La industria europea asegura que la energía fotovoltaica será rentable en cinco años

Según «Solar Generation 6«, el informe publicado por EPIA y Greenpeace Internacional, los precios de la fotovoltaica se han reducido un 40 % desde 2005 y está previsto que caigan otro 40 % de aquí a 2015, con lo que podrán competir con los precios de la electricidad para los hogares en los próximos cinco años.

El presidente de EPIA, Ingmar Wilhelm, afirma que gracias a las economías de escala las tecnologías solares están a punto de lograr un «un hito económico», en un momento en el que la capacidad mundial totaliza 40.000 MW, según datos de 2010.

Wilhelm explica que desde hace mucho años, la fotovoltaica ha venido reduciendo sus costes y aumentando su eficiencia hasta llegar al momento actual, en el que se prevé que la inversión global en esta tecnología pase de los 35.000-40.000 millones de euros actuales a más de 70.000 millones en 2015.

Sólo en la Unión Europea, esa inversión llegará a 35.000 millones en 2015, frente a los entre 25.000 y 30.000 millones actuales, según el estudio publicado.

«Queremos hacer visible esta importante fase de la competitividad en costes, por lo que la EPIA prepara una hoja de ruta realista para cada país con conceptos claros sobre mecanismos de mercado que permiten un tratamiento equitativo de todas las fuentes de electricidad«, concluyó Wilhelm.

Asimismo, la industria prevé asimismo que la fotovoltaica suponga un 12 % de la demanda energética europea en 2020 y un 9 % de la mundial en 2030.

Sin embargo, Greenpeace lamenta que el Gobierno español «no permite que se instalen más de 500 megavatios al año», frente a los 8.000 instalados en Alemania en 2010 o los 7.000 de Italia.

«En vez de favorecer las inversiones, ahora penaliza a los que invirtieron en años anteriores. Parece como si aquí nos sobrase el petróleo y no tuviéramos necesidad de aprovechar el sol que recibimos gratuitamente cada día», declaró José Luis García, de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace en España.

«Nuestro objetivo es lograr que la tecnología solar fotovoltaica sea una fuente convencional de energía«, señaló el experto de Greenpeace para cuestiones energéticas Sven Teske, quien explicó que para conseguirlo se necesitará «apoyo político y un coste óptimo para los consumidores».

En su opinión, la energía solar fotovoltaica es una tecnología clave para combatir el cambio climático, genera entre 35 y 50 empleos por cada toneladas de dióxido de carbono (CO2) que se reduce y aumenta la seguridad de suministro, ya que reduce la dependencia de las importaciones de energía.

El informe revela también que la capacidad mundial fotovoltaica podría crecer desde los 36 GW registrados a finales de 2010 hasta los 180 GW en 2015, mientras que la europea se prevé que aumente hasta los 100 GW en 2015, desde los 28 GW del año pasado.

Estos avances permitirán ahorrar al año hasta 1.400 millones de toneladas de CO2 en el mundo y 2020 millones dentro de la Unión Europea.

La industria solar fotovoltaica ya emplea a 300.000 personas y podría dar trabajo a más de 600.000 en 2015. Además tiene potencial para llegar a los 1,6 millones en 2020 si se mantiene un apoyo político adecuado, según EPIA.

De hecho, según datos de esta ONG, la fotovoltaica crea de 35 a 50 empleos por cada tonelada de CO2 que ahorra a la atmósfera y «aumentará la seguridad del suministro energético, al reducir la dependencia de las importaciones de energía en Europa.»

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