La reducción en las primas a la eólica amenaza con «incrementar» los precios del pool

La propuesta de Real Decreto, que actualmente plantea el Ministerio de Industria, tiene en principio varios beneficiados, entre ellos las plantas solares, las de biomasa y las de cogeneración, y una gran damnificada: la energía eólica.

La propuesta pretende reducir su retribución, disminuyendo las primas «considerablemente» a medida que vaya incrementándose el número de años de explotación de la instalación. Esto se aplicará a las instalaciones que acudan a la opción de tarifa regulada. Al resto, a las que acudan al mercado, se les aplicará un sistema de cap y floor con el que se limitarán los ingresos máximos, y se les asegurarán unos mínimos. La importancia creciente que en la tarifa tiene la retribución a la producción en régimen especial, impulsó que el Ministerio se decidiera a reducir las primas que ahora se reciben y así intentar «paliar» la previsible subida que se preparaba para la tarifa del año que viene. En 2005, el coste de adquisición de energía al régimen especial alcanzó, según la liquidación de final de año, los 2.639 millones de euros.

En la rebaja de primas que se esboza en la propuesta de Real Decreto, sin embargo, no se han tenido, suficientemente en cuenta, algunos «efectos beneficiosos» del importante crecimiento de las energías renovables y más en concreto de la eólica.

El «ahorro» provocado por la eólica

La creciente participación de la eólica en el mercado mayorista (pool) ha provocado una disminución del precio que se acaba formando en el mismo, respecto al que se habría alcanzado sin su participación. Esto habría afectado al precio pagado por el kilovatio de todas las tecnologías, independientemente de su coste, al ser el pool un mercado «marginalista», es decir en el que se paga igual a todas las tecnologías que acuden al mercado. Este precio al que se les retribuye no es otro que al que casa la última oferta, es decir la mas cara. Por ello, la consecuencia directa de la participación de la energía eólica en el mercado ha sido la de expulsar a las tecnologías más caras, bajando el precio en el mercado y disminuyendo así la cantidad total a pagar. El coste de adquisición de energía en el mercado alcanzó los 9.204 millones de euros en 2005.

Comparando el ahorro provocado por la disminución de los precios del pool con los costes derivados del pago de primas por parte de la Administración a la energía eólica, el balance es favorable para la eólica. Por un lado, con datos de 2005 y una producción eólica de 19.300 MWh, el coste de las primas recibidas resultó de unos 700 millones de euros. Por otro lado, se estima que en 2005, la no participación de la eólica en el pool habría mantenido los precios aproximadamente unos 6 euros megavatio hora más altos, lo que teniendo en cuenta la demanda total en el mercado en 2005, 230.000 MWh, supuso un ahorro de unos 1.400 millones de euros. El resultado final de ambas cifras es un «ahorro» de unos 700 millones de euros.

Decisión «incomprensible»

Por todo ello, el sector no entiende porqué se penaliza tanto a la eólica cuando, aparte de consideraciones económicas, se conocía que el Plan de Energías Renovables (PER) diseñaba un escenario con un objetivo, calificado de «muy complicado», de 20.000 MW instalados de energía de eólica para 2010. Con la reducción de primas planteada, la única lectura posible es que este objetivo se aleja aún más.

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