La Junta de Iberdrola ampliará su capital para pagar el dividendo con el fin de volver a reducirlo
El dividendo bruto de la compañía para el ejercicio 2013 es de 0,27 euros por acción, dividido en cuatro partes: 0,03 euros en efectivo, 0,005 euros de prima de asistencia, un dividendo complementario a pagar en julio y el dividendo a cuenta ya abonado en enero.
Este dividendo a cuenta de los resultados de 2013 distribuido en enero supuso 0,126 euros por título para los accionistas que lo cobraron en efectivo y un nuevo título por cada 36 antiguos para quienes lo prefirieron en especie.
Para hacer frente al pago del dividendo, la convocatoria de junta incluye dos propuestas de ampliación de capital: una de hasta 782 millones de euros, con la que se sufragará en especie el dividendo complementario de 2013, y otra de 897 millones, para el dividendo a cuenta de 2014, que se abonará en enero de 2015.
La junta también votará una reducción de capital social de alrededor del 2,09% mediante la amortización de 91,3 millones de acciones propias, representativas del 1,433% del capital social, y la adquisición de un máximo de 42,16 millones de títulos, representativas del 0,662%, a través de un programa de recompra.
Este programa forma parte del proceso de amortización de capital puesto en marcha por la eléctrica para evitar la dilución de los accionistas actuales durante el proceso de distribución de dividendo en especie. Sólo en el último mes, Iberdrola adquirió 10,7 millones de títulos propios por 50 millones de euros como parte del programa de recompra.
El programa de recompra estará vigente hasta el 31 de mayo de 2014 y se completará con la adquisición de acciones para atender los compromisos de asignación de títulos a los empleados por hasta 10 millones de acciones (el 0,157% del capital social).
Además del dividendo, en la junta se ratificará el nombramiento de la consejera Georgina Kessel y se aprobará un bono estratégico para directivos que la compañía no cuantificó.
También se espera que en su discurso el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, vuelva a referirse a la situación del déficit de tarifa, el desfase entre los ingresos y gastos del sistema eléctrico, una deuda que supera los 30.000 millones de euros.
Sánchez Galán ya avanzó en Londres en febrero ante los grandes inversores los planes de la compañía, cuando causó una polémica al anunciar que Iberdrola prevé invertir 9.600 millones de euros hasta 2016 con el «foco» en países «con una regulación predecible y estable» y con sólo un 15 % de ellos, unos 1.500 millones de euros, destinados a España donde la reforma eléctrica emprendida por el Gobierno ha lastrado el negocio de la empresa.
Iberdrola, que terminó 2013 con un beneficio neto de 2.572 millones de euros (un 7% menos que un año antes), prevé reducir su plantilla en 1.000 empleados, hasta situarla en unos 27.000 a finales de 2016.
La compañía fijó en febrero un «suelo» para sus resultados de 2014 de 2.300 millones de euros de beneficio neto y 6.600 millones de euros de resultado bruto de explotación (Ebitda). A partir de ahí, la compañía prevé incrementar estas magnitudes alrededor de un 4% anual.
Al mismo tiempo, prevé reducir la deuda hasta los 25.000 millones de euros, desde los 28.000 con que ha cerrado 2013.


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