La Oficina Española de Cambio Climático y Endesa estudian el impacto que tiene el calentamiento global para el sector energético
Esta iniciativa, que arrancó en 2013 y comienza ahora su segunda fase, tiene por objeto extender el desarrollo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático al sector privado, acercando la adaptación a la planificación estratégica empresarial. Para ello, se eligieron compañías representantes de cinco sectores clave de la economía española (energía, turismo, construcción, agricultura y transporte).
La compañía eléctrica fue elegida para desarrollar el estudio de vulnerabilidad al cambio climático en centrales hidráulicas de la cuenca del Guadalquivir a lo largo de este siglo. En concreto, se eligieron tres centrales de distinto perfil, como son las de Cala, Tranco y Méngibar.
El análisis de vulnerabilidad, mediante cuatro escenarios con distintas proyecciones climáticas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, estudió la afección que pueden llegar a sufrir las centrales como consecuencia de la evolución del clima en sus cuencas hidrográficas en un periodo que abarca hasta el año 2100.
Las variables sobre las que se trabajó han sido las temperaturas, el volumen de precipitaciones y las olas de calor, así como previsión de heladas, que permitieron perfilar un mapa de riesgos de impactos climáticos, así como valorar la capacidad de adaptación de las centrales al nuevo escenario.
En esta segunda fase se estudiarán mediante una metodología de análisis coste-beneficio un total de cinco alternativas de medidas de adaptación de las centrales.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir