La OCU lanza este miércoles la segunda compra colectiva de energía
Holaluz.com ganó la primera compra colectiva de electricidad de la OCU organizada el 17 de octubre de 2013 al ofrecer un descuento medio del 8% con respecto al suministro en el mercado libre, prometiendo el ahorro de 49 euros anuales en la factura de luz. Así cerró el año pasado con cerca de 22.000 contratos después de despertar la atención ciudadana con más de 477.000 consumidores interesados a través de la web de la OCU.
En la compra del pasado año, ninguna de las grandes compañías eléctricas acudieron a la subasta realizada de forma telemática, aunque finalmente sí se pudo celebrar una subasta para el suministro de electricidad, aunque no sucedió lo mismo en el caso del contrato conjunto de luz y gas. Además, las comercializadoras independientes consideraron que la subasta estaba sometida a incertidumbre y con costes de captación comercial muy elevados. Estas reticencias de las comercializadoras fueron aprovechadas por la pequeña empresa Holaluz.com.
Para la puja de este año, la OCU ya ha contactado con algunas empresas, entre ellas las eléctricas, a las que comunicaron las condiciones de la subasta y su intención de que pueda celebrarse a finales de octubre. Esta segunda compra colectiva de energía de la OCU en una iniciativa que se enmarca dentro del movimiento ciudadano Quieropagarmenosluz.org, que busca conseguir un mercado energético «más competitivo, justo y transparente». Es una iniciativa similar a las que se han venido realizando en otros países europeos, destinada a lograr una masa crítica de consumidores «hartos de las subidas» y dispuestos a «tomar la iniciativa» y aunar fuerzas para lograr una mejor oferta.
Debates respecto a la subasta
La experiencia del año pasado no dejó indiferente al sector eléctrico y sirvió para trasladar al debate público algunas de las controversias entre las empresas, la Administración y los consumidores. La portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, dio por logrado el objetivo de «mover el mercado» y «poner nerviosas» a las empresas para que «empezasen a competir». «Ahora va a haber movimientos en la competencia», pronosticó al cierre de la primera edición de compra colectiva.
Por su parte, las comercializadoras independientes apoyaron la idea, pero se negaron a acudir a la subasta porque, según sus argumentos, la regulación les impide acceder en igualdad de condiciones a los clientes domésticos, a los que suministran de forma mayoritaria las eléctricas convencionales al tener la consideración de empresas de último recurso. En cuanto a las grandes eléctricas, el presidente de la patronal Unesa, Eduardo Montes, reclamó una mayor liberalización para poder lanzar ofertas mejores que las del precio regulado y consideró que, frente a la iniciativa de la OCU, «la mejor medida de ahorro es bajar la potencia».



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