El impuesto a la generación se suma a la elevada presión fiscal que ya sufre el sector y a que los fabricantes de aerogeneradores «no tienen pedidos para el mercado doméstico debido a la moratoria para nuevas instalaciones impuesta en el Real Decreto-Ley 1/2012 y por la inexistencia de un marco regulatorio más allá del 31 de diciembre de 2012«.

En este sentido, recalca que el sector necesita «soluciones ya» para salir de esta «complicada» situación. Por ello, la AEE también defendió que se introduzca una enmienda para suprimir los impuestos autonómicos a las instalaciones eólicas y así evitar «una doble imposición por motivos supuestamente ambientales» a los parques ubicados en aquellas comunidades autónomas donde se aplican cánones eólicos, puesto que «es el único sector que soporta este tipo de tasas».

Asimismo, la Asociación consideró que el cumplimiento de los objetivos europeos de que el 20% del consumo de energía final proceda de fuentes renovables en 2020 responde a una política energética global y, por tanto, su financiación «no debería afectar en exclusiva a los consumidores eléctricos».

La nueva normativa, en trámite parlamentario, contempla la creación de varios impuestos y tasas con el fin de poner fin a la generación del déficit de tarifa, que asciende a unos 24.000 millones de euros.