La siderurgia cree que las primas a las energías renovables son «excesivas» y considera que el «pool» eléctrico es un «disparate»
En este sentido, el director general de Unesid, Andrés Barceló, incidió en la importancia de garantizar una estabilidad regulatoria y señaló que, aunque poner freno al déficit de tarifa no tiene fácil arreglo, «no puede haber nadie intocable».
«No conozco ninguna eléctrica que haya declarado pérdidas», subrayó, al mismo tiempo que insistió en que la subvención a las energías renovables ha llegado incluso a superar en 10 veces el precio del mercado. «No puede ser que las renovables sean un fondo de pensiones» con rentabilidades «grabadas a fuego» en la que «se garantizan durante 25 años precios desorbitados», añadió.
Además de las «excesivas subvenciones a las renovables», lamentó que se metan en la tarifa costes como el extracoste eléctrico de las islas o los incentivos al carbón. «El problema de la tarifa es que recauda muy bien, y los gobiernos meten todo allí», señaló.
Junto a esto, citó la «sobrerregulación» autonómica y el «fundamentalismo casi religioso» de algunas autoridades políticas que imponen exigencias incumplibles a las plantas como otros dos aspectos que dificultan la actividad del sector.
Barceló señaló que el déficit de tarifa alcanzó ya una envergadura «igual al rescate bancario» y «un 50% superior» a las necesidades de saneamiento de Bankia, mientras el Gobierno recurre a soluciones «imaginativas», hasta el punto de que «el BOE ya hay que leerlo los sábados» y de que la regulación eléctrica acaba metiéndose en un real decreto ley sobre «la Seguridad Social de las chachas».
Según indicó, la siderurgia resultó especialmente afectada por los nuevos impuestos eléctricos (como el 7% a la producción eléctrica ), que se trasladan al consumidor final, y por un «castigo» en el servicio de interrumpibilidad que ofrecen las empresas por detener su producción en momentos de máxima demanda.
El director general de Unesid sostuvo que esta interrumpibilidad se recortó en un 10%, si bien posteriormente reconoció que el Gobierno elevó el importe total del mismo en la tarifa eléctrica después de que a finales de 2012 desaparecieran los contratos bilaterales de las grandes industrias del G4.
Por otra parte, Barceló resaltó la necesidad de contar con contratos eléctricos bilaterales para las grandes acerías, similares a los existentes en otros países de Europa, y capaces de ofrecer a estos grandes consumidores de electricidad precios eléctricos competitivos con el fin de que hagan frente a los crecientes costes eléctricos que soportan y que les está condenando a una «muerte dulce», según afirmaron.
Incluso defendió que seria «razonable que un ciclo combinado de gas infrautilizado y parado pudiera hacer un contrato bilateral».
«La regulación energética se olvida de que la industria necesita precios energéticos competitivos«, añadió Barceló, que aludió a la condición altamente intensiva en capital de las acerías españolas, que se volcaron en las exportaciones para poder sobrevivir.
El director general de Unesid consideró que el actual sistema de fijación de precios mayoristas de electricidad, conocido como «pool», es «un disparate» y se mostró sorprendido de haber escuchado a un directivo del operador Omie «enorgulleciéndose» de que el mercado «spot» ibérico es tan grande como el franco-alemán, lo que demuestra, según afirmó que «algo funciona mal».
El consumo de acero, desde los máximos que alcanzó en 2006, se redujo un 55%, en tanto que la caída de la producción se situó en el 28% con respecto al pico que registró en 2007. En el primer trimestre, el consumo registró una caída del 13% en términos interanuales, que se sumó a la del 22% en el cuarto trimestre de 2012.
Entre los principales clientes de la industria siderúrgica española, que perdió cerca de 5.000 empleos directos desde el inicio de la crisis, se encuentra en Argelia (18%), Francia (14%), Alemania (9%), Portugal (8%) y Turquía (7%).
En 2012, las acerías españolas reciclaron un total de 11,2 millones de toneladas, un dato que mantiene a España como líder del reciclaje en la Unión Europea, junto con Italia y Alemania.
Según afirmó Barceló, la asociación «toca madera» y espera que a finales de este año o comienzos del siguiente puedan percibirse los primeros síntomas de recuperación, e indicó con resignación que «los niveles de consumo son tan bajos que por lo menos en algún momento la caída será de cero».


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