La Comisión Europea niega un riesgo «a corto plazo» de la interrupción del flujo de gas procedente de Rusia

«No me consta que haya ningún problema de tránsito de gas desde Rusia hacia la Unión Europea en este momento», señaló el portavoz comunitario Joe Hennon en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea y añadió que «no esperamos ninguna interrupción a corto plazo».

Hennon confirmó que la Comisión Europea recibió una carta del ministro de Energía interino ucraniano, Yuri Prodan, pero no quiso entrar en detalles.

La misiva se refirió a la subida de precio del gas ruso a la que tendrá que hacer frente Ucrania, que se encuentra en una delicada situación económica, y recalcó la «necesidad urgente» de acelerar la posibilidad de transferir gas desde la Unión Europea a Kiev, según aclararon fuentes comunitarias.

Hennon aseguró que la Unión Europea pretende ayudar a Ucrania a diversificar su suministro de gas y apuntó para ello a la posibilidad de invertir el flujo hacía Kiev desde Hungría, Polonia, y Eslovaquia. En la actualidad ya es técnicamente posible transferir gas desde Hungría y Polonia a Ucrania, y también avanzan las negociaciones para poder hacerlo desde Eslovaquia, pero en la práctica esta posibilidad nunca se materializó.

El 30% del gas que la Unión importa del exterior procede de Rusia y, de ese porcentaje, la mayor parte llega a territorio comunitario a través de Ucrania, que es el principal Estado de tránsito.

El gigante gasístico ruso Gazprom anunció el pasado 4 de marzo que dejará de vender gas a Ucrania a precio reducido a partir de abril, con el argumento de que este país sólo pagó hasta ahora menos del 50% de su deuda con esa compañía y sigue debiendo 1.529 millones de dólares al consorcio ruso.

En caso de que Ucrania no pueda permitirse comprar gas ruso por su elevado precio a partir de abril, se teme que el suministro hacia la Unión Europea pudiera verse afectado, como ya ocurrió en 2009 con motivo de otra crisis comercial entre Kiev y Moscú.

La Comisión Europea aseguró, no obstante, que está «mucho mejor preparada que en 2009» y recordó que tanto sus reservas de gas (40.000 millones de metros cúbicos) como las que tiene almacenadas Ucrania, que no concretó, son suficientes para cubrir los próximos meses de buen tiempo.

Ucrania sólo necesita para suministro propio 50.000 millones de metros cúbicos de gas, de los que 30.000 millones proceden de Rusia y otros 20.000 millones de producción autóctona, según fuentes comunitarias, que sostuvieron que el flujo inverso desde la Unión Europea a Kiev podría llegar a los 10.000 millones de metro cúbicos.

El Ejecutivo comunitario recordó, por otro lado, que además del flujo ruso, también recibe gas de Noruega (equivalente al 28% de sus importaciones), Argelia (13%) y Qatar (11%), y afirmó que está decidida a seguir diversificando su suministro.

Entre las opciones que contempla figura la compra de gas natural licuado (LNG) a Estados Unidos, una opción que cobró fuerza después de que el propio presidente estadounidense, Barack Obama, apuntase en Bruselas a esa posibilidad dentro del marco del acuerdo comercial que negocia con la Unión Europea.

Esta opción será abordada el próximo miércoles en la capital belga por los responsables de Energía de EEUU y de la Unión Europea, así como los jefes de la diplomacia estadounidense y comunitaria, John Kerry y Catherine Ashton, respectivamente, se reunirán en el marco del diálogo energético bilateral.

La Unión Europea se mostró también dispuesta a apoyar económicamente el desarrollo de las conexiones energéticas de la Península Ibérica con el resto de la Unión Europea, en especial el gasoducto Midcat que unirá España con Francia a través de Cataluña. La Comisión Europea confió en que esta conexión esté disponible para ser utilizada a finales de año.

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