La opción de Lukoil se desvanece mientras Zapatero descarta una intervención

El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en que la operación afecta a empresas privadas y ha pedido respeto para que los implicados alcancen un acuerdo, «si es que tiene que haber cambios en Repsol».

La posible compra de hasta un 29,9 por ciento de Repsol YPF por Lukoil puede parecerle al Gobierno más o menos acertada, pero el Ejecutivo «no es parte del proceso», por lo que no es responsable de dar su visto bueno o de impedirla, añadió.

«Sería un error», dijo, que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) entrara en cualquiera de las dos empresas españolas.

Por otro lado, Rodríguez Zapatero señaló que el interés real en esa operación puede corresponder a los empresarios españoles «que han querido hacer una asociación estratégica con una empresa rusa».

En los últimos días han surgido problemas que complican la financiación que necesita la petrolera rusa para comprar las acciones de Repsol YPF, lo que obliga a buscar alternativas que permitan apuntalar a Sacyr-Vallehermoso, aunque ninguna opción está exenta de problemas.

Lukoil pretendía subrogarse al crédito sindicado con el que Sacyr-Vallehermoso compró el 20 por ciento de Repsol YPF en 2006 y lograr un nuevo préstamo para adquirir un 9,9 por ciento a otros accionistas (Caixa, Caixa Catalunya, Criteria y la Mutua Madrileña), algo a lo que los bancos no parecen muy dispuestos.

Entre las posibles salidas, algunas fuentes apuntan hacia una posible compra de Sacyr-Vallehermoso, y no de Repsol YPF, aunque la elevada deuda de la constructora (más de 18.000 millones) dificulta encontrar inversores.

Otra opción más conservadora y que permitiría ganar tiempo, es la venta de Itínere, la filial de infraestructuras del grupo constructor, lo que daría oxígeno a la constructora y evitaría tener que tomar una decisión contrarreloj.

El parón en las negociaciones ha vuelto a poner sobre la mesa alternativas europeas, como las petroleras Eni (Italia) o, en menor medida, Total (Francia), que podrían estar interesadas en la operación, aunque los precios que se barajan (27-28 euros por título, el doble de lo que cuestan ahora las acciones de Repsol) dificultan un acuerdo.

En el terreno político la eventual entrada de la rusa sigue levantando ampollas en la oposición.

Mientras Zapatero destaca que la CE y los países europeos no le han mostrado preocupación por la operación, el presidente del PP, Mariano Rajoy, subrayó que Lukoil es una empresa con «vínculos» con un gobierno que «no es socio económico ni aliado estratégico».

Rajoy aseguró además que la búsqueda de una solución a la entrada de la compañía rusa pone de manifiesto «la falta de transparencia e incluso el favoritismo gubernamental».

Miguel Sebastián, ha señalado que, por ahora, se trata de una operación «inexistente» y afirmó que el Gobierno no participa en operaciones empresariales.

«El Gobierno desea que las compañías estratégicas sigan siendo españolas y, en el caso de que se produzca alguna operación, que hasta ahora no se ha producido, por lo que seguimos hablando de operaciones inexistentes», el Ejecutivo velaría por el interés de los consumidores, por la seguridad del suministro y por la «posición internacional de España en el mundo».

El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, evitó opinar sobre la operación hasta que no exista formalmente, pero insistió en no olvidar aspectos como la reciprocidad para las inversiones.

Por otro lado, varios diputados socialistas se mostraron partidarios de que el Estado intervenga en Repsol YPF para frenar la entrada de la rusa.

Ante el elevado sobreprecio que podría pagar Lukoil, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios (AEMEC) ha reclamado que todos los accionistas puedan salir del capital de Repsol YPF en las mismas condiciones en las que lo haría Sacyr-Vallehermoso y el resto de compañías vendedoras.

En la sesión bursátil de hoy, Sacyr-Vallehermoso lideró las caídas con un descenso del 8,05 por ciento (hasta los 7,42 euros por acción) por la incertidumbre que rodea la venta de su participación.

Los títulos de Repsol YPF, otra de las compañías implicadas en la operación, cayeron el 1 por ciento y cerraron a 14,85 euros.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *