia de sus principios para regular las relaciones energéticas este-oeste.

Pero Rusia considera este reglamento desequilibrado y perjudicial para los intereses de los países productores, y busca un nuevo acuerdo que permita el libre acceso del consorcio gasístico Gazprom a los activos de las compañías energéticas europeas.

Los Veintisiete reciben el 16 por ciento del petróleo y el 20 por ciento del gas que consumen de Rusia, que a su vez destina a la Europa comunitaria el 53 por ciento de sus exportaciones de petróleo y el 62 por ciento de las de gas.

Por otra parte, la Unión Europea aprovechará para intentar calmar la irritación rusa por la firma de la Asociación Oriental con Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán.

La UE reiterará su oferta para implicarles en algunos proyectos y actividades concretas de la iniciativa, que pretende fomentar reformas políticas, sociales y económicas en estos países a través de inversiones por valor de 600 millones de euros hasta 2013.

Moscú cree que se trata de un nuevo paso de Occidente para crear esferas de influencia en sus territorios más próximos, al igual que observa con recelo la ampliación de la OTAN hacia el Este.

En este mismo contexto puede incluirse la nueva arquitectura de seguridad europea que defiende Rusia para evitar el acercamiento progresivo hacia sus fronteras de la Alianza Atlántica.

La UE está «abierta a considerar las nuevas ideas en un proceso transparente y abierto, teniendo en cuenta que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sigue siendo el principal foro de discusión».

Además, los Veintisiete urgirán a Rusia a «respetar sus compromisos, incluido en lo que se refiere a Georgia» -donde los rusos apoyaron la secesión de Abjasia y Osetia del Sur- para «impulsar una solución pacífica a los conflictos territoriales y de soberanía» en los países con los que comparten vecindario.

En otro de los tradicionales puntos de fricción, las libertades y los derechos humanos, la UE recalcará que «la debilidad de los derechos individuales y de propiedad, las presiones constantes en el poder judicial y la falta de solidez de la sociedad civil frenan el desarrollo de Rusia».

La Cumbre se iniciará con una cena informal de líderes el 21 de mayo, y continuará el 22 con una sesión de trabajo, seguida de una conferencia de prensa y un almuerzo de trabajo.

La UE será representada por el presidente checo, Václav Klaus, junto al Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Asimismo, acudirán por lado europeo la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner y de Comercio, Catherine Ashton.

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