La reducción del uso del carbón y el aumento de la hidráulica mejoraron la sostenibilidad energética en 2013

Según el informe de BP, en 2013 el sector energético español consumió 5,93 exajulios (EJ) de energía y emitió 235 millones de toneladas de CO2, generando un valor añadido de 33.900 millones de euros, correspondiente a un 3,7% del PIB. La cátedra BP concluye que la sostenibilidad del sector energético español ha mejorado, principalmente gracias al descenso de las emisiones de CO2 y de otros contaminantes, el menor peso de los combustibles fósiles en la matriz energética, y un aumento del valor añadido generado por el sector. Asimismo, también ha disminuido la intensidad energética y el gasto total en energía.

Después de las subidas constantes del precio de la electricidad entre 2008 y 2012, en 2013 los precios finales de la electricidad en España se mantuvieron en niveles prácticamente constantes para los consumidores domésticos mientras que experimentaron un ascenso del 5,3% para los industriales. Por otro lado, pese a que los precios de las materias primas energéticas (petróleo, gas y carbón) están disminuyendo a nivel mundial, los precios finales se mantuvieron estables en España y son menores que en el resto de la Unión Europea por una menor fiscalidad. Además, la movilidad de mercancías y pasajeros sigue disminuyendo y el transporte sigue siendo el sector económico que más energía consume (23%), y el que más emisiones de CO2 causa (26%).

Además, 2013 fue un nuevo año de caída del consumo final de energía, que se vio reducido en un 3,5% respecto a 2012, continuando la tendencia observada en 2012 y 2011, mientras que las emisiones de CO2 asociadas al consumo de energía primaria también cayeron un 7%. Asimismo, la intensidad energética primaria disminuyó, observándose un descenso del 5,5% en el consumo de energía primaria debido en parte al descenso del peso de carbón y el gas en el mix, así como el aumento del peso de las energías renovables, especialmente la hidráulica, con un aumento del 79% respecto a 2012.

Por lo que respecta al nivel de dependencia exterior, presentó un ligero descenso, si bien se mantuvo en torno al 86% pese a la bajada en el uso e importación del carbón, el gas natural y los productos derivados del petróleo. La participación de las energías renovables en el sistema aumentó notablemente, situándose en 2013 en un 12,2% sobre energía primaria y un 41,1% sobre energía eléctrica. Asimismo, el catedrático de la Universidad de Comillas, Pedro Linares, destacó que la eficiencia energética es «la asignatura pendiente» de España ya que, a pesar de su descenso, la intensidad energética primera de España sigue siendo superior a la de la Unión Europea.

En este sentido, Linares destacó que la ruptura de la «burbuja» de la construcción mejoró los índices de eficiencia al reducirse el consumo de esta industria y sus asociadas, un dato que se complementó con el descenso de consumo doméstico e industrial motivado por la crisis económica. Sin embargo, Linares señaló que los datos apuntan a que la eficiencia energética de la industria ha empeorado desde 2010 en un sentido estricto. Por ello, resaltó que únicamente se aprovecha un 14% de la energía, destacando el gran potencial que este dato supone. «Podemos mejorar mucho», indicó. El Foro de la cátedra BP que se celebrará en junio versará sobre eficiencia energética.

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