La crisis del gas relanza el perfil de la energía atómica en Europa del Este
El corte del suministro del gas ruso a Europa del Este por la disputa de precios con Ucrania ha animado a quienes apuestan por la capacidad nuclear para reducir la dependencia energética de Moscú.
Eslovaquia y Bulgaria han anunciado su intención de poner en funcionamiento viejos reactores de tipo soviético clausurados, una condición previa para acceder a la Unión Europea (UE), ya que se los consideró obsoletos y desfasados técnicamente. La cuestión de fondo -además de la crisis del gas- es que debido al cierre de esos reactores ambos países han pasado de exportar energía a los países vecinos a verse obligados a importarla.
El gobierno eslovaco ha anunciado que tiene la intención de reabrir para «evitar el colapso» energético un reactor apagado el pasado 31 de diciembre en la central de Jaslovske Bohunice, al oeste del país.
La Comisión Europea ya ha advertido de que reabrir ese reactor es «ilegal» porque el tratado de adhesión a la UE exige su «cierre y desmantelamiento».
Eslovaquia recibirá un total de 590 millones de la UE por el cierre de los dos reactores del bloque V1, importe que podría tener que devolver si lo reabriese. Antes del cierre de esos reactores la energía nuclear suponía el 60,8 por ciento de la producción eléctrica, mientras que después de la clausura la tasa se ha reducido a alrededor del 42 por ciento, según datos oficiales.
Ante esta pérdida de producción energética, Eslovaquia tiene avanzado el estudio para construir un nuevo reactor en Bohunice y ampliará su capacidad energética con la construcción de un tercer y cuarto reactor en la central atómica de Mochovce.
En Bulgaria, el país más afectado por el corte del suministro de gas desde Moscú al no tener fuentes alternativas de suministro, tanto el Gobierno como el presidente del país, Gueorgui Parvanov, estudian reabrir dos reactores de la central nuclear de Kozlodui.
Aun así, el jefe de la Agencia de Control Nuclear de Bulgaria, Serguei Tsochev, dice que «se necesita como mínimo un mes para reabrirse los reactores, desde el punto de vista técnico». Otros responsables anónimos elevan ese plazo a tres meses, tras agregar 60 días para conseguir la autorización de los órganos de regulación.
Los dos reactores clausurados en Kozlodui eran de 440 megavatios, mientras que otros dos que siguen en activo tienen una capacidad de 1.000 megavatios.
La UE ofreció a Bulgaria alrededor de 500 millones de euros como compensación por el cierre de esos reactores -también considerados obsoletos- un dinero que deberá devolver en caso de reabrir la central.
En total, antes del cierre de los dos reactores el átomo era responsable de la producción del 42 por ciento de la energía eléctrica, mientras que ahora ha descendido a un 34 por ciento. Así, los dos reactores en funcionamiento generan alrededor de un tercio de la electricidad del país, y para reemplazar la capacidad de los reactores cerrados en Kozlodui ya se trabaja en la construcción de la nueva planta atómica de Belene.
En Hungría no hay planes de construir nuevas centrales nucleares pero el gobierno ha ampliado la vida de los cuatro reactores existentes en Paks en 20 años.
En Rumanía hay dos reactores que generan alrededor de una quinta parte de la electricidad del país.
República Checa, que preside la UE este semestre, ha colocado la energía como una de las prioridades de su agenda, un aspecto reafirmado por la «guerra del gas», que ha dejado a cientos de miles de europeos sin calefacción.
El presidente del país, Vaclav Klaus, es partidario de la energía atómica y el primer ministro checo, Mirek Topolanek, ha solicitado en el Parlamento europeo en Estrasburgo «rehabilitar» la energía nuclear en la UE. En ese país centroeuropeo existen seis reactores, dos en Temelin y cuatro en Dukovany, que producen en total el 31 por ciento de la energía nacional.
Austria, vecino de Eslovaquia y República Checa, es uno de los países más contrarios a la energía nuclear, lo que ha motivado protestas al más alto nivel contra los planes de reapertura de Bohunice.




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