La gestora del almacén Castor dice que está en perfectas condiciones

El seísmo de la madrugada de este martes, de magnitud 4,2 en la escala Richter, superó al de 3,9 producido el día anterior y se suman a los más de 300 movimientos sísmicos producidos en el Golfo de Valencia, en el entorno del almacén, desde el 13 de septiembre.

La empresa explicó que el 9 de septiembre se produjeron los primeros «microseísmos» registrados por los dos sismógrafos con los que cuenta la instalación y desde ese momento se ha informado «al minuto» tanto a las autoridades locales como autonómicas y nacionales.

Escal UGS «ha sido la primera en difundir esta alteración» y desde entonces «está estudiando y analizando los datos con la colaboración de los organismos más especializados españoles y europeos».

Desde el día 16 de septiembre, fecha en la que se concluyó la inyección de gas colchón programada hasta la fecha, sigue paralizada la actividad de inyección de gas en el almacén en estricto cumplimiento de las órdenes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que decretó el 26 de septiembre la paralización temporal de esta actividad. Desde entonces, Escal UGS está «informando y colaborando estrechamente» con el ministerio.

Además, se explicó que todo el proceso «se ha realizado siguiendo los controles y normativa existente en este tipo de almacenamientos subterráneos».

En la actualidad, Escal UGS «sigue las instrucciones del ministerio, para colaborar en el informe solicitado al Instituto Geográfico Nacional y para ello va a emplear todos los medios que sean necesarios».

Industria desplaza a sus técnicos para examinar las instalaciones

El Ministerio de Industria enviará este miércoles de forma «urgente» a Vinaròs (Castellón) a técnicos para examinar las instalaciones del proyecto Castor y el continuado episodio de pequeños movimientos sísmicos en torno a su planta marina.

El alcalde de Vinaròs, Juan Bautista Juan, anunció la presencia de estos técnicos especialistas durante una rueda de prensa en la que compareció en compañía de los alcaldes de Benicarló, Marcelino Domingo, y de Peñíscola, Andrés Martínez.

Esta decisión del Ministerio anula el encuentro que debía mantenerse entre representantes de la empresa promotora del proyecto Castor, estos alcaldes y las administraciones provincial y autonómica. Juan aclaró que esta reunión se pospone en tanto que se esperará a la valoración que hagan los técnicos tras su desplazamiento a Vinaròs.

De hecho y según explicó Martínez, estos alcaldes iban a pedir la constitución de una comisión de expertos para analizar cuanto antes el problema. Juan, en nombre de los tres munícipes, destacó que se ha pedido al Ministerio la «máxima urgencia» en la valoración del tema y la búsqueda de explicaciones.

«Estaremos a expensas de esta inspección, pero con la clara voluntad de exigir que por encima de todo se respete la voluntad de esta comarca, que es volver a tener el mismo nivel de seguridad que teníamos y que no se vea alterado por causas vinculadas a una actividad industrial», dijo Juan.

Según el alcalde vinarocense, esta presencia «inmediata» de los técnicos fue posible tras los contactos entre el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, y la consellera de Infraestructuras de la Generalitat, Isabel Bonig.

Los alcaldes no se pronunciaron abiertamente sobre pedir una paralización definitiva del proyecto, ya que consideran se debe conocer primero si hay relación causa-efecto con los seísmos.

«Vamos a insistir en que el proyecto quede paralizado hasta que se restablezca la total normalidad y seguridad, como estábamos acostumbrados», resaltó Juan, que no quiso valorar los perjuicios económicos que para las arcas municipales podría suponer la paralización del proyecto, por no considerar relevante este tema en estos momentos.

Domingo insistió en que la prioridad está en garantizar la seguridad de los vecinos y preservar la pesca y el turismo, «vamos a anteponerlo ante cualquier empresa y ante cualquier situación». También lamentó que en su día no se le consultara nada a él ni al alcalde de Peñíscola sobre este proyecto.

Martínez confió en que esta situación en breve pueda ser ya solo una «anécdota» y destacó que no van a buscar responsabilidades políticas, si es que las hay.

El alcalde de Vinaròs también señaló que alcaldías vecinas se habían puesto en contacto con su municipio, como las de Càlig y Santa Magdalena, pero no la de Alcanar, localidad que se opuso al Castor desde el principio.

En cuanto a si existía un estudio sismológico en el proyecto presentado por la empresa, Juan apuntó que «es verdad que no nos consta con anterioridad, y he consultado incluso hoy mismo el proyecto presentado al Ayuntamiento de Vinaròs a través de nuestros servicios técnicos municipales, para constatar si estaba prevista alguna actividad sísmica derivada del propio proyecto. Y debo decir que ni en anterioridad ni en la consulta que hoy he realizado con los técnicos se planteaba alguna vinculación de actividad sísmica derivada del propio proyecto», resaltó.

Soria dice que Castor cuenta con los estudios necesarios

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, aseguró que tiene «la constancia» de que el almacenamiento subterráneo de gas Castor, ubicado frente a las costas de Castellón y cuya actividad se detuvo el jueves por movimientos sísmicos, cuenta con todos los estudios necesarios.

Soria aseguró que no tiene «constancia» de que haya «algún estudio que era necesario y que no se llevara a cabo».

En cualquier caso, recordó que el proyecto Castor se inició en 2007 y que sus aspectos técnicos estaban cerrados en 2011 con «todas las bendiciones de los departamentos implicados», por lo que en el último año y medio Industria se ha centrado «en la cuestión económica».

El proyecto Castor, con una inversión de 1.200 millones de euros, trata de aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar para suministrar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema nacional durante 50 días, pero, al parecer, la inyección de gas está provocando los numerosos microseísmos detectados.

Industria publicó el jueves una resolución por la que ordenaba parar las inyecciones de gas en este almacenamiento mientras recababa información sobre los numerosos microseísmos registrados en la zona.

Soria explicó que su departamento está en «contacto permanente» con el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto Geológico, que están «estudiando la posibilidad de que haya una relación de causa-efecto entre la inyección de ese gas colchón y la producción de esos microseísmos». Aun así, subrayó que «todavía no tenemos constancia científica de que eso sea así, aunque (los institutos) apuntan a que hay esa posibilidad».

El ministro también indicó que Industria está en contacto con la Generalitat Valenciana y la delegación del Gobierno «para informar de todo aquello que vamos conociendo».

Soria también avanzó que «las decisiones que se tomen a partir de ahora» en relación al proyecto estarán «directamente en relación» con las conclusiones de los institutos geográfico y geológico.

El Gobierno catalán podría actuar legalmente contra Castor

Por su parte, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, explicó que recabarán información sobre el origen de los movimientos sísmicos en los últimos días percibidos en las Terres de l’Ebre, que vinculan con la empresa que gestiona el proyecto de gas submarino Castor, y que se reservan la posibilidad de actuar legalmente.

En rueda de prensa tras el Consell Executiu, aseguró que los elementos que motivan los movimientos sísmicos «no están bien definidos», y que por ello quieren más información, aunque la impresión del Gobierno catalán es que están relacionados con la empresa que promueve el proyecto.

«Tenemos una obligación hacia nuestros conciudadanos de les Terres de l’Ebre y, si ha habido estas consecuencias, a la espera de saber los motivos, actuaremos legalmente en su defensa«, advirtió Homs, quien no ve razonable que las actuaciones del proyecto Castor acaben derivando en movimientos sísmicos, aunque sean de poca magnitud.

También constató que es una situación que compete al Estado y a la Generalitat Valenciana, dado que la Generalitat de Cataluña no ha actuado en los trámites administrativos respectivos. «No tenemos que hacer alarmismo, pero no puede ser que como consecuencia de una actividad concreta acabe habiendo un terremoto», concluyó.

Asimismo, el delegado de la Generalitat en las Terres de l’Ebre, Xavier Pallarés, en declaraciones a RAC 1, apuntó que «la gente de Castor no ha hecho caso al ministerio y ha extraído gas o bien que el almacén no cumple las características y hay poros por donde se escapa el gas».

A juicio de Pallarés, en el origen de los movimientos sísmicos «puede haber una negligencia o simplemente que la presión de las rocas no ha aguantado todo el gas que se inyectó».

Fitch pone en perspectiva negativa la financiación de Castor

La agencia de medición de riesgo Fitch puso en perspectiva negativa la calificación de la financiación del proyecto de almacenamiento subterráneo de gas Castor, cuya actividad fue suspendida la pasada semana tras registrase cientos de pequeños seísmos en la zona.

Fitch explicó que la suspensión de las inyecciones de gas supone una «incertidumbre significativa» para el proyecto.

El pasado 26 de julio, ACS, a través de la sociedad Watercraft Capital, cerró una emisión de bonos a 21,5 años por un importe total de 1.400 millones de euros para financiar el proyecto Castor.

Esta emisión, que cuenta con una calificación crediticia de «BBB+», se puso ahora en perspectiva negativa a la espera de que se conozcan los resultados de las investigaciones sísmicas que se están llevando a cabo.

Según Fitch, la situación está abierta a «una variedad de escenarios», que van desde «pequeños retrasos», en caso de que se demuestre que no hay relación entre el almacenamiento y los seísmos, hasta el fin de la concesión, si hay riesgo de terremotos de gran magnitud.

En este último caso, Fitch apuntó que implicaría un pago en concepto de compensación, equivalente al valor neto de los activos tal y como está reflejado en los libros, aunque reconoció que no existen precedentes al respecto.

España tiene tres almacenamientos de gas activos

España cuenta con tres almacenamientos subterráneos de gas en funcionamiento, uno en investigación y otros cuatro más que están en fase de desarrollo, como el de Castor, en Castellón, cuyo cese de actividad dictaminó el Gobierno ante la reciente actividad sísmica detectada en la zona.

Según datos de Enagás, desde que se puso en funcionamiento el primer almacén subterráneo de gas natural en el mundo, en 1915, la cifra de estos silos creció hasta un total de 627, de los que 81 se ubican en acuíferos salados profundos, uno de ellos, en el subsuelo del centro de la ciudad Berlín (Alemania).

En total, los tres almacenamientos españoles albergan hasta 5.781 millones de metros cúbicos de gas en Serrablo, Gaviota y Yela. El almacenamiento profundo de gas pretende emular y aprovecharse de los huecos de la naturaleza, de modo que, según explicó el portavoz de la comisión de energía y contaminación de Ecologistas en Acción, Paco Ramos, se utilizan para albergar gas en verano, cuando el precio de este combustible es más bajo, y extraerlo en invierno, cuando hay más necesidad y su precio sube.

Enagás subrayó que este sistema es necesario porque permite ajustar la oferta y la demanda para afrontar las necesidades de consumo españolas debidas a variaciones estacionales o bien por interrupciones en el suministro eléctrico.

Concretamente, Ramos indicó que el gas se almacena en el subsuelo aprovechando antiguos yacimientos o bien en acuíferos profundos o en cavidades generadas en formaciones salinas.

En este contexto, Ramos alertó de que el aumento de sismicidad se detectó en otras zonas del planeta, como Estados Unidos donde se están desarrollando proyectos de fracking (extracción de shale gas profundo mediante fractura hidráulica) y añadió que existen numerosos estudios, algunos como el de la Academia de las Ciencias estadounidense que advierte de la posibilidad de que las actividades humanas puedan provocar seísmos.

«En Estados Unidos ha habido seísmos en zonas de fracking», dijo, aunque añadió que en este momento se desconocen más datos de la capacidad humana de provocar seísmos.

Sin embargo, subrayó que el caso del almacén de Castor no tiene que ver con el fracking sino con la introducción y extracción masiva de fluidos. En este caso, el gas en el subsuelo puede encontrarse con una grieta o una falla en estado crítico, por lo que el aumento de la presión separa dos caras de una roca, se favorece su deslizamiento y se produce el temblor.

Así, añadió que en Castor se estaba tratando de introducir gas en el hueco que dejó el petróleo pero precisó que el subsuelo puede comportarse de manera distinta con un combustible que «ya estaba ahí» que con un gas que se introduce y que migra de distinta forma, por lo que, a su juicio, es «imposible decir que (un temblor) no va a pasar en cualquier sitio ni cuando».

«La naturaleza ha salido en nuestra ayuda para explicar las quejas de Ecologistas en Acción, podrían haber pasado 20 años hasta que esto sucediera, pero ha acontecido antes de que el almacén comenzara a operar», reflexionó.

En total, Enagás gestiona los almacenamientos de Serrablo y el de Gaviota, ambos antiguos yacimientos de gas natural agotados, y el de Yela. Serrablo se sitúa entre Jaca y Sabiñánigo (Huesca) mientras que Gaviota es un almacenamiento frente a la costa de Bermeo (Vizcaya). El de Yela, por su parte, se sitúa en Brihuega (Guadalajara) y comenzó su actividad en el último trimestre de 2012.

En este contexto, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Complutense de Madrid revelaron hace un año que la extracción de agua habría podido influir en el terremoto que afectó a Lorca en 2011, ya que esta práctica habría perturbado la corteza terrestre de la falla de Alhama, la más activa de Murcia.

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