La mexicana Pemex vende por 2.091 millones de euros un 7,86% de Repsol
La venta, a través de un proceso de colocación acelerada entre inversores cualificados, se inició el martes por la tarde y se cerró a un precio equivalente de 20,10 euros por acción, lo que suma esos 2.091 millones de euros por las 104.057.057 acciones colocadas.
El precio de la operación está un 3,6% por debajo de los 20,86 euros a los que cerró este martes la petrolera española. La CNMV suspendió a Repsol antes del inicio de la sesión, tras conocerse que la petrolera mexicana tenía intención de deshacerse de su parte en el capital de Repsol. Después de la venta, las acciones volvían a cotizar a las 10.10 horas y registraban una caída del 3,6%, similar al descuento aplicado en la venta de las acciones de Pemex.
Pemex es un socio histórico de Repsol desde 1990 y antes de la venta figuraba como su tercer accionista, por detrás de La Caixa (12,97%) y Sacyr (9,53%).
Sin embargo, esta desinversión, junto a la salida definitiva de Argentina tras el acuerdo de indemnización por la expropiación de YPF, permite a Repsol resolver uno de los principales escollos para el inicio de una nueva etapa empresarial.
Esta operación de desinversión llega apenas unos días antes de que Repsol pague a sus accionistas un dividendo extraordinario de un euro por acción, que se hará efectivo el próximo viernes. Además, se produce justo la semana anterior de la visita de Estado a España por parte del presidente de México, Enrique Peña Nieto, prevista para los días 9 y 10 de junio.
Las desavenencias entre Pemex y la dirección de Repsol comenzaron en 2011 cuando la empresa mexicana se alió con Sacyr, entonces presidida por Luis del Rivero, para sindicar sus acciones e intentar hacerse con el control.
Posteriormente y tras el fracaso de la operación, que supuso la salida de Del Rivero de la constructora, las relaciones entre ambas compañías se normalizaron gracias a un acuerdo de estabilidad.
Sin embargo, el conflicto se reabrió cuando Pemex intentó intermediar entre Repsol y el gobierno argentino para alcanzar un acuerdo de compensación por la expropiación de YPF, una oferta que fue rechazada por la empresa española al considerarla insuficiente.
Posteriormente, en noviembre del pasado año la dirección de Pemex comenzó a criticar públicamente a la dirección de Repsol al considerar que los resultados económicos de su inversión en la empresa española no cumplían con sus expectativas.
Pemex llegó a negar su apoyo al equipo del presidente, Antonio Brufau, en un Consejo de Administración y en la última Junta General de Accionistas de Repsol, celebrada a finales de marzo, votó en contra del blindaje de la petrolera ante posibles segregaciones de sus negocios.




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