La Junta de Extremadura es reacia a la instalación de tres proyectos de centrales térmicas
La zona elegida para la construcción de estas centrales es el entorno emeritense, ya que todas se encuentran en un radio de pocos kilómetros entre si. El enclave fue escogido debido a la proximidad al gasoducto de Almendralejo, a las conexiones eléctricas por la línea Guillena-Bienvenida-Almaraz, su cercanía con las autovías A-5 y A-66 y por ser una zona con disponibilidad de agua.
Los tres proyectos, que han contado con una inversión próxima a los 700 millones de euros, aportarían una potencia instalada de 2.300 MW, con la que se abastecería tres veces la demanda eléctrica anual de toda la región. En concreto, la de Alange (promovida por Iberdrola) contaría con 850 MW y 242 millones invertidos, mientras que la de La Zarza (impulsada por ELG) tendría 400 MW y 164 millones. Por último, la de Valverde (creada por Siemens y Advanced Power) sería la más ambiciosa, al desarrollar 1.060 megavatios con 276 millones de inversión.
En la actualidad, los trámites de autorización ambiental de los tres proyectos por parte del Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Extremadura han coincidido en tiempo, aunque la decisión del Ejecutivo extremeño está condicionada a que Medio Ambiente dé su visto bueno a los proyectos.
De todos modos, en el caso de que el Ministerio diera su aprobación, la Junta parece proclive a rechazar alguno de estos diseños de ciclo combinado. La idea del Ejecutivo pasa por aprobar una central, que probablemente fuera la de Iberdrola, y a medio plazo permitir la construcción de otra más, dejando fuera la de Valverde de Mérida. La razón es que la Junta quiere evitar que la cercanía entre las centrales y que estén conectadas a la misma red de gas y la misma red de evacuación eléctrica.



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