La reforma energética mexicana logra el aval de 20 legislaturas estatales para entrar en vigor
Con los votos de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde (PVEM), el Congreso de San Luis Potosí aprobó la iniciativa la madrugada de este lunes en medio de protestas de simpatizantes del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Además, durante el transcurso del lunes también sumaron su respaldo los congresos de Nuevo León, Aguascalientes y Chihuahua.
Por tratarse de una reforma a la Constitución, que permite la participación del capital privado en la explotación de hidrocarburos, el proyecto de ley debía ser ratificado por la mayoría de las legislaturas de los estados.
Además de San Luis Potosí, respaldaron la iniciativa Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Coahuila, Durango, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Veracruz, Yucatán, Tamaulipas y Puebla.
Todos estos estados dijeron sí a esta propuesta que busca abrir el sector energético de México a la iniciativa privada y terminar con el monopolio del Estado en la explotación del petróleo y del gas, que está vigente desde la expropiación petrolera de 1938.
La Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores aprobaron la semana pasada en términos generales el proyecto de reforma energética que fue anunciado en agosto pasado, con el apoyo del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), del conservador Partido Acción Nacional (PAN) y de otras fuerzas políticas menores. Votaron en contra los grupos de la izquierda, entre ellos el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Como incluye reformas constitucionales, el proyecto debe ser ratificado por al menos 17 de los 32 poderes legislativos de los estados, por lo que con uno más que de luz verde a la reforma energética esta sería constitucional.
La iniciativa busca que la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex) se reserve la explotación de los yacimientos más rentables y se espera que en el resto puedan operar las empresas privadas mediante contratos de producción o de utilidades compartidas.
Sin embargo tardará bastante tiempo antes de que el petróleo de México comience a ser explotado por empresas privadas, porque faltan aún las leyes secundarias que precisarán los términos de esta reforma y mayores detalles sobre las condiciones de contratación.
Ahora la Comisión Permanente del Congreso, que sustituye al Parlamento en periodo de receso, deberá en los próximos días declarar constitucional la iniciativa para que entre en vigor.
La ratificación en los estados se daba por descontada, ya que el PRI gobierna en 20 de los 32 estados del país y cuenta con amplias mayorías en las legislaturas locales.
La reforma energética, calificada como «transcendental» por el Gobierno, es la iniciativa legal más importante presentada hasta ahora por el presidente Enrique Peña Nieto, del PRI, que asumió el poder hace un año.
Cárdenas cree que aún se puede revertir la reforma energética
Por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del principal de la izquierda mexicana, el de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que aún es posible revertir la reforma energética.
«Tenemos que echar mano de todos los recursos que la Constitución nos ofrece, tenemos que agotar las vías jurídicas», ya que la mayoría del pueblo mexicano está en contra de la privatización de la industria petrolera, según afirmó Cárdenas durante una reunión con organizaciones políticas y sociales para crear un frente contra la reforma energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto.
El PRD y Cárdenas confían en que la Suprema Corte respalde la petición de una consulta popular para que se celebre en julio de 2015, simultánea a las elecciones parlamentarias federales, y pueda revertir esta reforma. Esta propuesta ya cuenta con el respaldo de 1,7 millones de firmas de ciudadanos.
«Si se pudo echar abajo las compañías consolidadas en 1938, yo considero que podría darse nuevamente con los avances que tengan de aquí a 2015. Ojalá pudiera realizarse antes, ojalá se hubiera realizado antes», afirmó.
Afirmó que la reforma sólo abrió la posibilidad para que la gente allegada al Gobierno realice grandes negocios y obtenga «grandes comisiones, grandes mordidas, y este es el incentivo de quienes han instrumentado esta reforma»
«Es totalmente contra el interés nacional, está enajenando el subsuelo mexicano, abriendo la posibilidad de que se pierda el control de los recursos naturales, sobre todo los no renovables, particularmente el petróleo», advirtió.
Las organizaciones que formaron parte de este frente acordaron desarrollar una marcha de protesta el próximo 31 de enero.




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