La industria eólica apuesta por la reducción de costes para ganar en competitividad mientras reclaman una mayor estabilidad regulatoria
Una mesa redonda con dirigentes de destacadas empresas de la industria eólica, desde generadores de energía a fabricantes de aerogeneradores, abrió la segunda jornada del congreso que la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) está celebrando esta semana en Barcelona.
El consejero delegado del negocio renovable de Iberdrola, Xabier Viteri, señaló que la energía eólica debe seguir avanzando por la senda de la innovación y de la investigación. En este sentido, considera que se necesita tiempo para recuperar las inversiones realizadas en estas materias pero no duda de que, en un futuro cercano, se hablará de «nuevos logros tecnológicos» para la eólica. Interpelado por las posibilidades de reducir costes, Viteri cree que el margen de la eólica terrestre (onshore) es de un 25% y el de la eólica marina (offshore) es de un 40%; también reconoció que es «difícil de imaginar» un escenario en el que la eólica marina sea tan competitiva como la terrestre pero aseguró que tendrá que conseguir avances «si quiere tener futuro más allá de 2020».
Al igual que expresó la vicepresidenta de GE Power, Anne McEntee, la eólica afronta para Rafael Mateo, consejero delegado de Acciona, una etapa en la que debe «olvidarse» de las «subvenciones» y pasar a ser considerada como una fuente de energía más. En este sentido, Rafael Mateo apuntó hacia los países emergentes como los destinos en los que centrar la expansión de la industria ya que estos países reciben a las energías renovables con su curva de aprendizaje «ya pagada» y también obtienen beneficios en materia de empleo, con nuevos puestos de trabajo, o con crecimientos del PIB. Llegados a este punto, para el dirigente de Acciona el mayor riesgo para la eólica tiene nombre y apellidos: la inestabilidad regulatoria.
«Esta industria no puede parar». Con estas palabras, el presidente para Europa de Enel Green Power, Roberto Deambrogio, hizo un llamamiento a la investigación en el sector eólico para conseguir reducir costes y ganar en competitividad. Como ejemplo de innovación, Deambrogio apuntó a proyectos híbridos, investigaciones que combinan dos tecnologías, como se hace con la eólica y la hidráulica, para así aumentar las oportunidades en el terreno renovable y dar solución a uno de los mayores problemas que presenta la eólica: la imposibilidad de su almacenamiento. Por ello apeló a la cooperación con los fabricantes para conseguir resultados «o todos estaremos fuera del mercado energético». El directivo de Enel también habló de la situación regulatoria en Europa y reclamó «estabilidad» para que sea posible continuar la apuesta por las renovables.
Discurso similar planteó Massimo Derchi, director de ERG Renew, que arremetió contra las medidas «de carácter retroactivo» adoptadas por algunos países, apuntando directamente a España y a Bulgaria y que, según sus propias palabras, «han destrozado las expectativas de los inversores«. Caso contrario, a su juicio, el portugués: «nos ha enseñado que podríamos conseguir una solución conjunta al problema», en referencia al acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo luso y el sector renovable para retocar su modelo retributivo. Derchi también centro sus miras en la reducción de costes de operación y de mantenimiento a la par que reconoció que la cooperación entre fabricantes y productores «siendo buena podría ser mejor» y señaló como objetivo prioritario para los próximos años avanzar en las posibilidades de almacenamiento de la energía producida no consumida.
«Juntos para ganar el negocio»
Para el director general de Gamesa, Xabier Etxebarria , el sector eólico asistirá en un futuro inmediato a su consolidación a nivel global. Por ello, para seguir reduciendo los costes de la tecnología aumentando la eficiencia de los parques, considera «indispensable» la cooperación entre los fabricantes y los operadores. Además, también lamento que el marco regulador a nivel europeo genere «incertidumbre», lo que dificulta plantear negocios a largo plazo y obliga a mirar a los países con economías emergentes y, en consecuencia, donde la demanda eléctrica crecerá en los próximos años. Según Etxebarria, India, Brasil y México se configuran como los escenarios más apetecibles por la compañía toda vez que el mercado chino «es muy complicado para hacer negocios allí».
Por su parte, el vicepresidente de Alstom Wind, Alfonso Faubel, indicó que el menor crecimiento en algunas zonas de Europa se ha visto compensado con una mayor demanda de energía en otros continentes; para ganar en competitividad, Faubel reivindicó «hacer las mismas cosas de una forma distinta, tomando ejemplo de otros sectores para conseguir reducir más el coste de la energía», siempre priorizando la «calidad y la seguridad». También se mostró confiado en superar la actual «incertidumbre regulatoria» en un futuro cercano y destacó las posibilidades de creación de puestos de trabajo que la industria eólica puede ofrecer a Europa.
En similares términos se expresó Eckhardt Rümmler, consejero delegado de E.ON Climate and Renewables, que, además de apuntar a la necesidad de continuar reduciendo los costes y conseguir situarlos «por debajo» de los costes de las fuentes tradicionales, indicó que las oportunidades de crecimiento, ante la incertidumbre regulatoria actual, llegarán de fuera de Europa, en mercados emergentes como el brasileño.
El presidente de Vestas Wind, Anders Runevad, aseguró que el camino para el éxito de las energías renovables pasa por conseguir una mayor competitividad reduciendo sus costes aprovechando las ventajas de las economías de escala, que van reduciendo sus costes a medida que aumenta la producción; además, Runevad reclamó dar satisfacción a los ciudadanos europeos ya que «el 70 % de los consumidores piden energías renovables y que se reduzca el coste de la energía».
El tema de las interconexiones eléctricas fue planteado por Joao Paulo Costeira, consejero delegado de EDP Renewables en Europa, que las considera «fundamentales» para desplegar todo el potencial de las energías renovables. A su juicio, las interconexiones «se podrían hacer» pero «en ocasiones las barreras políticas son más importantes que las económicas». Costeira también apuntó a la importancia de las predicciones meteorológicas para mejorar el funcionamiento de los parques eólicos.



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