La estabilidad de los precios de la energía centra los primeros debates del G-8
La estabilidad de los precios de fuentes energéticas como el petróleo y su posible escasez de suministro una vez superada una crisis económica en la que ha bajado la demanda fueron los principales temas de debate que centraron el primer debate del llamado G-8 de Energía.
Para ello, delegaciones gubernamentales de 22 países, entre los que están México y Brasil, se sentaron a la mesa ya para abordar el impacto de la crisis económica sobre el mercado de energía y las medidas que se pueden tomar para afrontar las menores inversiones ante la recesión.
En las primeras reuniones que se celebraron este domingo, tanto los representantes empresariales como los gubernamentales, entre los que hay países productores y consumidores de energía, coincidieron en la necesidad de acometer fuertes inversiones para evitar que se produzca una carestía energética tras la salida de la crisis económica.
Este escaso suministro energético puede llegar a producirse, según dijo en rueda de prensa el ministro italiano del ramo, Claudio Scajola, debido al frenazo de la demanda que ha reducido los niveles de producción, así como por la mayor dificultad que tienen ahora las empresas para recibir créditos para invertir.
«Hay que favorecer la transparencia y la estabilidad de los mercados. Los precios sostenibles y equilibrados nos permiten conjugar mejor el crecimiento económico, el desarrollo tecnológico y la tutela del medio ambiente», dijo Scajola, ministro italiano de Desarrollo Económico, durante una rueda de prensa.
Según él, anfitrión de la cumbre en cuanto a que Italia ostenta la Presidencia del G-8, los bajos precios del petróleo «pueden favorecer la recuperación del crecimiento económico, pero desincentivan las inversiones en eficiencia energética, fuentes renovables y reducción de las emisiones«. «Queremos la estabilización de los precios», dijo el secretario de Estado de Energía de Estados Unidos, Steven Chu, a la salida de uno de los encuentros ante los periodistas.
Por su parte, el presidente de la petrolera italiana Eni, Roberto Poli, apostó por mantener el precio del crudo entre los 60 y los 70 dólares el barril para garantizar el regreso de los productores a los niveles de antes de la crisis.
Durante la primera jornada de la cumbre, en la que mañana se hablará de medidas para atajar la pobreza energética en el mundo, con un capítulo especial dedicado a África, se abordaron además los datos del último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que arroja un balance inquietante. Según el texto de la AIE, una persona de cada cuatro en el mundo, es decir, 1.600 millones de personas, viven aún sin electricidad y la crisis económica puede agravar este dato en un futuro.
Continuidad de las inversiones en energía nuclear
La energía nuclear fue otro de los asuntos que abordaron algunos de los presentes en el G-8 de Roma y al que se refirió Fulvio Conti, consejero delegado de la eléctrica italiana Enel, accionista mayoritario de la española Endesa, quien afirmó que no teme que la actual crisis económica cause una reducción de las inversiones en esta modalidad energética.
Precisamente la eléctrica italiana firmó en el marco de la cumbre un acuerdo con el ministro egipcio del ramo, Hassan Younes, sobre eficiencia energética y desarrollo de fuentes renovables como la eólica o la solar. «Tenemos grandes espacios de territorio a disposición, dado que sólo el 7 ó el 8 por ciento está habitado», comentó el ministro egipcio.


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