La eólica tendrá que devolver 640 millones de euros de la retribución cobrada desde julio del año pasado
Estos 640 millones de euros calculados por la AEE comenzarán a devolverse tras la publicación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de la séptima liquidación de 2014. La restitución de este importe se repartirá a lo largo de nueve liquidaciones, hasta concluir en mayo de 2015. Es decir, en cada una de las próximas nueve liquidaciones, la CNMC reducirá la retribución que corresponda a cada planta con una parte de la devolución. El impacto será diferente según cada instalación, advierten desde la AEE.
Durante los once meses de tramitación de la reforma energética, las empresas continuaron cobrando la retribución correspondiente a la regulación anterior, «sabiendo de antemano que la retroactividad de la norma les obligaría a devolver una cantidad indeterminada y desconocida» hasta el pasado junio, explican. No fue hasta junio cuando quedó aprobada definitivamente la nueva normativa. Esta circunstancia ha dificultado «considerablemente» el trabajo de los productores eólicos y les ha impedido tomar medidas para minimizar las pérdidas, denuncian desde la AEE.
La AEE indica que a estas «complicaciones» se suma el «fuerte retraso» en los pagos por parte de la CNMC ya que el nuevo sistema establece que se paga a medida que se dispone de fondos para evitar el déficit . Tras la liquidación provisional sexta, la eólica sólo había percibido el 60,4% de lo que le corresponde, un desfase que consideran que se debe a que el Ministerio de Hacienda sólo ha cumplido en parte su compromiso de destinar al sector un porcentaje de los ingresos procedentes del impuesto del 7% a la generación eléctrica y de los ingresos de las subastas de CO2. La AEE solicita que estos desfases se resuelvan «cuanto antes».
Los eólicos también denuncian una interpretación de la CNMC sobre la normativa según la cual para las instalaciones que se pusieron en marcha entre el 1 de enero y el 14 de julio de 2013, fecha de publicación del Real Decreto-Ley 9/2013, se considerará que su vida útil regulatoria comienza el 1 de enero de 2014. Este punto de partida implica que estas instalaciones tendrán que devolver las primas percibidas en 2013, un total de 13,6 millones. AEE no está de acuerdo con esta interpretación y denuncia que la reforma está teniendo un efecto «desproporcionado» sobre su actividad, «máxime tratándose de un sector que apenas ha tenido impacto en la formación del déficit de tarifa».
Los ingresos del sector en el semestre ascenderán a unos 1.000 millones antes de impuestos, cerca de un 60% por debajo de los del año anterior, indica. Además la asociación también lamentó que los efectos de la reforma «ya han comenzado a sentirse», puesto que en el primer semestre, sólo se instaló un aerogenerador de 0,08 MW en España, «el primer síntoma de la sequía de inversiones que le espera al sector como consecuencia de la inseguridad jurídica que ha traído consigo la reforma«. De hecho, la AEE recordó que España ha caído hasta el puesto 22 del ranking de EY de países más atractivos para invertir en energías renovables.
La reforma energética sustituyó el antiguo sistema de primas a la producción por una rentabilidad razonable a lo largo de toda la vida útil de la planta, incluyendo a las instalaciones puestas en marcha con anterioridad a 2014. «El hecho de tener que devolver una parte de la retribución cobrada a cuenta tendrá sin duda un impacto en las cuentas de los promotores de parques, algunos de los cuales están teniendo que refinanciar sus créditos para hacer frente a las necesidades de tesorería». Por su parte, la industria «se enfrenta a una total sequía de pedidos para el mercado doméstico como consecuencia de la falta de nuevas inversiones«, denunció AEE.


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