La taciturna tarifa nocturna

En medio del análisis de la elevación tarifaria para el próximo trimestre se ha colado en la actividad de la CNE la desparición de la tarifa nocturna, merced a las numorosas quejas que es están produciendo sobre esta cuestión.

En este sentido, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía tiene previsto volver a estudiar la supresión de la tarifa nocturna, que se había conformado en los decretos 1634/2006, 871/2007 y 222/2008 y que culminaría con que el primero de julio desaparecería esta modalidad tarifaria.

Frente a esta supresión, dictada por la anterior administración del Ministerio de Industria, la Comisión Nacional de Energía ha recibido un número importante de quejas, entre ellas las de los propias asociaciones de consumidores y usuarios, además de los significados posicionamientos de varias Comunidades Autónomas entre los que destaca el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Ayer, se recogía en los medios de comunicación unas declaraciones del Consejero Delegado de Unión Fenosa, Honorato López Isla, en las que afirmaba no entender esta medida.

Se estima que el efecto conjunto de la actualización de los dos conceptos tarifarios, potencia contratada y energía consumida, se estima en un 20 % para los clientes cuya potencia sea inferior a 15 kW. Mientras para aquellos que tengan una potencia superior a 15 kW se prevé que el incremento en su factura ronde el 75 % de lo que pagan actualmente por la energía. Eso, incluyendo la modificación de los tramos horarios que regula el nuevo régimen de discriminación horaria, de forma que las horas consideradas ‘valle’ pasan de 8 a 14 y las horas ‘punta’ se reducen de 16 a 10, y teniendo en cuenta que los consumidores tendrán que pasar a contratar la máxima potencia que tengan actualmente contratada en sus tramos horarios.

Fuentes consultadas de las asociaciones de consumidores y usuarios ponen el dedo en la llaga sobre la inversión realizada por parte de los abonados en los equipos de acumulación, algo que sería una cuestión semejante a un cambio de escenario en materia de seguridad jurídica para los consumidores, que ven modificada sus expectativas de amortización de los mismos. Por su parte, en su momento, la Comisión Nacional de Energía dictaminó que la adecuación de los equipos de medida no fuese por cuenta de los usuarios.