La Comisión Europea muestra su rechazo a la propuesta de Rusia de sustituir a Ucrania por Turquía como país para el tránsito del gas

«Es una propuesta que podemos calificar de radical», señaló Sefcovic al valorar los planes rusos para que, una vez esté construido por debajo del mar Negro el llamado Turquish Stream, el gasoducto entre Rusia y Turquía, el gran volumen de gas que importa la Unión Europea tendrá que llegar por esa vía a partir de 2019. «Nosotros pagamos en divisas internacionales, somos unos grandes compradores, pagamos siempre a tiempo y yo creo que merecemos un trato mejor», se quejó Sefcovic.

Sefcovic reconoció que la Unión Europea duda si el plan ruso «es técnicamente viable» y si respeta los contratos que las empresas europeas mantienen con Gazprom «y que tienen un periodo de validez muy largo». «También hay dudas de tipo jurídico y técnico. ¿Por qué es necesario enviar a esa parte del mundo 60.000 millones de litros de gas cuando existen ya gasoductos que llegan a la Unión Europea por donde pueden transitar 50.000 millones de litros?», continuó el comisario.

Según el político eslovaco, la Unión Europea tiene que mantener un debate sobre cuáles son «las soluciones económicamente viables y cuál es el tipo de colaboración que se puede mantener entre los países europeos y Gazprom«. Precisamente, el colegio de comisarios mantuvo este miércoles un debate previo a la reunión de alto nivel que se celebra en Riga este jueves sobre la llamada Unión Energética, uno de los pilares políticos de la Comisión de Jean-Claude Juncker para acabar con la dependencia de las importaciones de gas y petróleo del exterior.

Según el vicepresidente, que presentará el calendario que dará forma a esa Unión Energética el próximo 25 de febrero, todos los países comunitarios se pronunciaron a favor de que los contratos comerciales entre países de la Unión Europea y suministradores energéticos como el gigante gasístico ruso Gazprom sean «más transparentes». Otras cuestiones a examinar serán la necesidad de seguir desarrollando la solidaridad energética entre Estados miembros y el mercado interno, la descarbonización de la economía o la eficiencia energética como manera de moderar la demanda.

Sefcovic explicó que la diferencia entre las medidas que tomará el Ejecutivo de Juncker y las medidas adoptadas hasta ahora para reforzar la seguridad energética son que ahora ya no habrá margen para seguir incumpliendo los plazos y las normas. «Vamos a ser muy duros. Queremos que los Estados hagan la transposición de las normativas en su legislación», aseguró. El vicepresidente comentó además que hay que aprovechar los bajos precios del petróleo y el gas como una «oportunidad de oro» para reconducir la política energética europea en la dirección correcta.

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