La OCDE descarta construir más nucleares en España a corto plazo por exceso de capacidad instalada
En declaraciones a medios de comunicación, con motivo de su asistencia al seminario internacional sobre comunicación de crisis en el sector nuclear que se celebra en Madrid, el director de la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE, Luís Echávarri, ha explicado que «en este momento hay un «exceso de capacidad instalada en España«, lo que «no lleva a considerar nuevas inversiones».
Así, ha señalado que la capacidad nuclear instalada es el triple de la eólica porque su rendimiento es mucho más elevado y ha agregado que «en este momento no hay necesidad» de instalar más capacidad, ya que España no tiene un problema de producción y «no lo va a tener en los próximos años».
En cualquier caso, ha celebrado que el nuevo gobierno haya dicho «algo fundamental», como que el criterio sobre el parque atómico es técnico y, por tanto, compete al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Esto es «muy positivo» porque, en su opinión, la seguridad nuclear «no puede ser política».
Además, ha destacado que con este mensaje, el Ejecutivo da por sentado que en la medida en que las centrales sigan siendo seguras «no hay razón para pararlas y menos aún en la situación económica actual».
Por otro lado, considera «inconcebible» que Europa y España puedan seguir sin nucleares en los próximos 20 o 30 años, ya que es fuente de aproximadamente el 30 por ciento de la energía del continente.
Respecto a la crisis nuclear mundial generada a raíz del accidente en la central de Fukushima Daiichi, Echávarri ha precisado que «el futuro de la energía nuclear depende de la percepción de la sociedad y de la seguridad que se transmita». Por ello, ha insistido en que no se puede esperar a organizar la comunicación de crisis hasta que la crisis se produzca.
Durante su participación en el seminario, ha lamentado que «desafortunadamente» el accidente de Fukushima Daiichi ha puesto un ejemplo de la importancia de la comunicación de crisis y ha reconocido la dificultad que entraña para la sociedad en general entender los efectos de la radiación, de ahí la importancia de comunicarlo bien.
«Estamos tratando de alcanzar mejores prácticas para la comunicación e información a la sociedad civil (…). Para que la energía nuclear sea una opción real, debe ser apoyada por la sociedad civil«, ha apostillado.
Finalmente, ha apuntado que la comunicación de la crisis en Japón «no fue tan buena como pudo ser» y ha insistido en que no se puede esperar a que se produzca un nuevo accidente -algo que considera posible- para decidir cómo se comunica.
En seguridad nuclear «no hay espacio para la complacencia» porque depende de la percepción social, según expertos
La presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, Carmen Martínez Ten, ha señalado este miércoles que en materia de seguridad nuclear «no hay espacio para la complacencia» porque las situaciones de crisis llevan aparejadas una «crisis de confianza», un valor que cuesta mucho conseguir y que se puede perder en un instante.
Así lo ha manifestado en la presentación del seminario de trabajo en ‘Comunicación de Crisis, enfrentando los retos’ organizado por la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en Madrid y al que durante dos días asisten expertos y responsables de los organismos reguladores de los países con programas atómicos.
En este contexto, Martínez Ten ha subrayado el trabajo realizado en el último año, a raíz del accidente nuclear en la central japonesa de Fukushima Daiichi en marzo de 2011, para detectar las posibles mejoras en el parque nuclear mundial.
Además, ha destacado que la seguridad nuclear requiere de un trabajo de cooperación internacional después de que Fukushima haya puesto sobre la mesa la importancia de la comunicación para los reguladores y ha mostrado «con nitidez» la dimensión internacional en momentos de crisis.
«La comunicación es uno de los desafíos más importantes de los organismos reguladores», ha apuntado, al tiempo que ha incidido en que la comunicación y la transparencia tiene que ver con la nueva ciudadanía y las sociedades de la información y el conocimiento.
Mientras, el director del Comité de Actividades de los Reguladores Nucleares (CRNA), Mike Weightman, ha reconocido que en el accidente de Fukushima no se hizo «lo suficiente en esas circunstancias» e incluso hubo malos entendidos, incluidos problemas con las traducciones, así que considera que hay que mejorar la comunicación porque, a su juicio, la percepción del riesgo está basada en creencias y valores.
Al seminario de trabajo, que se celebra este miércoles y jueves en Madrid, asisten representantes de los Gobiernos, de los organismos reguladores atómicos nacionales, representantes de organismos internacionales, periodistas, expertos en comunicación e investigadores de países como Austria, Bélgica, Canadá, China, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, India, Irlanda, Italia, Japón, Corea, Lituania, México, Noruega, Polonia, Rumanía, Rusia, Eslovaquia, Suecia, Turquía, Emiratos Árabes unidos, Estados Unidos, Reino Unido, entre otros. El objetivo del programa es discutir sobre la comunicación nuclear en situaciones de crisis.


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