La gasolina suma ocho semanas por encima de 1,4 euros y marca su mayor distancia con el gasóleo

En concreto, el litro de gasolina se situó en 1,421 euros, lo que supone un descenso del 0,43% respecto a los 1,428 euros de la semana precedente, situándose a niveles de septiembre de 2013, y lo que interrumpe quince días consecutivos de encarecimientos.

Pese a ello, este es el quinto precio más alto en lo que va de año, por debajo del máximo de 1,427 euros. Además, el nivel actual de precios es un 1% superior al marcado en enero.

En cuanto al gasóleo, el litro se situó en 1,316 euros, tras experimentar una bajada del 0,83%, , frente a los 1,327 euros el litro de este combustible de la semana anterior. En contra de la tendencia de la gasolina, este combustible cuesta un 3% menos que en enero y marca uno de los precios más bajos en lo que va de año.

La distancia entre el litro de gasolina y de gasóleo es de 10,5 céntimos por litro, la mayor de los últimos tiempos. La gasolina costó tradicionalmente más que el gasóleo, salvo un breve periodo de apenas tres meses a finales de 2011.

En el escenario actual, llenar un vehículo de gasolina con un depósito medio de 55 litros de capacidad cuesta 78,21 euros, casi 40 céntimos menos que hace una semana, mientras que el llenado del depósito de un vehículo de gasóleo requiere 72,38 euros, unos 60 céntimos menos.

Este incremento en los precios de los combustibles se produce en una semana en la que el precio del barril de crudo aumentó. Así el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves a 111 dólares, tres dólares más que hace una semana, mientras que el Texas «sweet light» americano se cambiaba a 105 dólares, también tres dólares más.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina asciende a 1,565 euros y a 1,594 euros en la zona euro. Por su parte, el litro del gasóleo asciende a 1,410 euros de media en la Unión Europea de los 28 y 1,384 euros en la Eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.